Un momento de delirio general llega cuando a
Saray y
Tatiana se les ocurre que
Gerardo es
Bruno, ese actor portugués que entró en la novena edición como supuesto concursante de intercambio (sin intercambio) y con el encargo de desestabilizar un poco, aunque salió bastante rana. Recordaréis muchos que cuando debía abandonar la casa y descubrir su juego le hicieron simular que se encerraba en el cuarto de baño. También que dijo haberse enamorado de
Judit, ganadora de esa edición, cuyas bragas olía delante de sus atónitos compañeros.
Saray dice estar segura de que es la misma persona, algo distinto pues entonces llevaba una coleta en el pelo. Menuda memoria fotográfica pre-digital y defectuosa que tiene la gallega. Incluso llega a decir que tiene la misma voz. Claro, el acento portugués de madrileño pijo es inconfundible. Entran todos en delirio colectivo y
Saray llega a decir que es capaz de entrar al
jacuzzi desnuda de lo segura que está. Yo no entiendo nada, ¿qué diablos les han metido en la cena?