Los cines se quedan vacíos

Es que en este país el modelo de exhibición USA con estrenos masivos para quemar la peli en 2 findes no funciona actualmente. Sobran cines, sí.

Con menos salas las pelis se podrían aguantar algo más de tiempo y se llenarían más. Si para ver FF6 en BCN solo tuvieras el Urgel aún habría colas en sus puertas.
 
...
En mi sesión de F&F6 había una pareja con un carrito de bebé y un enano de unos 3-4 años. Afortunadamente no los tenía cerca y apenas me distrajo, pero escuché llorar al bebé alguna vez por el gallinero.
Vaya panorama, ¿no? Pues si os digo que esto fue en la sala Imax de los Cinesa Parquesur en la sesión de las 00:50h de la madrugada... :roto2
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Cuando estrenaron la de Batman el caballero oscuro, un padre estaba con dos críos en la fila 8-9 y no debían tener más de 5 añitos la mayor y el crío no pasaría de los 3... cuando salió el joker se pusieron a llorar... ante la lógica "reprimenda" de parte de la sala para que los niños se callaran, el padre, ni corto ni perezoso, se puso en la fila 2 a verla... claro, allí los llantos de los críos quedaban disimulados por el volúmen sonoro del cine, pero si en las filas 8-9 el joker ya acojonaba... imaginaros en la fila 2... aquellos niños era puro terror lo que tenían, y siempre me ha quedado mal cuerpo de no haberme levantado y pegarle dos buenas ostias al cabrón de ese padre que prefirió ver la peli a evitar un severo disgusto a sus hijos que, no me cabe duda, recordarán ese dia mientras vivan.
 
Como mis padres con "E.T".Yo tenía tres años e imagínate la impresión cuando apareció "el bicho" por primera vez.Mi madre cuenta que empecé a llorar y tuvo que sacarme un rato,luego me quedé dormido.

Menos mal que mis padres eran cabales y no repitieron la experiencia.:cafe

A día de hoy me sigue dando miedo "el bicho" y tengo 33 años.:cortina
 
Nos ha jodido, como que la primera aparición de ET es de cine de terror total, con ese maizal y ese chillido porcino. O lo de la cabaña iluminada.
 
A mi E.T. los primeros 10-15 minutos me causaban auténtico pavor. Esa BSO, esa ambientación, esa sala humeante con setas que se iluminan por dentro... y ya le sumas ese chillido gutural corriendo entre maizales como bien dice Duss tenemos un filme que no es pa' todos los públicos.
 
Y ya no hablemos de cuando ponen la casa de Elliot en cuarentena, y la simbiosis entre Elliot y ET cuando se mueren. Yo con E.T. de niño pasaba miedo, pero de este miedo sano que te da gustirrinín, en plan que por una parte te tapas los ojos para no mirar pero por otra parte no puedes evitar echar un vistacillo por el rabillo del ojo (lo mismo que me pasaba con Doctor Who). Vamos, que nunca dejé de disfrutar la peli por sus momentos más escalofriantes, aunque conozco a más de un@ que ha quedado traumatizado y que ha sido incapaz de volver a ver la peli desde entonces. A una amiga, hasta le regalé un ET de peluche, para que se fuera acostumbrando a su presencia y se atreviera a ver la peli, pero creo que lo guardó en una caja y lo mandó para el trastero :cuniao
 
Jostias, sí. Se me olvidaba. Ese momento donde los "astronautas" entran en la casa y E.T. está en el suelo del baño, hecho una croqueta enharinada y pega ese grito desgarrador... :inaudito
 
Batacazo histórico de los cines españoles

Carlos Prieto 17/06/2013 (06:00)



Que la taquilla española tenga su peor fin de semana de todos los tiempos empieza a no ser noticia. Desde que salieron los primeros rayos de sol primaverales (finales de abril) los cines han vivido varios mínimos históricos, pero nada comparado con el hundimiento de este fin de semana: 2,1 millones de euros de recaudación. Las cinco películas más vistas han sido Resacón 3, Trance, Fast & Furious 5, Un invierno en la playa y El gran Gatsby. La mejor
media
por copia ha sido para Un invierno en la playa con unos tibios 1.580 euros (equivalente a 210 espectadores por local).

