"Only God Forgives / Solo Dios Perdona" Nicolas Winding Refn & Ryan Gosling reteam

Respuesta: "Only God Forgives" Nicolas Winding Refn & Ryan Gosling reteam

Son más los críticos pero son todos más uniformes, sin personalidad. Una mente colmena de gilipollas (menos yo, claro, que destaco siempre sobre la masa, como vosotros). El signo de los tiempos.
 
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Calzate algo de El Resplandor antes de que la revisione.
 
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¿Leer teorías conspiranoicas de PAN sobre "El Resplandor" antes de revisionarla? ¡Sí, por favor! :laleche:mola:aloro:idea:palmas:babas

Esta noche me CALZO la frikada de Room 237 a ver qué tal... :ojos
 
Respuesta: "Only God Forgives" Nicolas Winding Refn & Ryan Gosling reteam

No comparto el entusiasmo de muchos de mis colegas respecto a DRIVE, la película que consagró al danés Winding Refn. No me parece mala, pero creo que es más estilo que otra cosa. Así que no compartía la enorme expectativa que se sentía en la Sala Lumiere cuando comenzó ONLY GOD FORGIVES. Y tampoco sentiré la decepción que algunos de los fans de aquel filme deben haber sentido al ver que la película no sólo no era DRIVE 2, sino que ni siquiera era una buena película, aunque algunos muy fieles insisten que lo es.
Es que si DRIVE era estilo sobre sustancia, aquí el estilo se multiplicó y la sustancia casi desapareció. El problema con realizadores como Winding Refn, para mí, es que es de los que creen que cualquier cosa que hagan será interesante, básicamente, porque la hacen ellos. Entonces, si se les ocurre que la mejor manera de contar la historia de un norteamericano enfrentado a una violenta situación en Tailandia implica, por ejemplo, hacer caminar a ese americano durante dos horas por pasillos lúgubres mirando con cara de nada a ninguna parte, eso será grandioso, bueno, porque sí. Porque son ellos los que lo hacen y ellos son talentosos, y dos más dos deberían ser cuatro…
ONLY GOD FORGIVES cree ser mucho más interesante de lo que es y ése es uno de sus grandes pecados. Es pomposa, soberbia, grandilocuente en su minimalismo, como si bajaran los Dioses de algún lugar con las Tablas de la Ley del Cine de Revancha a explicárselas a los mortales. “Y entonces Ryan Gosling dijo…”, o algún mandamiento así. El problema es que nada lo sostiene y, promediando el filme, uno tiene la sensación de que está viendo una película de zombies que no se enteraron que son zombies. Y es difícil no mirar a Gosling a los ojos pensando que siempre está a punto de lanzar una carcajada, mirar a cámara y decirle a Refn que se deje de joder…
La historia es imposiblemente básica, pero tiene algunos puntos que la tornan un poco más interesante en la segunda mitad, cuando ya es difícil volver a entrar en la película y en el clima moroso que propone. La trama tiene a Gosling en el rol de Julian, un norteamericano que ha huido a Tailandia, donde maneja un club de box en el que también se trafican drogas. Su hermano mayor, de sacado nomás, no tiene mejor que idea que matar a una prostituta menor de edad por lo cual un misterioso personaje llamado Chang, que oficia de policía, juez, gangster o dueño de la verdad absoluta, lo hace matar por el padre de la niña.
Chang es el enemigo de turno del filme, aunque en el ángulo más interesante que tiene la película, bien podría ser considerado el héroe. Un hombre tailandés que camina todo el tiempo muy lentamente (con ese ritmo parsimonioso, duro y autoconsciente de sus propios pasos que tienen para caminar muchas personas cuando se prende una cámara) y que es un experto cantando karaoke, representa al “Dios” del título. Y tiene el hábito de liquidar a sus enemigos con una especie de filosa y enorme espada sin punta que carga siempre en su espalda. Lo ayuda, claro, a su parsimoniosa aunque feroz forma de matar, que sus rivales no puedan nunca moverse. Calculo que si cualquiera de ellos pudiera caminar a paso normal, Chang nunca lo alcanzaría. Por suerte para Chang todos caminan igual de lento y mirando el empapelado rojo, por lo cual no hay problema de persecución alguno. Cada enfrentamiento es, básicamente, un shock violento y rápido, con excepcion de dos, sobre el final, que no conviene adelantar.
A la media hora del filme aparece un elemento que será central y que es lo mejor de ONLY GOD FORGIVES: Kristin Scott Thomas, que interpreta a la madre de Gosling y la verdadera “Lady Macbeth” detrás de estos hermanos, la que liderará la supuesta venganza de la que Julian no quiere hacerse del todo cargo (su incapacidad de abordar el rol de vengador es un elemento que el filme no explora lo suficientemente bien). Scott Thomas sobreactúa como nunca su papel, tornándolo algo ridículo pero vivo, absurdo pero intenso, y gracias a ella esta película de zombies respira cada tanto, recibe una especie de shock eléctrico que la despabila.

