FRIEDKIN, anclado en los 70

El personaje es más interesante que su filmografía de los últimos 35 años.

En los últimos 35 años ha rodado la que para mí es su mejor película (Vivir y morir en L.A.), thrillers aparentemente modestos pero de una personalidad y fuerza incuestionables (Rampage, La presa, Bug, Killer Joe) o cosas más convencionales pero de muchísima enjundia (Rules of Engagement... odio la desacertada traducción española del título); también trapalladas, claro (como Jade o La tutora).

Todos adoramos French Connection y El Exorcista pero no creo que desde entonces su carrera haya sido una pérdida de tiempo (ni mucho menos).
 
No dudo que tenga cosas estimables (pocas en mi opinión). Pero me divierten más sus bufonadas con Winding-Refn o en las ruedas de prensa que sus soluciones de puesta en escena, casi siempre muy justitas.
 
RAMPAGE o RULES son rescatables?

Yo creo que sí; se trata de dos películas de juicios a reivindicar (ambas deliciosamente ambiguas, aunque parezcan justo lo contrario).

Rampage es una interesantísima reflexión sobre la pena de muerte y la firmeza de nuestras convicciones; seca, concisa, sin alharacas, con foto de Yeoman y una maravillosa banda sonora de Morricone. Tiene alguna escena que no ha envejecido del todo bien (la poco creíble fuga del furgón) pero en general me parece muy recomendable.

Rules da la impresión de ser un tanto convencional, pero ese cachondeo más o menos velado que asoma en muchas cintas de Friedkin también está presente aquí... tal vez para subrayar cierta (equi)distancia respecto a la gravedad del tema que trata. Tiene mala prensa por ser "políticamente incorrecta" (la han calificado de reaccionaria, militarista, racista, jingoísta...) pero es que al fulano lo que le interesa precisamente es meterse de lleno en esos charcos tan incómodos... no para escandalizar, sino para que el espectador reflexione. Por desgracia, la gran mayoría simplemente reacciona de manera inconsciente y visceral (como los manifestantes a los que se encara Childers). Los dilemas morales que plantea siguen de plena actualidad...
 
RAMPAGE debe ser una peli maldita o algo, porque no he visto nunca copia decente

Hay una versión decente en DVD pero sólo está en alemán :mutriste

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edito: ni versión decente ni leches porque se ve como el culo, así que ni pillando el audio del TVrip se puede hacer nada con semejante porquería.
 
Última edición:
Muy recomendable la conversación entre William Friedkin y Nicolas Winding Refn incluída en el blu-ray del 40 aniversario de Sorcerer, que deja unas cuentas curiosidades interesantes sobre la concepción, desarrollo y posterior fracaso de la cinta.
 
El exorcista

La película que acojonó a generaciones, además de un mito del cine, un fenómeno sociológico y el fruto de una época en la que la iglesia católica era un tema de actualidad tras la celebración del concilio Vaticano II durante la década anterior. Lo terrorífico a lo mejor no está tanto en la posesión, en las secuencias del exorcismo tantas veces imitadas, homenajeadas y parodiadas hasta la saciedad (que incluso cuesta un poco tomárselas en serio) como en el proceso de degeneración de un ser inocente, en la desestabilización y hundimiento vital de una mujer de éxito ante la ¿enfermedad? de su hija (al igual que ella, también abandona una cierta inocencia), con unas inútiles y crueles pruebas médicas que dan mucha grima y diría que anticipan el horror corporal ochentero. Llamativa es la dimensión poderosamente humana de los personajes, cosa que tiende a olvidarse en gran parte del terror producido masivamente, un avance de la trama lento pero seguro que ahonda en las motivaciones y circunstancias de cada uno para que nos importen sus vidas; no puede descartarse la crítica a una clase acomodada (un mundillo tan frívolo como es el de la farándula cinematográfica), ignorante de una amenaza irracional que acecha (que empieza como ruidos en el ático, que sólo se revela plenamente por insertos subliminales)… asoman complejos de culpa, la sombra de un divorcio y una ruptura familiar (la perspectiva católica y conservadora es la más útil para entender la peli).