Para que se hagan una idea de lo desastroso de una cifra total que apenas supera los 2 millones de euros: hasta este año, los tres peores datos (siempre coincidiendo con finales y semifinales de mundiales y eurocopas) habían basculado entre los 3,65 millones y los 3,85 millones de euros. El fin de semana más negro de 2012 se recaudaron 3,83 millones de euros. La comparación ni siquiera tiene en cuenta la fuerte subida del precio de las entradas en los últimos meses.

Tomemos en cuenta el número de espectadores: el dato más bajo hasta ahora eran los 560.000 que fueron al cine mientras la televisión retransmitía el momento álgido del Mundial de Sudáfrica. Cifra que ahora parece estratosférica en contraste con los 300.000 espectadores de este fin de semana.

Resumiendo, se recauda la mitad de lo que hasta ahora era considerado un desastre. El estreno el próximo viernes de El hombre de acero, relanzamiento del personaje de Súzperman, debería dar un respiro a las menguadas arcas de los cines españoles. La clásica dependencia de los blockbusters de Hollywood se ha hecho aún más evidente desde que se agudizó la crisis de asistencia.

Marcas de pesadilla

La cifra de espectadores de cine en España lleva desplomándose desde hace una década: 143,93 millones (2004), 127,65 (2005), 121,65 (2006), 116,93 (2007), 107,81 (2008), 109,99 (2009), 101,60 (2010), 98,34 (2011) y 90 (2012). Es pronto para predecir qué pasará de aquí al 31 de diciembre, pero todo apunta a una caída estrepitosa y sin precedentes (mundiales). Durante el primer trimestre del año la venta de entradas descendió un 7% respecto al mismo periodo del año anterior, pero eso era antes de que la taquilla empezara a batir marcas negativas históricas…

Durante el mes de mayo se recaudaron 22,5 millones de euros y se vendieron 3,2 millones de entradas. Un 33% menos que en el mismo periodo de año anterior y un 50% menos que en 2011.

En una paradoja de alto significado político, el desplome de la recaudación también está menguando los ingresos de Hacienda. Todo pese a que el objeto de la polémica subida de IVA era precisamente aumentar la recaudación estatal.

El IVA del cine en España es el más alto de los 17 países de la eurozona, donde la media es del 10,1%. El IVA de Francia y Alemania es del 7%. Los mercados cinematográficos de Letonia y Portugal se hundieron un 20% tras subir el IVA de las entradas al 21%: “En ambos casos, los ingresos fiscales que obtuvo el Estado de la exhibición disminuyeron tras la subida del IVA”, afirmó la MPAA, lobby de los grandes estudios de Hollywood, en una carta colectiva (y profética) enviada a Mariano Rajoy el pasado mes de diciembre.

Menos espectadores, menos cines

Otra consecuencia de la bajada de espectadores: el cierre de cines. El brutal y caótico ajuste industrial que está sufriendo el sector en los últimos tiempos se ha cobrado una nueva víctima: el grupo valenciano Ábaco-Cinebox inició hace unos días su proceso de liquidación, según informó ayer la web Entrada Numerada.

A la espera de que el juzgado nombre a los administradores concursales, los 19 complejos (250 pantallas) que aún poseía el grupo parecen abocados al cierre si la competencia no compra alguno durante la liquidación.

