Emirates Airways, la aerolínea global. by seakermdc
En contraposición al reportaje sobre Air Koryo, hay otra compañía asiática que es la antítesis de la modesta línea norcoreana. Emirates es la compañía más grande del golfo pérsico, pero su enorme crecimiento sostenido en el tiempo ha hecho de ella una aerolínea global. Su centro de operaciones es el Aeropuerto Internacional de Dubai, importante centro de conexiones mundial debido principalmente a la labor de esta aerolínea de capital público.
Emirates fue la respuesta de la familia real dubaití a la reducción de servicios por parte de Gulf Air en el aeropuerto de Dubái en la década de los ochenta. En 1985 la aerolínea fue formada con el apoyo de Pakistan International Airways para arrendar algunas aeronaves.
Para gestionar la aerolínea, se contó desde el principio con personas con experiencia en aerolíneas occidentales. Desde sus primeros meses de vida, Emirates fue una aerolínea rentable. Además, como venganza, Gulf Air perdió un 30% de sus ganancias el primer año de existencia de Emirates, y al año siguiente sufrió pedidas.
En esos primeros años el crecimiento fue rápido, en torno al 30% anual. Comenzaron las primeras conexiones con Europa, países árabes y extremo oriente.
Pero el Siglo XXI ha hecho de esta compañía un verdadero monstruo que usa el aeropuerto de Dubai como centro de conexión mundial compitiendo en todos y cada uno de los países desarrollados (y otros) con las compañías de bandera. Inició vuelos a ambas costas de los EEUU, y ya en el año 2001, la compañía dubaití fue elegida aerolínea del año.
A380-800 de Emirates
Varias cosas explican este crecimiento. En primer lugar, el Aeropuerto de Dubái está bien situado para servir como lugar de escala y vuelos de conexión entre distintos puntos de Europa, Asía y Oceanía. También es atractivo para otro punto del planeta donde están empezando, Sudamérica. Además por su situación geográfica recorta la distancia y las escalas en viajes como por ejemplo Madrid – Sidney, que podría completarse con una sola escala en el aeropuerto del emirato.
Su rápido crecimiento, su presencia en cada vez más aeropuertos y el número de plazas y número ofertados supone cada día un mayor dolor de cabeza para las tradicionales compañías de bandera. Emirates es muy competitiva, la satisfacción de sus clientes es alta ofreciendo en sus vuelos un producto de valor añadido que suma el tradicional excelente servicio de las aerolíneas asiáticas con los últimos avances tecnológicos y de confort. Además su flota se renueva y amplía constantemente con enormes pedidos de los últimos desarrollos en aviación. Tiene su centro de conexiones en un lugar estratégico para la distribución de tráfico global, y su importancia no puede sino crecer.
Emirates es la sensación de las ferias aeronáuticas internacionales. Cuenta en su cartera con cincuenta pedidos del nuevo Airbus A350 – 900, 20 del A350-1000, vuela 45 Airbus A380 (el avión de pasajeros más grande) y tiene pedidos otros 95. Su última gran compra fue la del último modelo que está desarrollando Boeing, la renovación de su avión 777. De este modelo ha pedido ciento cincuenta aviones en sus dos versiones más cincuenta opciones. No hablamos de pequeños aviones para el medio radio, Emirates tiene una flota formada por aviones de fuselaje ancho que usa para el corto, medio, largo y ultralargo radio. Decenas de miles de millones en contratos, y las constructoras, encantadas.
De hecho, actualmente es la aerolínea que vuela los vuelos directos más largos sin escalas entre Dubai y Los Ángeles junto a otros que no son menos cortos, como San Francisco, Dallas y Houston. Hasta hace unos meses solo era superada por Singapore con su vuelo entre Singapur y Newark.
También parece haber iniciado un proceso para operar vuelos en quinta libertad. Lleva unos meses operando Milán – Nueva York y había por ahí rumores sobre su entrada en la ruta Madrid – México.