En paralelo a la despreocupada existencia de ella, la mucho más humilde de Karras, su madre y sus miserias personales, un ambiente degradado y en crisis (material y espiritual, con esos actos vandálicos). Cine religioso en el fondo, que enfrenta las posturas de Karras y la de Merrin, que dan a entender unos cambios generacionales insalvables, pero que deben aliarse contra el enemigo común. Porque si el cura abandona la fe en favor de la interpretación psicológica, empeñado en buscar una explicación racional aunque la verdad esté ante sus narices, el anciano es ese hombre de mundo, anti-positivista y chapado a la antigua, cuya experiencia le permite reconocer y combatir el mal en su estado más puro, tras sus distintos nombres y formas, allá donde vaya… una capacidad en peligro de extinción dentro la nueva iglesia (más que una crítica, lo que hay es preocupación por su devenir), carne de cañón para un Maligno que hace de la mentira y las apariencias su principal arma. Sin embargo, algo tan cristiano como el sacrificio individual, un acto de amor en favor de los demás, acaba siendo la única manera de vencer. El encuentro final entre el poli cinéfilo y el sacerdote ¿posible reconociliación entre fe y razón? La capacidad de recordar la existencia de una maldad atávica, olvidada y despreciada como simple superstición por la modernidad, pero que siempre nos acompaña y que nunca morirá, puede que sea el principal acierto y lo que continúa inspirando pavor.


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Pues me estoy viendo The Birthday Party con el gran Robert Shaw.... es muy teatro filmado y el principio se hace pesado, pero me tiene enganchado a ver cuál es el "giro"...

Actualizo: vaya MARCIANADA de peli... os juro que no sé explicar de que va....¿alguien que la haya visto? y de una explicación...
 
Última edición:
es muy teatro filmado

Con lo de teatral, discrepo. Yo creo que Friedkin despliega una amplia gama de recursos puramente fílmicos para dotar a la (su) obra de una marcada personalidad (casi la hace suya).

Hay un gran trabajo de cámara y de composición; elocuentes juegos con espejos (reflejos), luces y sombras; movimientos de cámara concisos y expresivos; primeros planos potentísimos; zooms casi a lo Hong Sang-soo (la canción; momentazo); violentos cenitales; reencuadres maravillosos (esa ventana divisoria entre cocina y salón); etc. Me parece mucho más teatral algo como Un dios salvaje (tampoco creo que lo sea).

Recuerdo, por ejemplo, la asombrosa expresividad de la violenta escena del tamborileo: los ángulos de cámara, los insertos subjetivos, las líneas que dibujan los personajes en el cuadro, ese rictus de Shaw, la concatenación de planos... y remata con un corte abrupto a negro que engancha con lo del otro fulano rasgando el papel (con un manejo brutal del tempo fílmico... hoy en día se me ocurre mencionar a Zahler).

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os juro que no sé explicar de que va....¿alguien que la haya visto? y de una explicación...

"The weasel under the cocktail cabinet".

Ahora sin coñas, si tuviera que definir de qué trata con una sola palabra diría alienación.

De hecho, a mí me gusta verla (esta adaptación de Friedkin) como una primera aproximación a lo que será El exorcista: la representación de una posesión diabólica mediante la cual se le arrebata a un individuo su libre albedrío (aunque sospecho que los demonios de Pinter eran mucho más mundanos).

También hay algo extraordinariamente actual en el personaje de Shaw; un tipo que vive una fantasía de poder (autoinducida o no) equiparable (en cierta forma) a la que pueden sentir los que se pasan el día pontificando en twitter.

Desde luego es un Friedkin fundamental (su primera gran película) y todas sus obsesiones como cineasta están ya aquí (y reverberan claramente hasta su última cinta, Killer Joe, que tiene muuuucho en común con esta fiesta de cumpleaños).
 
es muy teatro filmado

Con lo de teatral, discrepo. Yo creo que Friedkin despliega una amplia gama de recursos puramente fílmicos para dotar a la (su) obra de una marcada personalidad (casi la hace suya).

Hay un gran trabajo de cámara y de composición; elocuentes juegos con espejos (reflejos), luces y sombras; movimientos de cámara concisos y expresivos; primeros planos potentísimos; zooms casi a lo Hong Sang-soo (la canción; momentazo); violentos cenitales; reencuadres maravillosos (esa ventana divisoria entre cocina y salón); etc. Me parece mucho más teatral algo como Un dios salvaje (tampoco creo que lo sea).

