El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, condenó hoy las "reacciones absolutamente desproporcionadas y contrarias al derecho internacional humanitario" por parte de Israel a los cohetes lanzados por Hamás contra su territorio, al tiempo que rechazó enérgicamente las "conductas irresponsables y provocadoras de ruptura de la tregua" por parte de Hamás.
En una declaración institucional sobre la actual situación en la franja de Gaza, donde la ofensiva israelí ha provocado desde el pasado 27 de diciembre más de 500 muertos, Zapatero advirtió a Israel de que "no hay una solución militar a la crisis", por lo que, "desde la amistad" con su Gobierno, avisó a sus responsables de que "éste no será el camino que lleve a la paz y a la seguridad de su pueblo".
El jefe del Ejecutivo avanzó que así se lo trasladará al primer ministro israelí, Ehud Olmert, con quien espera hablar en los próximos días y anunció que el presidente palestino, Mahmud Abbas, visitará Madrid "en los próximos días". Fuentes gubernamentales indicaron que la visita de Abbas podría tener lugar este jueves o viernes, días en los que el presidente palestino se entrevistaría con Zapatero.
Zapatero subrayó que tanto la actitud provocadora de Hamás como la respuesta desproporcionada de Israel "sólo conseguirán sumir a la región y a los pueblos que la habitan en la desesperanza y en la frustración" y defendió el "principio irrenunciable de que la población no puede ser tomada como rehén de los conflictos políticos".
El jefe del Ejecutivo dijo comprender "bien que la seguridad es vital para Israel y sus ciudadanos, como lo es para cualquier sociedad" o "Estado", pero, advirtió, "poner esta conquista en la fuerza de las armas sin atender a los daños enormes e irreparables a población inocente es un camino sin salida". Por ello, exigió "abrir un espacio urgente para la política y la diplomacia, para la razón y el respeto a una legalidad que la comunidad internacional debe conseguir imponer, con la misma contundencia a todas las partes".
Zapatero recordó que ha seguido desde el primer día la crisis e instruido al ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Angel Moratinos, para que, haciendo valer la interlocución de España en la región y manteniéndose en contacto permanente con los actores regionales e internacionales con influencia en la región, "España pueda contribuir a estabilizar la situación haciendo llegar también al pueblo palestino la ayuda humanitaria e imprescindible en estos momentos".
También señaló que ayer conversó con el presidente francés, Nicolas Sarkozy y el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, con quienes acordó coordinarse para "presionar conjuntamente en todos los ámbitos internacionales" para "pedir un alto el fuego inmediato". Los tres coinciden asimismo en que sean los "países árabes amigos" los que desempeñen en primer lugar un papel clave en la solución de la crisis y que la UE, en estrecha colaboración con los socios en la región, impulse una "iniciativa eficaz y operativa".
En este sentido, apostó por que se cree un "mecanismo internacional de coordinación y supervisión del alto el fuego para garantizar la seguridad de la población israelí y permitir a la población palestina una vida digna en Gaza" y anunció la "disponibilidad de España para participar en ese mecanismo internacional sea cual sea la forma que adopte".
Zapatero remarcó que la situación actual exige "retomar la senda de la reconciliación palestina bajo su legitimidad internacionalmente reconocida y restablecer la plena normalidad de los pasos fronterizos", dos cuestiones en las que se centrará su entrevista con Abbas.
El jefe del Ejecutivo concluyó afirmando que el único horizonte para la garantía de seguridad del Estado de Israel pasa por el acuerdo de paz". "Cada vez que se incrementa el conflicto, que se recrudece las hostilidades en la zona", se retrasa "el tiempo de la solución, de la paz a través del diálogo político, del reconocimiento de los dos Estados, de fronteras justas, de respetar las resoluciones de Naciones Unidas y de un horizonte de convivencia", alertó. Esta "gravísima espiral de violencia", añadió, "amenaza con destruir esperanzas que habían renacido en los últimos tiempos para alcanzar una paz global, justa y duradera en Oriente Próximo y que amenaza con ocasionar nuevos conflictos".