La mayoría de los usuarios no ven las fotos que hacen con sus móviles en otro dispositivo o soporte distinto a la pantalla de su móvil. Algunos las verán además en un tablet, en la pantalla del ordenador o en la TV, y es que el nivel de exigencia ha bajado muchísimo y el usuario medio se conforma con bastante poco.
Aunque las cámaras de los móviles mejoran día a día, el tamaño de sus sensores es su mayor limitación para obtener una buena calidad de imagen. Eso y la limitación impuesta por la física que condiciona el tamaño de las ópticas que se utilizan.
Mi Canon 6D usa un sensor full-frame de 43,3mm (1,7 pulgadas) de diagonal que aloja 20 millones de pixeles, mientras que el sensor APS-C de mi Fujifilm X100F tiene 28,3mm (1,11 pulgadas) y en el que han metido 24 millones. Y cuando comparo la calidad de imagen de ambas en situaciones similares, siempre sale ganando el sensor Full Frame.
Sin embargo, tengo las dos cámaras y cada una tiene su momento. Un buen sensor full-frame requiere ópticas más grandes y pesadas. La 6D la uso con un zoom 24-105 F4L, muy versátil y no tan pesado como otras ópticas, pero cuando quiero ir ligero, la calidad de la X100F con su óptica fija equivalente a un 35mm en full-frame, me resulta suficiente.
Y aún así, la mayoría de las veces en las que "veo fotos", nunca tengo ninguna de las dos cámaras a mano y por eso me parece fundamental una buena cámara en el móvil, para poder captar esas imágenes en cualquier momento sin más que llevarte la mano al bolsillo y sacar ese móvil que siempre va contigo.
Las fotos que se publicaron ayer supuestamente tomadas con un iPhone Pro 11 Max, comparadas con otra supuestamente tomada con un iPhone X, son un poco tendenciosas.
La del iPhone X es una fotografía mal tomada que podría haberse realizado mucho mejor. Tengo un iPhone X y no se me ocurriría decir que tiene una cámara buena, pero sí "resultona" y desde luego mucho mejor que la de los modelos anteriores. Hago muchas fotos con poca luz y ahí flojea bastante, pero se pueden conseguir resultados como estos.
El ejemplo tomado con la del iPhone Pro 11 Max sorprende por sus colores. Cuando intentas "levantar las sombras", el color se suele resentir y aunque se nota que se ha forzado, el resultado es bastante natural.
Pero si os fijáis bien, los tonos de piel están regular y se nota mucho la reducción de ruido, que deja la cara de la modelo con un efecto acuarela bastante pronunciado.
Yo estoy dispuesto a pagar por una buena cámara en un móvil, pero espero que sea buena de verdad... y con iOS. El móvil no lo uso solo para hacer fotos, y no cambiaría a Android ni aunque tuviera mejor cámara, que seguramente las haya ya, pero el conjunto que hacen el dispositivo y el software para mi no tiene rival.