Respuesta: Fotografía Cinematográfica
"
Impacto" (
Blow Out, Brian de Palma, 1981, fot: Vilmos Zsigmond, ASC):
Variación del tema tratado por Michaelangelo Antonioni en "Blow Up" (1966), también abordado por Coppola en "La Conversación" (1974), esta vez utilizando como protagonista a un técnico de sonido de películas que al ir a captar nuevas cuñas para el film el que el que está trabajando, graba un sospechoso accidente en el que la víctima mortal es el gobernador de Pennsylvania. La premisa no es utilizada por Brian de Palma para crear una película política o conspirativa del estilo de "Klute" o "El Último Testigo", sino que es una mera excusa para crear un
thriller con algunas brillantes
set-pieces hiladas de forma no siempre tan brillante.
Tras haber empleado múltiples operadores diferentes durante todo el cine que realizó en la década anterior, De Palma repitió por fin con el operador húngaro Vilmos Zsigmond [ASC], con el que posteriormente trabajaría también en "La Hoguera de las Vanidades" (1990) y "La Dalia Negra" (2006). Su primera colaboración se había producido cinco años antes, con ese pseudo remake de "Vertigo" titulado "Fascinación". La fotografía de "Impacto" supone un fuerte paso adelante en el estilo que venía caracterizando a Zsigmond desde hacía una década, durante la cuál, con títulos como "Los Vividores", "Un Largo Adiós", "Defensa", "Encuentros en la Tercera Fase", "El Cazador", "La Puerta del Cielo" o la propia "Fascinación", se había especializado en imágenes suaves y difusas, a través de su iluminación pero especialmente mediante técnicas como el
flasheado o los filtros
Double-Fog. Incluso dichas técnicas no eran ajenas al cine de De Palma cuando no trabajaba con Zsigmond, como prueban "Carrie" (Mario Tosi, ASC) o su película anterior, "Vestida para Matar" (Ralf Bode, ASC). Sin embargo, en "Impacto" se decantaron por una fotografía completamente nítida, adelantándose así a la que sería la tendencia habitual del cine de las dos décadas siguientes.
Rodada en un vistoso formato panorámico anamórfico, la fotografía de "Impacto" destaca, sobre todo, por la enorme pericia y talento para la puesta en escena de Brian de Palma. En este aspecto, el director da un verdadero recital y muestra todos sus recursos: composiciones que hacen uso de todo el ancho del fotograma colocando a los personajes en los extremos, pantallas partidas, utilización de lentes bifocales (
split diopters) para ubicar personajes u objetos en primer término y mantenerlos enfocados de manera simultánea con los fondos, planos cenitales, planos en 360 grados, cámara lenta,
travellings de Steadicam e incluso un extensivo uso del
zoom como recurso narrativo, aprovechando seguramente lo cómodo que siempre se sintió Zsigmond con el mismo.
Como consecuencia de la decisión de rodar el film absolutamente nítido, la fotografía de “Impacto” tiene un aspecto más crudo, realista e incluso más industrial que la de “Vestida para Matar” o cualquier título anterior de Zsigmond, aunque sin que por ello se acerque a los niveles de realidad casi documental de “The French Connection”. La textura es granulada y los negros casi siempre muy densos y profundos, sin que exista demasiada saturación de color; se trata de un aspecto parecidísimo al ENR, que apareció ese mismo año 1981 con la película de Warren Beatty “Rojos”. De hecho, si bien Zsigmond se caracterizada por sus suaves y delicados contrastes, en “Impacto” esas transiciones son mucho más abruptas, dando lugar a una película con fuertes variaciones entre zonas de luz y sombra. Su iluminación también sigue la senda realista. Es simple, utilizando el material mínimo en cada secuencia (aunque el húngaro comentaba que la escena del accidente tuvo enormes complicaciones) y muchas veces recrea el ambiente en el que se mueven los personajes con las luces de los decorados, convenientemente potenciadas para el rodaje cinematográfico.
Por ello, no es una fotografía bella ni especialmente llamativa, e incluso a veces se pasa un poco de rosca con la luz roja de los neones, pero sirve de forma adecuada a la narración y técnicamente muestra un nivel alto, a pesar de haber tenido que forzar el negativo (Kodak 5247, 125T) para poder rodar múltiples tomas interiores y nocturnas con las ópticas Super PanaZoom 40-200mm (T/4.5) y 50-500mm (T/5.6) y de las variaciones en la profundidad de campo cuando los niveles de luz no les permitían emplear éstas y las cambiaban por las mayores aperturas de las series “
C” o “
Super High Speed” de lentes anamórficas Panavision.
Aunque el súbito cambio de estilo con respecto a “Vestida para Matar” hace que el trabajo visual de Zsigmond en “Impacto” me guste menos que el de Ralf Bode u otros del propio húngaro, lo mejor, sin lugar a dudas, es la escena final nocturna, cuando entra en juego la cámara lenta mientras los personajes y el propio escenario están iluminados por los fuegos artificiales. Lo curioso es que parece que un par de rollos de película fueron robados antes de ser montados, por lo que hubo que repetir parte de la secuencia y como Zsigmond ya no estaba disponible, su amigo y colega Laszlo Kovacs [ASC] se hizo cargo de la misma. Quienquiera que rodase esas tomas que aparecen en la versión final, sin lugar a dudas, dio lo mejor de sí mismo consiguiendo un aspecto envidiable en un marco técnico de enorme dificultad, que incluye hasta pantalla azul para mostrar a los personajes y los fuegos enfocados simultáneamente. Operador de cámara Jan Kiesser [ASC]. Panavision.