Recuerdo, por ejemplo, la asombrosa expresividad de la violenta escena del tamborileo: los ángulos de cámara, los insertos subjetivos, las líneas que dibujan los personajes en el cuadro, ese rictus de Shaw, la concatenación de planos... y remata con un corte abrupto a negro que engancha con lo del otro fulano rasgando el papel (con un manejo brutal del tempo fílmico... hoy en día se me ocurre mencionar a Zahler).

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os juro que no sé explicar de que va....¿alguien que la haya visto? y de una explicación...

"The weasel under the cocktail cabinet".

Ahora sin coñas, si tuviera que definir de qué trata con una sola palabra diría alienación.

De hecho, a mí me gusta verla (esta adaptación de Friedkin) como una primera aproximación a lo que será El exorcista: la representación de una posesión diabólica mediante la cual se le arrebata a un individuo su libre albedrío (aunque sospecho que los demonios de Pinter eran mucho más mundanos).

También hay algo extraordinariamente actual en el personaje de Shaw; un tipo que vive una fantasía de poder (autoinducida o no) equiparable (en cierta forma) a la que pueden sentir los que se pasan el día pontificando en twitter.

Desde luego es un Friedkin fundamental (su primera gran película) y todas sus obsesiones como cineasta están ya aquí (y reverberan claramente hasta su última cinta, Killer Joe, que tiene muuuucho en común con esta fiesta de cumpleaños).

Hombre yo me referia (con respecto a la referencia teatral) más al rollo personajes enclaustrados dentro de una misma localizacion durante toda la pelicula... está claro que Friedkin como Lumet o Polanski sabe y tiene recursos para esquivar la bala de provenir de ese texto "teatral"...

No es mi tipo de película más allá que me pueda llamar la atención su puesta en escena... pero me alegro que otra gente sepa sacarle el jugo a este tipo de películas.
 
Hoy justo me he revisado french connection...poco se puede añadir, funciona como un reloj suizo y el toque semi documental hace que no envejezca un ápice.
Me ha llamado la atención la escena del accidente de tráfico con los cuerpos quemados que sirve como excusa para que Popeye tenga una segunda reunión con el jefe de policía fuera del escenario de la comisaría...no hacía falta pero le da frescura el cambio de loca.
 
A la caza

Recordada sobre todo por la polémica imagen que ofreció de la comunidad gay (como suele ocurrir, todos tienen su parte de razón y todos se equivocan en estas controversias) y por las numerosas secuencias en locales de ambiente leather, funciona a modo de retrato de esta subcultura en una época de desenfreno sexual, apenas unos años anterior a la irrupción del sida, pudiendo verse incluso algo premonitorio en la figura del asesino gay que mata a otros como él. Se ha visto también como una última muestra o conclusión del buen thriller policial setentero. Las escenas, muy incómodas para su tiempo, nos pueden parecer actualmente trasnochadas o incluso delirantemente kitsch, pero al parecer está todo captado de manera muy fiel, incluso en los detalles más aparentemente estrambóticos (el interrogatorio con el negraco, que roza el sinsentido), aparte de que los extras eran gente real que se movía en aquellos tugurios de depravación. Como intriga es algo confusa, como fragmentaria, un poco desesperante una investigación fallida y torpe que no avanza, las diversas subtramas… otra cosa es Pacino, su supuesta psicología torturada y bajada a los avernos mientras su vida personal (cómo no) se desmorona. Nos queda por lo tanto la duda ¿es nuestro hombre un tipo de lo más inocente, temeroso de que le contamine este mundillo infecto… o al contrario, un ser perverso, entre la tentación y el rechazo a conocer su auténtico yo? ¿Está buscando al asesino… o se está buscando a sí mismo?