Ábaco-Cinebox ha sido víctima de la caída de espectadores y la subida del IVA, pero también de una gestión arriesgada antes del estallido de la crisis financiera. El clásico caso de endeudamiento excesivo. Ábaco compró CineBox en 2006 por 60 millones de euros. Se convirtió así en la tercera cadena cinematográfica del país con 42 cines, 450 pantallas y 1200 empleados. Pero al año siguiente, el grupo entró en concurso de acreedores. En 2011, salió del concurso tras acordar con sus acreedores una quita (descuento) del 70% de la deuda. El principal acreedor del grupo cinematográfico era la banca valenciana Bancaja, que meses después viviría su propio proceso de autodestrucción.

Consecuencias de la crisis de Ábaco-Cinebox: Pontevedra se convirtió ayer en la primera capital de provincia española sin cine tras el cierre de la sala Cinebox Vialia. La empresa dueña del cine debía varios meses de alquiler. El local estaba pendiente de desahucio.


Batacazo histórico de los cines españoles - elConfidencial.com
 
:inaudito ciertamente pinta terrifico el tema. Y es que la subida del IVA, para mi es la principal culpable, ha hecho muuucho daño. La gente se esta apretando el cinturon cosa mala, y claro si encima el ocio te lo joden mas todavia pues... blanco y en botella. Es una situacion de libro de por querer recaudar mas, terminas recaudando menos, y lo que es peor cierran las empresas con lo que no se puede recuperar despues.
 
Bueno, pues es curioso ver como la mayoría de la gente lo ve igual que tú, pero hay zopencos y eruditos que creen que subiendo impuestos se recauda más y mejor.

No se han molestado en pararse a pensar, que si la industria del cine, que no tienen capacidad para modernizarse ni ir a la par de las nuevas tecnologías, y por consiguiente perder recursos y generación de ingresos, le añades el pullazo que significa un subida brutal de impuestos, acabarás con la gallina.

Ciertamente, algunos solo piensan en los huevos, sobre todo en tocárselos y ganar más dinero con el arte de perfilarlos tranquila y sosegadamente mientras los demás se van desangrando.
 
Yo es que hasta me estoy pensando ir a Superman o no. Y porque tengo la doblecero esa del corte inglés y la entrada me saldría 6.5.

Y yo ya creo que no es ni lo del IVA, aquí Yelmo avisó que no iba a subir los precios y no los subió. Siguen costando lo mismo. Sencillamente, NO HAY UN PUTO DURO.
 
La Doblecero ya es historia y no sirve como descuento en los Yelmo. Eso sí, tienen dos días del espectador.
 
Joder, ya no valen? ME CAGÜEN KRIPTON. 7.5 € me van a clavar este viernes. Vamos, que me espero a lunes-jueves que con la tarjeta yelmo son 6 €.
 
Este pasado Sábado en la sesión de las 20:00h en un gran centro comercial de BCN la típica mega multisala sin colas, sin gente y prácticamente vacía. Un solo empleado en taquillas, cuando no hace mucho había unos ocho.
 
es que los estrenos eran una mierda

porque nadie se pregunta por los retrasos de las pelis, como por ejemplo, el retraso de Star Trek 2 que digo yo que recaudaria un poquito mas que Trance o estos estrenos menores que ha habido

luego cuando la estrenen dentro de un mes se quejaran de que no van a verla, es que cuando la estrenen ya nadie se acuerda de ella, ni los que la vieron en un pase hace meses
 
Joder, ya no valen? ME CAGÜEN KRIPTON. 7.5 € me van a clavar este viernes. Vamos, que me espero a lunes-jueves que con la tarjeta yelmo son 6 €.

Yo me esperaré al jueves, día del espectador en el Full HD del Splau, que por 4 eurillos tienes butacón reclinable.
 
Ni la tarjetaYelmo ni los puntos de Cinesa creo que no sirven para MOS, ya que es de Warner y esta es muy tiquismiwuis.
 
