Gabriel Tortella no parece ser un hombre precisamente apasionado. "Yo no me siento muy español. Es que soy español". Sin embargo cuenta que se emociona cuando escucha música de Falla o de Granados «Me toca el corazón, como también lo hacen las composiciones de Tchaikovsky o Debussy... pero no los siento tan próximos». ¿Y qué tiene que ver esto con la identidad, con el nacionalismo? "Que lo malo sería que creyese que la música española, pese a lo que me haga sentir a mí, es muy superior a la francesa o a la rusa. Eso es lo que hace el nacionalismo". Tortella (Barcelona, 1936) es uno de los historiadores económicos más prestigiosos del mundo. Doctor en Economía por la Universidad de Wisconsin y en Derecho, por la Complutense, ha sido además profesor en Harvard, Columbia, Chicago... Hace unos años, publicóLos orígenes del Siglo XXI.Un ensayo de historia social y económica contemporánea[Gadir] pero sin duda, su estudio más provocador esCataluña y España. Historia y mito en donde desmonta racionalmente el argumentario del nacionalismo catalán militante.
P.- ¿Espanya ens roba? Su libro contiene aportaciones originales sobre cómo la región ha sido favorecida por el Gobierno central a lo largo de los siglos.
R.- Sólo para que Cataluña tuviese el monopolio del algodón, España pagó el 1% del PIB. Pero ése [el ens roba] no es el único caso de victimismo que utiliza el nacionalismo. El que se cumpla la Constitución y los padres puedan elegir en qué lengua hablan sus hijos, también se considera una ataque a Cataluña...
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P.- Una parte importante de los catalanes celebrarán mañana la Diada como un acto independentista y en la pasada sesión de investidura, Tardá volvió a hablar del decretos de Nueva Planta [promulgados por Felipe V, tras la caída de Cataluña en 1714]. Es difícil combatir la mitología.
R.- A los nacionalistas les da igual todo. Tienen un relato y aunque los hechos no concuerden, no les importa. A pesar de que los decretos de Nueva Planta beneficiaron a Cataluña, como dijo Vicens Vives, insospechadamente, ellos no lo reconocen. Con un nacionalista es difícil dialogar porque no escucha. Desde que Pujol ganó las elecciones y se convirtió en virrey de Cataluña, su política fue separar Cataluña de España, con la política lingüistica, mediante el adoctrinamiento en los colegios, en la televisión... Ha repetido sin cesar que Cataluña es diferente y que ha sido sojuzgada y explotada. Mi libro y los estudios de Ángel de la Fuente, o Clemente Polo demuestran que no es así... Cataluña paga más porque es una región rica. Eso pasa en España y en cualquier estado redistributivo. ¿Y qué ha pasado cuando los economistas han rebatido las tesis nacionalistas? Pues han dejado de hablar de ello, pero siguen repitiéndolo. Ya decía Goebbels que una mentira repetida 100 veces es verdad y para los nacionalistas, las mentiras son morales