ziggys dijo:
Según tus convicciones, este jugador parece estar por debajo de muchos, aún habiendo demostrado mejores números y resultados.
No es sólo mi opinión.
El Confidencial
El nuevo inconformismo de Víctor Valdés
Carlos Matallanas.- 17/06/2009
El portero del Barcelona Víctor Valdés está dando nuevos quebraderos de cabeza a sus jefes. Y es que la polémica situación que vive suena a vieja. Ayer, el club se reunió con su agente, Ginés Carvajal, para tratar de encauzar la renovación de un contrato que expira en junio de 2010. Tras el encuentro, el club dijo que las negociaciones se habían roto porque no estaban dispuestos a aceptar la petición del jugador: 9 millones de euros brutos por temporada. Una cifra que le colocaría en un escalafón muy alto dentro de la plantilla azulgrana y que no es aceptable dentro de la estricta política salarial de Joan Laporta.
Hace un par de meses, el Barça emplazó al jugador al término de la temporada para tratar la prolongación de su contrato, y ambas partes admitieron que las posturas estaban muy próximas. Ginés Carvajal admitió entonces a El Confidencial que no habría problema para llegar a un acuerdo. Pero quizá el director deportivo, Txiki Begiristain, y compañía no esperaban encontrarse con una petición tan alta.
El club le ha ofrecido un contrato de unos 6 millones brutos por temporada y cinco años de duración. Y el portero no ha aceptado esa cifra por considerarla baja. Aunque su representante dijo ayer que para él no están rotas las negociaciones y que Valdés desea llegar a buen puerto en este proceso,
el Barcelona ya se plantea poner en el mercado a su portero para sacar algo de dinero, o simplemente esperar que cumpla contrato y dejarlo marchar gratis dentro de doce meses.
Dos enfrentamientos públicos en tres años
Pero este carácter inconformista que ha llevado al límite el proceso no es nuevo en Víctor Valdés. Recién llegado a la élite en 2002 y tras una decena de partidos en el primer equipo, su entrenador de entonces, Louis van Gaal, decidió que debía bajar a jugar con el filial de 2ªB en vez de estar en el banquillo del primer equipo cuando no fuese titular. El entonces portero de 20 años mostró públicamente su disgusto y se enfrentó al técnico holandés, en un pulso que finalmente ganó aprovechándose de la crisis institucional que reinaba en el Camp Nou.
Y en el verano de 2005, tras la primera Liga de Frank Rijkaard y ya en tiempos de bonanza social y deportiva, Víctor Valdés volvió a protagonizar un debate público esta vez en torno a la renovación de su contrato (que finalizaba en 2008). Laporta y Begiristain habían decidido prolongar y mejorar la relación contractual de algunas de sus estrellas (Eto’o, Deco, Xavi…), y el reciente ganador del trofeo Zamora consideró que era un agravio no proponerle una mejora salarial a él. Un mes después, ya en la pretemporada de la 2005/06, el Barça y Valdés firmaron el acuerdo que sigue vigente hoy.
Ahora, Valdés,
quien hay que recordar que no ha sido internacional absoluto y que actualmente no ha presentado ninguna oferta de otro club en las condiciones económicas que él exige, estima que debe ganar 4,95 millones netos. Su representante es un auténtico experto en lograr contratos multimillonarios, pero el Barcelona es actualmente uno de los pocos equipos de la élite con un estricto régimen salarial.
Y en las oficinas del Camp Nou creen que no merece ganar tanto dinero.
Y no son los únicos. Este mismo martes, el diario Sport realizó unas encuestas en su web preguntando a la afición culé sobre la polémica. El 90% de los internautas que participaron (más de 10.000) opinaron que el portero no merece ganar los 9 millones que pretende. El 75% cree, además, que no sería una baja importante. Se preguntó también sobre los favoritos a sustituirle bajo los palos en caso de una hipotética marcha. El más votado fue el joven portero del Valladolid Sergio Asenjo, por delante de Diego López, del Villarreal. Precisamente, en este sentido, TV3 anunció ayer que, tras la ruptura en las negociaciones con Valdés, el Barça ya se plantea la incorporación de Asenjo. Y Valdés sigue tensando la cuerda.