7.5 € me van a clavar este viernes. Vamos, que me espero a lunes-jueves que con la tarjeta yelmo son 6 €.

tu cada cuando vas al cine? por 1.5 euros cambias de plan?

pregunto

aqui, en bcn, viernes y adelantada = +10 euros. :cafe

Cuando uno no tiene trabajo o tiene poco, 1.5 de más jode. 7.5 € que luego te vas por ahí (SALGO, VIVO) que se convierten en 10 euros. Y la noche es muy laaaaaaaarga...
 
Cine y salir por ahi solo 10 euros? No me salen los numeros.

Tanto cuesta ir en dia del espectador? Son 6 euretes, eh.

No, a ver, a que gustito nos vamos a quedar viendo MAN OF STEEL gratis, en horario perfecto y en una de las mejores salas de la ciudad! :atope
 
LHP:
http://www.lashorasperdidas.com/index.php/2013/06/19/una-apuesta-de-futuro/

Una apuesta de futuro. El cine en las salas se está extinguiendo y hay que hacer algo antes de que sea demasiado tarde.

2013 está siendo con diferencia el peor año para nuestras salas de cine y para la industria cinematográfica de nuestro país. Durante el segundo trimestre de este año se han batido varios récords a la baja en asistencia y recaudación en salas, sin ir más lejos, esta semana hemos batido el record absoluto a la baja en lo que a asistencia se refiere y con una recaudación total de unos miserables 2,2 millones de euros. Todo esto está acelerando y determinando el cierre de muchas de las salas, siendo el ejemplo más mediático la radical merma de la cadena Renoir, que el pasado mes de Abril anunciaba el inminente cierre de 180 de sus 200 salas.
panicocines

Los motivos son muchos. Hay algunos de muy largo recorrido como el de la piratería, que ya a principios de la década pasada hizo habitual la compra de películas a los manteros para ser paulatinamente sustituida por la descarga de copias que se ponían en circulación en la red de forma ilegal. Una forma de consumir cine, series, música, libros o cómics que ha hecho una dura mella en el sector cultural y contra la que todas las medidas puestas hasta la fecha se han visto inútiles en una mezcla de falta de eficiencia y dejadez. Eso ha llevado a que en poco más de una década la imagen de la cultura como un bien esencial para la sociedad se haya devaluado drásticamente. Por desgracia se hace patente que no se valora aquello por lo que no se paga y el desdén con el que muchas veces se habla de todas estas industrias es ejemplo de ello.

La burbuja creada en la segunda mitad de los 90 en torno a las salas de cine también se ha pinchado. Un parque de salas que en 1995 era de 2090 salas (tras una evolución estable desde las 1882 de 1988), vio incrimentado su número hasta 4.401 en 2005, año a partir del cual la burbuja empieza a desinflarse. ¿Por qué? Pues por exceso de salas y porque un cambio en normativa urbanística permitió a locales emblemáticos cambiar su uso de espacio cultural a espacio comercial. Así vimos en Madrid y Barcelona a muchas salas emblemáticas del centro de las ciudades reconvertirse en tiendas de ropa de grandes cadenas. Otra forma más de devaluar la imagen del cine y la cultura. Desde ese año, y potenciándose poco a poco con la crisis, las salas no han dejado de cerrar siendo seguramente este 2013 el peor año que vamos a vivir a ese respecto. A falta de datos definitivos del ministerio se estima que el número de salas en 2012 ascendía a 3.813, 588 menos que en 2005, y 231 menos que en 2011. Un cierre que afecta sobre todo a pequeños cines frente a los grandes multicines como comentan en este artículo de Terra. Sirva como hecho a tener en cuenta que las capitales de Pontevedra y Soria ya no cuentan con cines, ojo, esto es serio.

