Es muy dificil que un producto rodado en 16mm pueda lucir bien después en 35mm. Puede hacerse que luzca correcto o decente, pero no va a engañar a mucha gente debido a que el área de negativo es cuatro veces menor, por lo que la respuesta de color, nitidez y textura es bastante inferior.
Otro tema distinto es rodar en 16mm con la idea inicial de hinchar a 35mm. En este caso la cosa cambia bastante, por hay una serie de cosas que pueden hacerse para que el 16mm luzca mejor:
1) No rodar en 16mm, sino en Super 16mm. En realidad, la mayoría de las cámaras 16mm no utilizan el formato 16mm convencional, sino que han sido modificadas o directamente ya se han fabricado para utilizar durante el rodaje el espacio destinado a la pista de sonido. Se utiliza así alrededor de un 30% más de negativo que en 16mm normal y el formato nativo es ligeramente panorámico (1.33:1 vs. 1.68:1), por lo que es prácticamente ideal para proyectos a finalizarse en 16:9 ó 1.85:1.
2) Intentar utilizar negativos de baja sensibilidad o sensibilidad media (50 a 200 ASA), puesto que son algo más nítidos que los más sensibles y el grano es menos prominente, lo cual ayuda mucho dado que el factor de magnificación al hincharse a 35mm y exhibirse en pantallas grandes es enorme. Además, como el formato Super 16mm tiene una profundidad de campo superior al 35mm, es muy factible rodar en aperturas mayores (T/2.0 por ejemplo) y compensar el uso de emulsiones menos sensibles. Con ello también se consigue igualar más el
look, al resultar en profundidades de campo equivalentes.
3) Utilizar las ópticas más nítidas del mercado, evitando series antiguas y ópticas
zoom. Más en concreto, por ejemplo, la serie Ultra 16 de Zeiss, que son tres lentes Ultra Prime específicas para 16mm (las focales más cortas) y a partir de ahí se utilizan las ópticas de 35mm.
4) Evitar el hinchado óptico tradicional. En Super 16mm es mucho mejor escanear el negativo a 2K (2048x1556), etalonar digitalmente y después filmarlo de nuevo a 35mm. Se captura toda la información en el negativo y se evita el incremento de grano del proceso óptico.
Cuando yo hice
L'AMOUR en 16mm, estábamos casi seguros de que únicamente íbamos a terminar el proyecto en DVD (se prefirió rodar en celuloide por su
look, no por estrenar en cine). Aún así, lo que hice fue rodar en Super 16mm, pero utilicé una emulsión de 500 ASA (Kodak 5218) porque no tenía sentido limitarme a 200 ASA para finalizar en Standard Definition. Además, rodé bastante a T/5.6 (¡a lo Slocombe!
) para obtener mucha profundidad de campo y emular el estilo en color de los años 60 y para eso me venía muy bien la mayor sensibilidad. Y tampoco utilicé las ópticas más nítidas del mercado, sino las Zeiss Superspeed, que son mucho más económicas que las Ultra 16 y de nuevo, para finalizar en vídeo eran más que suficientes.