Todos los grandes medios, desde el New York Times hasta el ABC, se lanzaron ayer a difundir el bulo de los 500 muertos en un hospital de Gaza. Su única fuente era Hamas.
Hoy tenemos pruebas visuales de que sólo se han producido daños en un pequeño aparcamiento, que el hospital sigue intacto y que no hay cráter, sino una hendidura en el asfalto propia de los cohetes que usan los yihadistas.
Estos bulos sin contrastar causan una reacción emocional enorme en millones de personas, muchas de las cuales se radicalizan y acaban votando a demagogos, cuando no disparando un Kalashnikov o apuñalando a bebés en parques.
Ha llegado un punto en el que los grandes conglomerados mediáticos se han convertido en un verdadero peligro, haciendo mucho más mal que bien con sus prisas por ser el primero en dar la exclusiva, su necesidad de polemizar para recibir visitas y su talante servicial al que pisa moqueta.
Pero en vez de intentar resolver esto, nuestros gobiernos y los organismos supranacionales que los controlan están aprobando una serie de normas y directivas para poner coto a Bot_362 por compartir fotos de cucharas que se pegan al brazo.
Ahora mismo, en este momento, el comisario Europeo Thierry Breton está en el Parlamento Europeo amenazando con multas millonarias a las plataformas digitales que no censuren contenidos que la Comisión Europea considera «ilícitos».
Por supuesto, entre estos contenidos no están las mentiras y noticias sin contrastar que difunden a diario los grandes medios.
Hoy tenemos pruebas visuales de que sólo se han producido daños en un pequeño aparcamiento, que el hospital sigue intacto y que no hay cráter, sino una hendidura en el asfalto propia de los cohetes que usan los yihadistas.
Estos bulos sin contrastar causan una reacción emocional enorme en millones de personas, muchas de las cuales se radicalizan y acaban votando a demagogos, cuando no disparando un Kalashnikov o apuñalando a bebés en parques.
Ha llegado un punto en el que los grandes conglomerados mediáticos se han convertido en un verdadero peligro, haciendo mucho más mal que bien con sus prisas por ser el primero en dar la exclusiva, su necesidad de polemizar para recibir visitas y su talante servicial al que pisa moqueta.
Pero en vez de intentar resolver esto, nuestros gobiernos y los organismos supranacionales que los controlan están aprobando una serie de normas y directivas para poner coto a Bot_362 por compartir fotos de cucharas que se pegan al brazo.
Ahora mismo, en este momento, el comisario Europeo Thierry Breton está en el Parlamento Europeo amenazando con multas millonarias a las plataformas digitales que no censuren contenidos que la Comisión Europea considera «ilícitos».
Por supuesto, entre estos contenidos no están las mentiras y noticias sin contrastar que difunden a diario los grandes medios.