Mientras tanto, los precios de las entradas no han dejado de subir. En 2004 el precio medio de una entrada era de 4,80€, en 2012 ascendía a 7,24%. Un incremento del 36%, frente al 19% del IPC en ese mismo periodo. Es cierto que los exhibidores han tenido que afrontar muchos cambios tecnológicos o de confort en las salas. Digitalización de salas, sistemas de sonido en evolución constante, implantación del 3D, proyectores a 48fps, proyectores 4K, y suma y sigue. Eso, un mercado cada vez más renqueante y la estocada que ha supuesto el IVA del 21% ha dejado a los propietarios de las salas con el culo al aire. Paralizados, ahora algunos empiezan a plantearse bajar precios de forma sensible, pero sigue siendo un movimiento tímido porque la situación es tan mala que una mala estrategia puede llevar todo al traste, aunque lo actual sólo garantiza una muerte lenta.

Luego está el tema específico del cine español. Entre el abuso habitual del sistema de subvenciones por el clásico “hecha la ley, hecha la trampa” y la politización de parte del sector, el cine español tiene una imagen muy desprestigiada desde hace mucho tiempo. No ayuda tampoco que se siga insistiendo machaconamente en tópicos que hace mucho que no son reales (cine español = guerra civil, putas y malas comedias) y que casi siempre los mantienen personas y medios de una tendencia política opuesta, que, para colmo, fardan de no ir nunca a ver cine español en una especie de fiesta de la ignorancia flipante. Por todo esto, la imagen de nuestro cine sigue siendo la de ROJOS MANTENIDOS POR EL ESTADO Y QUE VIVEN A CUERPO DE REY. Yo sólo puedo decir que de la gente que he conocido rico no hay ni uno, algunos hasta siguen viviendo con sus padres o comparten piso. Además, con la crisis, se han reducido las ayudas un 30% y se han cambiado ciertos criterios a la hora de producir cine, y resulta mucho más fácil conseguir dinero para una gran producción que para una mediana. Todo esto está llevando a polarizar el cine entre películas importantes y películas de muy bajo presupuesto, que muchas veces se producen ya al margen de la industria y cuyas posibilidades de sacar beneficio, por mucho Internet que haya, son escasas. Es decir, o negociazo o amor al arte. Todo lo que sea crear algo intermedio y sostenible es cada vez más complicado.

Es cierto que muchas veces se ha hablado de cambiar la política de subvenciones y de protección a nuestro cine. El cacareado modelo francés, por ejemplo, que no paga parte de una película, sino que en función de su éxito da al productor más margen para producir la siguiente. Eso junto a una mayor presencia en salas de su cine. Un sistema protector en cuanto a cuota de pantalla, pero que fomenta más el “mérito” en lo relativo a las subvenciones. Un sistema que suena mejor, pero ante el que algunos productores de vieja escuela, y acomodados en sus respectivas formas de defraudar al sistema actual, no es que se hayan mostrado muy insistentes. Ahora bien, la gran traba para cambiar aquí las cosas a un sistema más protector y a la vez más justo a nivel de industria, no ha sido otra que la propia industria de Hollywood. No nos engañemos, quien más gana con que el cine español y europeo tenga poco éxito son las majors, que ganan así presencia en salas. Una de las medidas que muchas veces se ha planteado era obligar a estrenar un porcentaje razonable de copias en V.O., pero eso supone recaudar menos cantidad por copia, por tanto, menos copias y menos dinero. Estados Unidos en esos casos hace lo que mejor sabe hacer: “no me toques los huevos o te los toco yo a ti” o lo que es lo mismo, si impides que el audiovisual norteamericano campe a sus anchas, ellos te van a poner toda clase de trabas y aranceles en tus exportaciones en otros sectores (vino, aceite…). Además, antes hablábamos de que el cierre de salas afectaba esencialmente a cines pequeños, los grandes multicines pertenecen o están controlados en su mayoría por las majors, por lo que también controlan la exhibición. Y luego están los famoso “paquetes de películas” (si quieres el superblockbuster, te llevas por huevos un buen surtido de pelis de relleno). Es luchar contra gigantes.

Todos estos antecedentes ya los conocemos de sobra, al menos no son nuevos. Lo realmente importante es ¿qué se puede hacer para que el cine en salas perdure?

