Tos. Yn ataque terribel. Los pulmones me ardían, los abdomiolaes me apretaban con agujeta salada. A momentos no podía respirar; si lo hacía, la tos volvía a nacer en mi garganta ya ensangrentada por una inflamacion provocada por el roce. En una semblante de pesadilla, en un subterfugio de pena, dolor, sifrimeinto como pocas veces ha podido atestiguar ojo humano, en mi valentia, acurrucado en mi sillón, tembloroso, ernfrentaba con el valor de mi heredada nobleza y fortitud los embites asaz crueles de una experiencia que no puedo recomendar ni desear a mi peor enemigo. Abatido, abnegado, taciturno, pero con la voluntad ferrea de un titán embravecido, me dispuse a vencer en la ordalía de fuego, tensos los musculos, el alma en guardia, los dientes apretados... para otro ataque de tos.
Tos, provocada por una risa irrefrenable, ineludible, superior, lo reconozco, a la mayor de mis fuerzas, a la mas sagaz de mis resistencias. Risas, provocadas poru producto creatico que cuenta casi con veinte años; derrotado, humillado, por un reducto de un pasado tan remoto como enigmatico.
Tos. Terrible, infructyosa tos. Provocada por la risa. Risa provocada... por Symphony in Knocked Flat.
Escrita con una maestria sin par, dominando el equilibrio entre lo absurdo y lo más absurdo aún, una historia impoluta, 50 minutos de una variedad de ideas, una argumentacion clavada, lógica, dentro de su sin par irracionalidad, llena de situaciones que se suceden, en sin embargo perfectos fragmentos y partesde un too. la estructura, caballero, la estructura, es perfecta. Su narrativa es laberintica, de acontecimientos que ocurren con naturalidad peroq ue son espontaneos (palabra que dedico con cariño a ThE man Who Cried Wife, of course
)
Empieza con Hitchcok. El maestro dijo que que si el espectador sabía durante cinco minutos que había una bomba debajo de la mesa, pero los personajes lo ignoraban, tendrías cinco minutos de suspense que ganarían por goleada a un segundo de sorpresa si todo lo era. Caron se aplica el cuento. Durante má sde cinco minutos, sabemos que david ha comprado en la reventa dos entradas separadas. Ellos lo ignoran. Mientras los dos se preparan para una noche fantástica, sabemos que al llegar al teatro, se van a llevar una sorpresa. Y con cierta crueldad, en vez de reirnos solo al enterarnos supuestamente al llegar al auditorio, nos partimos con la inocencia de u Adison que no sabe lo que le espera... nosotros si.
También dijo Hitchcock que a bomba, sin embargo, NUNCA debería exployat. El publico necesitaba esa satisfaccion. Pero esto es comedia. Y en comedia, la bomba TIENE que explotar. Y explotar,explota. Explota en una fiera lucha de decepcionados amantes en forma de partido de tenis al son de la quinta de Beethoven. Y terina, como no, con Adison colgando de la balaustradade un palco, recordandonos de nuevo al maestro Hitch.
Pero esto es el principo. LLegan agentes del fbi dobles, que recitan la misma cantinela "como si los guionistas hubiesen fotocopiado el guion". LLega el hilarante robo de un cocheque acaba en dos super detectives dentro de una cabina detelefonos caida. LLega Don KIng y su flamante pelo. LLega un boxeador que murmura versos incognoscibes, ininteligibles romanzas. LLega Ivan Drago y una pelea a muerte con un verdadero peso muerto. Llega una de la sgrandes secuencias comicas de la serie (el ruso le está dando una paliza a David, Maddie se acerca a Don King y le dice que tiene que hacer algo, parar la pelea, que el ruso va a morir, a loq ue KIng responde "Nena, me encanta tu optimismo. ¡Pero antes tu chico va a tener que darle aunque solo sea uan vez!") Llega la musica de Conti. LLega un discurso patriotero que se rier e todos los discursos patrioteros (y de la amenaza rusa, algoq ue en los ochenta era un tópico propagandistico que llegaba a saturar; desde luego, este episodio es verdad que hace aún más gracia si se vivieron os ochenta), llega Madie superluchadora. Llega Madie vendecora.
Y llega... "Yo, David. Go for him".
Y la serie alcanza una cima.