Respuesta: Japón, domo arigato gozaimashita
Os voy a hacer un resumen de estos tres últimos días del viaje a Tokyo. Mañana tengo el vuelo de vuelta, así que prepararé mi culo...
El pasado martes cogimos el Japan Rail y fuimos a la localidad de Kamakura. Esta a unos cincuenta kilómetros de Tokyo por la linea Yokosuka, que también te lleva por Yokohama. Es un bonito pueblo costero, sus zonas céntricas parecen de un pueblo más pequeño, ya que tiene doscientos mil habitantes pero ves sus casas pequeñas, calles estrechas y sus locales y ves que estas en otro mundo al del bullicioso (y tranquilo) Tokyo. Una de las cosas que más ilusión me hacía de este viaje era poder contemplar el oceano Pacífico. Tened en cuenta que a excepción de un rato en Portugal, nunca había salido de España y desde hace tiempo el poder observar el oceano más grande de nuestro planeta, era algo que me hacía ilusión. Pero eso tuvo que esperar un poco, ya que primero estuvimos en el famoso Budha de Daibutsu, una estatua espectacular de trece metros de altura y en la que te puedes meter dentro. Compré algunos recuerdos para la gente que me pedía cosas de Budha y seguimos a otro templo, no bastante impresionante a decir verdad. La entrada era más cara que la del Budha y aunque estaba bonito, sabía todo más a envasado.
Después nos cogimos un tranvía que cruza el pueblo hasta la estación de Japan Rail, buscamos un sitio para comer por la zona (un restaurante de mala muerte) y comí un arroz con un guiso de pollo. Posteriormente ya volvimos a Tokyo.
El día anterior habiamos estado por Ginza, pero quise volver porque creí que faltaron cosas por ver por esa zona de Tokyo centro. Pues bien, bajamos por ahí y fuimos por las partes más exclusivas dando una vuelta. Vimos una Apple Store y pillé un Ipod de encargo que al final me comeré yo. El que me atendió resultó ser un compatriota, catalán, y nos recomendó ver la noche en Odaiba y nos habló un poco de la vida en Tokyo como extranjero. Un amigo le preguntó si podía mirar donde jugaban Go, juego al que es aficionado. No quedaba lejos de la estación de Tokyo, por lo que fuimos dando una vuelta y encontramos un club donde se jugaba. Allí había dos japoneses que habían viajado, estuvimos hablando un rato con ellos y para no desconcentrarles me bajé con la novia de mi amigo a tomar una cerveza abajo. Cara la cerveza en una taberna irlandesa. Eso si, la Guiness sabe bien. Pues nada, esperando a que bajara de jugar mi colega ahí estuvimos, hasta que llegó. Ganó, estaba más contengo que unas pascuas. Después ya volvimos para acá, y me fuí a cenar con el colega. Poco más.
Al día siguiente tocaba Odaiba. Crucero por la ría que pasa por detrás de Asakusa hasta la isla de Odaiba. Es una pasta, pero esta bonito. Desembarcamos en Odaiba y estuvimos viendo esta isla artifical un rato. Fuimos al museo de Ciencias que hay allí. Muy interesante si tenéis oportunidad de verlo. Hay varias exposiciones, pero la permanente esta verdaderamente bien y puedes ver una demostración en vivo de Asimo, el robot de Honda. Después estuvimos comiendo y tras pasear un poco me separé de mis amigos. Ellos iban a un parque temático donde te puedes dar un típico baño y relajación, además de vestirte como un tío en la época de Edo y yo quería disfrutar y ver la Isla. No hice mucho, pero a través del puerto se abre un paseo que rodea la isla hasta la copia en pequeño de la estatua de la libertad por donde se ve el Skyline de Tokyo. Espectacular el paseo de noche. Hice algunas fotos y fuí tranquilito, relajado disfrutando de esas vistas hasta que ves que poco a poco el puente en el que tengo hecha la foto se va abriendo ante tí.
Después llegué derrotado. Compramos en un supermercado unos fideos instantaneos, vimos el capítulo de Lost de esta semana y rapidamente cai rendido.
Hoy ha sido un día tranquilo. No sabiamos bien que hacer, hemos salido tarde del hotel. Al final hemos ido a Shinjuku al parque que nos quedó por ver allí. Al llegar a Shinjuku primero estuvimos comiendo en el Nakajima de nuevo (delicioso), y después ya fuimos al parque, que la verdad es el más bonito que he visto en Tokyo junto con el que hay en Shibuya, el del palacio. Allí hemos hecho unas cuantas fotos y después en una pradera nos tumbamos un buen rato. Con el solecito y todo, como dios.
Después nada, de nuevo al Metro. Mi amigo y su novia se volvieron para el Hotel y yo me fuí para Akihabara a hacer unos recados que me faltaban. Me he vuelto andando desde allí y después ya en Asakusa me los he llevado a cenar y dar un paseo por la zona. Mañana a las 13:20 sale el vuelo. A las 22:30 vuestra ya estaré en España.