Desde luego habría que empezar por algo tan obvio como reducir el precio de las entradas de forma importante. Según algunos estudios y viendo el funcionamiento de otros mercados, bajar el precio de las entradas aumentaría sensiblemente la asistencia a las salas. Siempre es mejor tener 200 butacas ocupadas a 5€ por entrada, que tener 70 a 9€. También hay quien especula con la posibilidad de que no todas las películas cuesten lo mismo, es decir, la gente no se lo piensa a la hora de pagar 9€ para ver El Hombre de Acero, pero ni se plantea pagar eso mismo por una película como Insensibles. Igual que cuando uno va a comprar DVDs a la FNAC y elige entre distintas combinaciones de precio y tipo de peli, no sería descabellado hacer lo propio en las salas. Pero claro, esto es relativo, porque una copia en 35mm o un DCP cuesta lo mismo para uno que para otro, es más, es probable que la peli que estrena 600 copias pague menos por copia que la que estrena con 100. Con todo, merece la pena barajar esa posibilidad. También habría que normalizar el uso de bonos, tarifas planas y demás ofertas ventajosas para espectador y exhibidor.

Perseguir la piratería es otro asunto pendiente. La ley Sinde no ha servido para nada, quien quiere bajarse películas se las baja igual porque quienes se benefician de ellas en la red, los portales de intercambio de enlaces, siguen abiertos. Aquí, de todas formas, gran parte de la responsabilidad creo que está mal orientada desde hace mucho. Porque de nuevo hay que buscar al gran beneficiado de que esto no cambie, es decir, las compañías telefónicas. Éstas llevan años luchando porque contratemos el mayor ancho de banda posible y desde hace cosa de 2 o 3 años la instalación y contratación de fibra óptica se ha convertido en una prioridad. Salvo que uno tenga un negocio que requiera un gran ancho de banda, hoy por hoy no tiene demasiada lógica contratar 100Mb/s si no es para descargar pelis y juegos en tiempo récord. El gobierno (y me da lo mismo el color del mismo), consciente de que en plena crisis no conviene ponérselo difícil a las pocas empresas solventes que quedan por aquí, y a veces quizás por amiguismo (que todos recordamos la privatización de Telefónica), intuyo que hace la vista gorda pese al daño que eso supone a largo plazo. Y siendo algo que se ha tolerado durante muchos años estaba claro que no se iba a cambiar con la que está cayendo. Pero eso no quita que se trate de algo injusto para todo el sector cultural y del ocio, y ya que estos sectores les pedimos que bajen precios, al menos deberíamos dar ciertas garantías a su negocio. No me gusta pagar 9€ en el cine, vale, pero mal me van a reducir el precio a 6€ si sigo pudiendo bajar la película gratis. Tampoco ayuda esto a que portales cada vez más populares y mejor surtidos como Filmin, Waki, Nubeox y similares se consoliden. Su oferta es, en algunos casos, muy buena, tanto en precios (las tarifas planas oscilan entre 8 y 10€) como en variedad y novedad de títulos. Démosles una oportunidad.

Reducir el IVA a la cultural. Es de cajón, y más, viendo cómo se ha resentido la asistencia a las salas desde la subida del IVA. Países como Alemania mantienen un IVA del 7% para las entradas de cine (aquí teníamos un 8% hasta el pasado mes de Septiembre). Francia tiene un IVA del 5,5 más una tasa especial que oscila entre un 10 y 16% que se destina directamente a reinvertir en cine nacional. En cualquier caso, entre ambos impuestos, oscila entre 15,5% y 21,5%. Es decir, algo inferior que España pero con repercusión directa en su cine.

