Respuesta: Fotografía Cinematográfica
The towering inferno _ Se me ha caído el mito, lo siento mucho, pero revisándola está tarde me he dado cuenta lo anticuada que se ha quedado la foto de Fred J. Koenekamp & Joseph Biroc.
La lista de atrocidades sería larga:
a. dobles y triples sombras duras por doquier cuando se supone que están en un edificio ultramoderno que debería usar luz suave.
b. aparatos reflejados en gafas. (Unsworth no tuvo este problema 4 años después en una peli de un tio que llevaba los calzoncillos por fuera, pero claro él era un genio)
c. actores que crean sombras en sus compañeros de reparto por el uso y abuso de luz dura para la iluminación.
d. abuso del zoom, no es que lo usen mucho pero es que cada vez que lo usan es horrible
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Creo sinceramente que en el año 1974 se podían hacer las cosas mejor (puedo empezar poniendo el ejemplo de "El Padrino II", "Chinatown" o "El último Testigo" por poner solo tres ejemplos a bote pronto.
No todo son cosas malas, las secuencias nocturnas y del incendio son sin duda, lo mejor del filme pero es que las diurnas son de vergüenza ajena.
Que mal le sienta el paso del tiempo a algunas películas
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Fred Koenekamp era un director de fotografía muy de la vieja escuela, a pesar que por edad y formación compartía generación con gente como William A. Fraker, Conrad L. Hall o Richard H. Kline. Los estilos de éstos evolucionaron desde la fotografía típica en color de los 50 y 60 hasta estilos mucho más vanguardistas al final de sus carreras, con películas tan arriesgadas o fuera de los cánones clásicos como pudieran serlo las de los operadores más jóvenes de aquéllos momentos. Koenekamp, en cambio, no, estaba formado en el estilo clásico de luz dura y tres puntos de luz y terminó su carrera a principios de los 90 haciendo exactamente lo mismo que en sus inicios en TV en los 60. Por ejemplo, "El Vuelo del Intruder", del 91, parece 15 años más antigua que "Top Gun", siendo ésta del 86. Y fue una de sus rarísimas incursiones en cine después de 1980, pues su estilo quedó agotado a finales de los 70 y sobrevivió hasta entonces gracias a los telefilms de sobremesa.
En "El Coloso en Llamas", como en "Patton" ó "La Isla del Adiós" (posiblemente su mejor trabajo), su fotografía es de la vieja escuela, tanto, que podrían haber rodado la fotografía principal con ese mismo estilo Ted McCord, Harry Stradling Sr., Freddie Young o Robert Surtees, sin entrar a valorar el acierto. O incluso Joseph Biroc, que hizo la unidad de acción y era 20 años mayor que Koenekamp, tampoco hubiera empleado formas muy diferentes de haber recibido el encargo de la primera unidad. También, me parece significativo que a veces la gente confunda que la foto de "El Planeta de los Simios" (1968) es de Koenekamp (supongo que porque fue el operador habitual de Franklin Schaffner), cuando en realidad fue uno de los últimos trabajos del septuagenario Leon Shamroy, cuya carrera databa del cine mudo.
Sin embargo, no pienso que fuera una fotografía anticuada en aquél momento, si no más bien uno de los últimos coletazos antes de la definitiva transición a la luz suave. Lo curioso, aunque Koenekamp no fuera un operador moderno, es que emplea "tics" típicos de los años 70, como el uso prácticamente exclusivo de lentes zoom en formato anamórfico (40-200mm), que aunque requirieran una enorme cantidad de luz (T/4.5 - T/5.6) también aumentaban notablemente la profundidad de campo, produciendo un mayor lucimiento de los sets, o el revelado forzado a 200 ASA, precisamente para poder conseguir rodar a esos diafragmas tan cerrados en interiores nocturnos. Porque sí, por raro que parezca, éstos están rodados con muchísima luz en el set y diafragmas pequeños, a lo Douglas Slocombe, de ahí que incluso cuando se apagan las luces, el film mantenga un aspecto de relativo "
deep focus". La puesta en escena del británico John Guillermin, aseada y elegante, junto al vistoso diseño de producción de William Creber, también favorecen para mejorar el aspecto visual del film, por más que su operador no fuera ni un genio ni un vanguardista.
En cambio, el trabajo de Joseph Biroc, también con lentes zoom como focal variable, me parece muy meritorio e inspirado, sobre todo teniendo en cuenta que tuvo que basarlo en multicámaras y que trabajó en muchos momentos con altas velocidades, que debieron de hacerle la vida imposible en las escenas con menor intensidad de luz. Y la integración de los efectos de L.B. Abbott también me sigue pareciendo estupenda en muchos momentos, teniendo en cuenta que el film pertenece a la época pre-ILM y lo rudimentario de sus técnicas desde el punto de vista actual.