El caso lo que ofrece es esa atracción por el mal y lo prohibido, más que cualquier gloria o ambición profesional. Los polis de esta peli no son precisamente heroicos, con apuntes de corrupción, hipocresía e intereses políticos detrás, difuminándose incluso ambos “bandos” (la fiesta temática de policías)… son las zonas de sombra las que enriquecen un film cuyo desenlace continúa generando dudas, ciertas pistas que parecen indicar que el mal nunca abandonará al prota (su mujercita, las prendas de cuero y mucha mala leche), que la rueda del crimen continúa girando, muriendo los inocentes. El plano que cierra vuelve a ser el de un barquito, pero ahora sin Boccherini y con punk. Pacino como cebo, paralelismos físicos con el asesino (se visten y se mueven igual), una relación paternofilial tormentosa a sus espaldas. Las visiones tanto negativas como positivas (el chico sensible y con inquietudes artísticas) quizá vamos teniéndolas superadas, afortunadamente. La fuerza visual irrumpe en un puñado de ocasiones, como la del baile puesto de popper, con cambios bruscos de color en la imagen, el asesinato en la cabina de proyecciones (en general muy cuidadas las muertes)… aunque chirrían recursos como ese fundido circular en la biblioteca, que es criminal del todo, o unos insertos que dejan bastante clara, creo yo, la identidad del malo; la película es ambigua en unos cuantos puntos, pero podría haber llevado dicha ambigüedad mucho más lejos de haber querido.


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A la caza

Recordada sobre todo por la polémica imagen que ofreció de la comunidad gay (como suele ocurrir, todos tienen su parte de razón y todos se equivocan en estas controversias) y por las numerosas secuencias en locales de ambiente leather, funciona a modo de retrato de esta subcultura en una época de desenfreno sexual, apenas unos años anterior a la irrupción del sida, pudiendo verse incluso algo premonitorio en la figura del asesino gay que mata a otros como él. Se ha visto también como una última muestra o conclusión del buen thriller policial setentero. Las escenas, muy incómodas para su tiempo, nos pueden parecer actualmente trasnochadas o incluso delirantemente kitsch, pero al parecer está todo captado de manera muy fiel, incluso en los detalles más aparentemente estrambóticos (el interrogatorio con el negraco, que roza el sinsentido), aparte de que los extras eran gente real que se movía en aquellos tugurios de depravación. Como intriga es algo confusa, como fragmentaria, un poco desesperante una investigación fallida y torpe que no avanza, las diversas subtramas… otra cosa es Pacino, su supuesta psicología torturada y bajada a los avernos mientras su vida personal (cómo no) se desmorona. Nos queda por lo tanto la duda ¿es nuestro hombre un tipo de lo más inocente, temeroso de que le contamine este mundillo infecto… o al contrario, un ser perverso, entre la tentación y el rechazo a conocer su auténtico yo? ¿Está buscando al asesino… o se está buscando a sí mismo?

El caso lo que ofrece es esa atracción por el mal y lo prohibido, más que cualquier gloria o ambición profesional. Los polis de esta peli no son precisamente heroicos, con apuntes de corrupción, hipocresía e intereses políticos detrás, difuminándose incluso ambos “bandos” (la fiesta temática de policías)… son las zonas de sombra las que enriquecen un film cuyo desenlace continúa generando dudas, ciertas pistas que parecen indicar que el mal nunca abandonará al prota (su mujercita, las prendas de cuero y mucha mala leche), que la rueda del crimen continúa girando, muriendo los inocentes. El plano que cierra vuelve a ser el de un barquito, pero ahora sin Boccherini y con punk. Pacino como cebo, paralelismos físicos con el asesino (se visten y se mueven igual), una relación paternofilial tormentosa a sus espaldas. Las visiones tanto negativas como positivas (el chico sensible y con inquietudes artísticas) quizá vamos teniéndolas superadas, afortunadamente. La fuerza visual irrumpe en un puñado de ocasiones, como la del baile puesto de popper, con cambios bruscos de color en la imagen, el asesinato en la cabina de proyecciones (en general muy cuidadas las muertes)… aunque chirrían recursos como ese fundido circular en la biblioteca, que es criminal del todo, o unos insertos que dejan bastante clara, creo yo, la identidad del malo; la película es ambigua en unos cuantos puntos, pero podría haber llevado dicha ambigüedad mucho más lejos de haber querido.


Ver el archivo adjunto 30083
a mi me parece una extraordinaria pelicula.
 
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