¿Pero qué lleva a un pequeño Emirato a competir a nivel mundial con las antiguas y tradicionales aerolíneas nacionales en sus conexiones de largo radio? El crecimiento de Dubái como enclave de turismo y negocios no ha sido menor que el de la aerolínea, sino que va acompasada. Su actual aeropuerto va a ser ampliado con un aeropuerto aún mayor, el Dubai World Central que es probablemente una de las obras de ingeniería más importantes que se están llevando a cabo actualmente en el mundo. Cinco pistas paralelas de cuatro mil quinientos metros, suelo para instalar industria manufacturera en un sitio libre de impuestos, un enorme centro logístico para la gestión de cargas a todo el mundo, hoteles, centros comerciales, tres terminales para pasajeros (dos de ellas de lujo)… Contará además con Metro, tren de alta velocidad al antiguo aeropuerto, cien mil plazas de parking y zonas residenciales anexas. ¿Capacidades? Doce millones de toneladas de carga al año (tres veces más que el centro de Fedex en Memphis) y 120 millones de pasajeros (un 30% más que Atlanta). Un verdadero monstruo.
Dubai World Central
Además de ello están otros desarrollos para exponer Dubái como el destino de lujo que ya es, como el mayor Parque de Atracciones del Mundo que también está en construcción. Con una superficie superior dos veces a Disneyworld Florida, Dubailand costará la modesta cifra de más de sesenta y cinco mil millones de dólares. Tendrá estadios, autódromos, centros comerciales, hoteles, atracciones… Todo en uno. Pero si no tienes pensado en parar a dejarte los millones en el Emirato, no pasa nada, en poco tiempo puedes hacer una escala y usar su aeropuerto como centro de conexión entre distintos puntos del planeta.
Dubailand
Y Emirates opera ese servicio, para todos los bolsillos. Puedes viajar comodamente como un vulgar turista, o adentrarte en primera clase y disfrutar de servicios como duchas a bordo, o habitaciones privadas. Se paga, se paga bien, obviamente, pero volar con clase nunca fue cosa de pobres. Pero en sus aviones cuenta con la última tecnología en información, entretenimiento y comunicaciones. Desde servicios de chat entre los pasajeros a la posibilidad de ver la BBC en directo o mandar correos electrónicos al precio de un dólar el mensaje. Aparte de eso ofrecen cientos de canales de películas y música a bordo. Hacer un viaje de once mil kilómetros cada vez es menos aburrido.
Mientras tanto, vacían los tradicionales centros mundiales de conexión como Londres o Frankfurt, porque para sí sola, Emirates cuenta con la Terminal 3 del Aeropuerto de Dubai, el edificio más grande del mundo por superficie. 48 millones de pasajeros de capacidad anual para una sola aerolínea. Opera desde allí la nada desdeñable cifra de más de tres mil vuelos semanales a 161 destinos en todo el mundo.
T3 de Dubai
Nada de esto se consigue sin ciertas ayudas públicas. Sus rivales la critican porque el combustible le cuesta más barato, que no hay presión sindical y que están fuertemente subvencionadas por fondos soberanos. Además de tener para ella sola una serie de infraestructuras por las que apenas paga y desde las que solo puede crecer, crecer, y crecer sin límites de capacidad. Sobre el combustible, Emirates dice que usa un sistema de cobertura de combustible que le hace ahorrar varios millones, junto a programas informáticos para el diseño de rutas costes – eficiencia y sistemas inteligentes de guiado en las llegadas al aeropuerto. Pero lo cierto, es que tienen una disponibilidad de diversas formas de entender el líquido, prácticamente ilimitadas.
Por otra parte, en estos últimos años comenzó una campaña de marketing brutal en el viejo continente mediante patrocinio deportivo de equipos, competiciones y estadios. Su última incorporación fue la camiseta del Real Madrid. Por todo ello, Emirates ha pasado de ser la aerolínea de Dubái para ser una aerolínea global, presente tanto en Europa como América canibalizando las opciones de las aerolíneas de esas regiones. Y sigue sumando tras su acuerdo para operar junto a Qantas los vuelos entre Europa y Australia.