Bueno, pues al final no ha hecho falta reinstalar desde cero. El mismo pendrive que usé para la instalación original, manteniendo la partición EFI del disco destino tal cual, y se ha instalado High Sierra como si de un Mac original se tratase. Es más, ya puestos a hacer experimentos locos, le dije que se actualizase tal cual a la 10.13.3... ¡y lo ha hecho! Sin problema alguno.
Tan solo he tenido que reinstalar los drivers de audio con MultiBeast, y poco más. El equipo es plenamente operativo, con todos los puertos USB 3 funcionando, incluso los frontales, con la gráfica (RX580) reconocida como tal y a pleno rendimiento... Todo perfecto. Y menos cuelgues incluso que con el MacBook Pro.
De hecho, ninguno hasta el momento.
Lo único que no he conseguido que tire es la suspensión. Tengo que hacer pruebas a ver si es por la gráfica como se comenta por ahí (retirándola), pero he hecho todo lo que se supone hay que hacer (modificar unas cadenas para que MacOS reconozca las cinco salidas de la gráfica y no se empeñe en adjudicarle las seis de la Radeon que monta Apple), pero sigue igual. Se pone la pantalla en negro, pero no se apagan los ventiladores ni demás, y lo que es peor... ya no sale de ese estado.
Pero bueno, es un mal menor. Apago el equipo y al encenderlo de nuevo tengo todo como estaba, y con un SSD tampoco es tanta la diferencia. Solo me queda conseguir que en Clover funcione eso del "last booted", que no va y me obliga a elegir MacOS como sistema de arranque si o si en el inicio, sin hacerlo automáticamente. Pero como digo, cuestiones menores.
Bueno, voy a sacar la ATI a ver que pasa.