Esto serían medidas a corto plazo, para salvar los muebles. Pero debemos mirar más allá y entender la cultura no sólo como un sector estratégico a nivel económico, sino también a nivel social. La cultura enriquece, permite forjar una identidad, discursos críticos, ideas nuevas. En el fondo, la cultura permite crear un pensamiento mucho más allá de esa mentalidad puramente mercantilista y excesivamente funcional en la que nos estamos metiendo a pasos de gigante. Una mentalidad que nos está llevando muchas veces a aceptar lo inaceptable para conseguir objetivos cortoplacistas perdiendo cosas mucho más importantes en el camino. Lo vemos cada día en cómo se están replanteando a nivel ideológico cosas tan básicas como la educación, la sanidad, las pensiones. Convirtiendo todo eso en una mera cuestión de rentabilidad económica, reduciendo al ser humano a algo que debe producir un beneficio y que cuando deja de hacerlo es mejor prescindir de él. La cultura nos enseña a ser humanos.

Es por eso que habría que hacer todo lo posible para que algo con tanta solera como el cine y el audiovisual, con más de 100 años de historia, se enseñara en los colegios. Es absurdo pensar que es más importante enseñar latín antes que audiovisuales, cuando lo segundo es algo que consumimos con ansiedad cada día pero que nadie nos enseña a valorar de forma crítica y creativa. Es algo que llevo pensando desde hace muchos años y que me alegra ver que hay gente dispuesta a llevarlo a la práctica. Lo de enseñar cine en las escuelas es, además, una reivindicación del sector europeo desde hace más de diez años y pese a todas las reformas educativas que hemos pasado en este país, ninguna ha tenido en cuenta algo que, para mí, resulta obvio. Igual que se enseña a leer y a analizar textos debería hacerse lo mismo con el cine.

Tampoco estaría de más, quizás, tratar de despolitizar el sector. No es que me parezca mal que actores o directores se pronuncien, de hecho, casi siempre coincido políticamente con ellos y, aunque no lo hiciera, es un derecho que tenemos todos. El problema es que eso ha llevado a que la derecha mediática tome la parte por el todo, la misma derecha que, por otro lado ensalza el cine americano frente al español, siendo EE.UU. un país donde la gente de la cultura se pronuncia políticamente de forma habitual. El problema es que esto es Españistán y tratar de hacer un debate de ideas y no de prejuicios a estas alturas es muy complicado, sólo será posible si descongestionamos la carga política y demagógica que circula en torno al cine. Que sea algo que sintamos todos como propio y no como algo eternamente sesgado.

Desde luego esto sólo son ideas, algunas puede que tengan difícil implantación, es posible que haya muchas mejores, pero es clave buscar soluciones con urgencia. En definitiva, el cine es una industria estratégica, es parte esencial de nuestro ocio y, ante todo, es parte de nuestra cultura y como tal, nos enriquece como personas. Si dejamos que mueran las salas morirá un poco de nosotros con ellas y seguiremos dando pasos hacia esa robotización mental que sólo encuentra respuesta en un cinismo que todo lo inunda y que sólo ayuda a desencantarse aún más con todo.
 
Es por eso que habría que hacer todo lo posible para que algo con tanta solera como el cine y el audiovisual, con más de 100 años de historia, se enseñara en los colegios. Es absurdo pensar que es más importante enseñar latín antes que audiovisuales, cuando lo segundo es algo que consumimos con ansiedad cada día pero que nadie nos enseña a valorar de forma crítica y creativa. Es algo que llevo pensando desde hace muchos años y que me alegra ver que hay gente dispuesta a llevarlo a la práctica. Lo de enseñar cine en las escuelas es, además, una reivindicación del sector europeo desde hace más de diez años y pese a todas las reformas educativas que hemos pasado en este país, ninguna ha tenido en cuenta algo que, para mí, resulta obvio. Igual que se enseña a leer y a analizar textos debería hacerse lo mismo con el cine.
Totalmente de acuerdo con esto. El ser capaz de analizar, descodificar y criticar lenguajes audiovisuales en la sociedad de hoy en día es una competencia educativa fundamental.

