Ví la película ayer por la tarde, aunque antes de llegar al cine comencé a encontrarme mal y al llegar a casa tenía 39 de fiebre, por lo que algún detalle creo que se me habrá escapado.
Sobre la presentación, hay que reseñar que la sala IMAX del Yelmo Cineplex Plaza Mayor de Málaga no es una pantalla demasiado grande. Sin ir más lejos, la otra sala IMAX que conozco, la de Madrid, es bastante mayor. De hecho, hay salas del Kinépolis de Pozuelo (Madrid) que tienen una pantalla entre un 30 y 50% por ciento más grande que el IMAX de Málaga. Es importante reseñar este detalle porque incide bastante en las diferencias en cuanto a calidad de imagen de los dos formatos que alterna constantemente "El Caballero Oscuro": 65mm 15-perf (esférico) y 35mm 4-perf (anamórfico). El primero de ellos ocupa toda la pantalla y el segundo únicamente la franja central, aunque a simple vista me ha parecido que la proyección se estaba comiendo un poquito de imagen en los laterales y las escenas en 35mm tenían un a.r. aproximado de 2.15:1 ó 2.20:1, cosa que no me ha parecido demasiado grave. La proyección en sí es prácticamente inmejorable y el nivel de enfoque aterrador, aunque en un principio -durante el prólogo- me pareció que la película estaba demasiado oscura. Cabe achacarlo a una chorrada como que la película comenzó sin tráilers ni publicidad previa, por lo que a los cinco segundos de apagarse la luz ya estábamos viendo el prólogo. El ojo humano necesita un poquito más de tiempo para adaptarse a los cambios de luz, sobre todo de más a menos.
En cuanto a las diferencias de calidad de imagen, éstas son verdaderamente dramáticas entre uno y otro formato, pero no tanto como cabía esperar. Ello, sin duda, se debe a que esta pantalla IMAX tiene unas dimensiones algo reducidas, por lo que no es que los 65mm 15-perf decepcionen, sino que los 35mm 4-perf se defienden muy bien porque el factor de ampliación es mucho menor. Además, aunque ahora pasaré a comentar algo más de la fotografía en sí, "El Caballero Oscuro" no es ni mucho menos el tipo de película en que el formato IMAX luce al 100% la mayor de sus cualidades: su excepcional e increíble resolución. Para ello necesita luz del día y grandes y largas tomas estáticas en exteriores, mientras que esta película es todo lo contrario, con planos oscuros, no muy amplios y rápidos cortes de montaje, precisamente porque es una película y no un documental. El metraje en 35mm ha sido hinchado para su exhibición en 70mm 15-perf mediante un Digital Intermediate a gran resolución, utilizando el proceso conocido como IMAX DMR, que incorpora reducción de ruido (DNR) y post-procesado digital de la imagen para incrementar su apariencia de nitidez. Por eso, mientras las escenas y planos en IMAX no sacan el mayor partido posible de la capacidad del formato, las escenas en 35mm se mantienen razonablemente bien y muestran una definición y detalle excepcionales, aunque el DNR y el realce de contornos sean algo molestos de vez en cuando. En una pantalla mayor, seguro que las diferencias entre uno y otro formato hubieran sido mayores. La alternancia de relaciones de aspecto no me ha resultado molesta en absoluto y estoy seguro que el 90% de la audiencia no las percibe. Por ejemplo, los breves planos IMAX del Lamborghini conducido por Bale, que están intercalados entre secuencias en 35mm.
La fotografía en sí me ha gustado mucho, pues sigue la línea realista de "Batman Begins" -realista en oposición al "Batman" de Burton y Schumacher, claro- y la lleva un poco más al límite de la oscuridad. Eso incluye también, diría yo, un mayor trabajo de rodaje nocturno en localizaciones, en el que Wally Pfister, una vez más, utiliza en gran medida fuertes contraluces o luces laterales y prácticamente nada de relleno sobre los actores. En interiores, por lo general, su trabajo no es la exquisitez naturalista de "The Prestige" y carece del juego y amplio de abanico de posibilidades que siempre ofrece la recreación de época, por lo que ha de interesarse más por mantener un estilo de alto contraste, aunque la luz fluorescente que se supone que imita sea mucho más plana en la realidad.
Precisamente el gran contraste entre las zonas de luz y sombra es el punto fuerte de la fotografía, aunque en este caso el cambio de formatos juegue un poco en su contra, ya que el material IMAX es mucho más contrastado y tiene unos negros mucho más profundos, por lo que su alternancia con los 35mm (por ejemplo durante la escena en Hong-Kong) llama bastante la atención. Nuevamente, no es que los 35mm se vean mal, sino que el IMAX puts it to shame. Gran parte de los exteriores continúan siendo el eterno anochecer azulado que tanto parece gustar a Nolan y Pfister, aunque en esta ocasión hay algunos planos y secuencias rodados íntegramente a la luz del día, posiblemente para sacar un mayor partido al formato IMAX. Como he dicho antes, éste luce mucho más en tomas de varios segundos, preferiblemente amplias, en exteriores. De ahí que el plano que quite la respiración sea el contrapicado de [SPOILER EN BLANCO] Joker volando el hospital [FIN DE SPOILER], que como es sabido es una explosión real y no un efecto digital. La mayor novedad con respecto al modo en que se rodó "Batman Begins" puede que sean las escenas de acción, en las que parece que donde antes utilizaron un 100mm ahora han usado un 75mm, donde antes iba un 75mm ahora va un 50mm, etc, etc. Aunque los cortes de montaje continúen siendo rápidos y abruptos -excesivos, como digo, para el IMAX, que necesita reposar para que el espectador perciba toda la información que contienen- la mayor amplitud de los planos permite ver más y que la acción se entienda bastante mejor (aunque esto último puede que se pierda en las proyecciones en 35mm, en las que el metraje IMAX pierde gran parte de imagen arriba y abajo para acomodarse al a.r. 2.40:1).
En resumen, la principal novedad de la fotografía con respecto a "Batman Begins" es el cambio de formatos, decisión tan cara como arriesgada que opino que les ha salido notablemente bien, aunque yo hubiese combinado el IMAX con el formato 65mm 5-perf (Super Panavision), o directamente hubiera rodado toda la película en éste, ya que proporciona una calidad de imagen sensiblemente superior al 35mm anamórfico y no tan diferente a la del IMAX, aunque su relación de aspecto siga diferiendo mucho (2.21:1 frente a 1.43:1). Además, permite rodar sonido en directo. Visualmente, esta secuela es muy parecida a "Batman Begins", aunque ahora haya algunas escenas a la luz del día y en las escenas de acción se vea más, por lo que yo opino que su destino en las nominaciones a final de año ("Begins" fue nominada por la Academia y la ASC) dependerá casi exclusivamente de si los miembros de dichas instituciones son capaces de valorar el esfuerzo y el logro técnico de Pfister por encima de su originalidad. También dependerá, lógicamente, de la calidad que ofrezcan sus posibles contendientes, aunque nada parece indicar por el momento que el director de fotografía norteamericano vaya a verse privado de su tercera nominación consecutiva.