Aunque, quien sabe, del mismo modo que muchos chavales le cogen tirria a la lectura y a los libros por culpa del colegio igual con el cine acababa pasando lo mismo :cuniao
 
Warner Bros, la primera en reducir el coste del alquiler de sus películas para bajar el precio de la entrada de cine


Esta misma semana, con motivo de la celebración de Madrid de Cine, el presidente de FAPAE, Pedro Pérez, proponía acometer una política agresiva de precios con las entradas de cine. “Creo que debemos actuar para recuperar espectadores, tenemos que utilizar la palanca del precio. Si el que paga piensa que la entrada de cine es cara entonces debemos activar una política de precios agresiva para hace que vuelva al cine”. Todo hacía indicar que algo se estaba cocinando y dicho y hecho, Warner Bros. ha sido la primera distribuidora en instrumentar medidas para reducir el precio de las localidades de cine en España.

En una carta remitida a los empresarios de exhibición Warner argumenta que “dada la pésima situación en la que se encuentra nuestra industria, debido a la grave crisis económica que el país viene atravesando, además de la lacra que la piratería está suponiendo y el incremento del IVA” y la multinacional muestra su preocupación por “el deterioro imparable que viene sufriendo la taquilla semana a semana y como empresa con vocación innovadora sentimos la responsabilidad de plantear iniciativas que sirvan de estímulo para recuperar la asistencia a las salas”.

Ante esta situación Warner Bros. propone al mercado una rebaja condicionada de sus precios de hasta un 13 por ciento, cifra que en opinión de la ‘major’ cubre con creces la repercusión del incremento del IVA, a todos aquellos exhibidores que repercutan esta rebaja a los espectadores. Warner aclara en su comunicado que esta rebaja no sería inmediata y que se produciría a primeros de 2014, aunque con carácter retroactivo a 14 de junio 2013, una vez contrastada la reducción en los precios medios separados por formato, (2D / 3D) de cada exhibidor, utilizando como referencia la recaudación y espectadores de las películas de Warner Bros facilitada por los exhibidores en los reportes de taquilla. “Solo entonces procederíamos a realizar un abono de la cantidad resultante a cada empresa en idéntica medida a la que cada exhibidor haya repercutido la rebaja en su taquilla, con un máximo aceptado del ya citado 13 por ciento”, apunta el comunicado.

La filial española que dirige Pablo Nogueroles manifiesta que la propuesta “es un gesto comercial, totalmente excepcional, que Warner Bros quiere ofrecer a sus clientes de manera puntual con el ánimo de fomentar la asistencia a vuestras salas y en ningún caso debe entenderse como una modificación de las actuales condiciones comerciales en vigor, ya que éstas son ajenas al planteamiento reflejado en este documento y seguirán los cauces normales de revisión que tenemos acordados y firmados”.

La distribuidora recuerda que ya acometieron una bajada de sus tablas de precios a primeros de este año y anticiparon tres meses su entrada en vigor. La nueva medida de Warner Bros. llega justo antes del estreno de uno de los títulos más importantes del año: ‘El hombre de acero’, que llega a las salas hoy, 21 de junio. Cabe destacar también que Warner Bros. es la única distribuidora que cobra a los exhibidores un fijo por espectador.

En 2013 el precio medio de la entrada de cine en España es de 6,88 euros, un 4,6 por ciento más que en 2012. Según datos ofrecidos por la empresa especializada en control de taquilla y audiencias Rentrak, el fin de semana del 14 la 16 de junio acudieron a las salas españolas un total de 309.000 espectadores, la cifra más baja de la historia, lo que supuso una recaudación total de poco más de 2,1 millones de euros (recaudación y espectadores referidas al ‘top20′, si se analiza el total de las películas no se llega a 340.000 espectadores), un tercio menos que el anterior record negativo que no queda muy lejos en el tiempo ya que data de mayo de este año. De hecho en lo que llevamos de 2013 se han registrado seis de los peores fines de semana de recaudación de la historia.
 
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