El problema narrativo que genera el papel de Scott Thomas es que gira el asunto de la revancha a un asunto edípico sin resolver entre madre e hijo, con problemas familiares ad hoc y que le dan al filme otro eje vagamente shakesperano que Refn no tiene mucha idea cómo trabajar. Eso sí, genera la única escena divertida del filme entre madre, hijo y una prostituta tailandesa que se hace pasar por su novia.
Dedicada a Alejandro Jodorowsky (de quien Refn es fan) y con Gaspar Noé -cuya ENTER THE VOID tiene algunas similitudes estéticas con este filme- entre los agradecimientos, ONLY GOD FORGIVES es uno de los puntos más flojos de esta competencia. Y de la carrera del realizador de la trilogía PUSHER.
http://micropsia.otroscines.com/201...-god-forgives-de-nicolas-winding-refn-cannes/

Jojojojo... Hay que reconocer que esta crítica está graciosa... :D
 
Cannes may not have been the ideal place to debut "Only God Forgives" which was met with hesitant applause there last May. But Danish director Nicolas Winding Refn's batshit, balls-to-the-walls Bangkok-set followup to 2011's "Drive" deserves closer consideration. Clearly, this far less accessible film won't be everyone's thing when RADiUS/TWC opens the film stateside July 19.

Before the film started, Winding Refn told us that while "Drive" was like "doing cocaine all night," "Only God Forgives" is more of "an old school acid trip." But this film -- nocturnal, deathly quiet and far more sinister -- is also a more sleepy psychotropic experience. It's David Lynch goes to Thailand to direct a spaghetti western on quaaludes.

Rather than the neon-soaked LA streets of "Drive," this time Winding Refn's milieu is the criminal underbelly of Bangkok, dressed in red and black. Ryan Gosling gives a somnambulant performance -- for better and for worse -- as Julian, a drug-dealer with an Oedipal streak and plenty of anger issues along with the mommy ones. When his brother is killed during a botched prostitute transaction, their blonde, feisty, perpetually cigarette-wielding mother Crystal (Kristin Scott Thomas, in a performance that will no doubt pick up a few awards come fall) shows up in Thailand to exact revenge. Or, rather, to sick her lost puppy of a son Julian on whoever did this.

Julian endures some literal beatings in Winding Refn's slick, languorous tableaux but moreover he must suffer the barrage of emotional punches levied upon him by Crystal as she beats him into submission. Winding Refn's sparse screenplay, in which Gosling says only a few words, lays the incestuous undertones front and center in a film that emphasizes sensation rather than sense. What follows is a tightly edited exercise in extreme violence and ennui, with a revenge plan that goes as out of control as one in any Coen Brothers' film. It's one of the best films of the year.

In a Q & A moderated by LAFF artistic director and former Newsweek film critic David Ansen, the articulate provocateur opened up about "Only God Forgives," first and foremost reiterating his comment from Cannes that he is a "pornographer."

"I make films about what arouses me at different times. I loved the idea of doing a mother and son story set in a fairytale construction, with a narrative that is all about seeing and feeling and in a way you have to fill in the blanks," Winding Refn said. "Art is most satisfying when it's a two-way process. It has to penetrate you and you have to throw it back to a give-and-take, or else it becomes one-way."

Ansen iterated some of the influences and comparisons that ran through the film. Clearly, Alain Resnais' "Last Year at Marienbad" is acutely felt in "Only God Forgives," not only due to composer Cliff Martinez's pulsing organ motif -- in a score that is equal parts electro minimalism and synthy, Badalamentian melodrama -- but because the characters move as if they are "asleep," as Winding Refn said. He used the mythology of the sleepwalker, "condemned to a sense of Dante's Inferno," to construct Julian.

"Because the film has so little verbal explanation, which is one of the tools we're used to now in cinema and television to guide us, when you remove that element it's a very interesting landscape because you're forced to tell the story through sound, music and images," Winding Refn revealed. Considering that the director is colorblind, it's a wonder that he is able to conjure such colorful cinema.

Of all the characters onscreen, Kristin Scott Thomas has the most dialogue, and it's usually nasty. "I'm afraid of seeing her again. She has no problem turning on the bitch switch," Winding Refn admitted. "I was casting unknown actresses out of the UK, but then Kristin Scott Thomas read the script. We talked a lot about Lady Macbeth and those classical approaches to her character."

She wanted to do a transformation for Crystal, so a few days after meeting Winding Refn she sent him a picture of her in a long blonde wig. "It was Donatella Versace here we come," Winding Refn said. KST, as she is known colloquially onset, does a lot of mouthing-off in the film. At dinner, she calls Julian's date a "cumdumpster," a word that Refn picked up from Gosling when he asked for a list of the most demeaning sexist epithets to woman in America.

Another leitmotif is an image of Julian's hands, with literal and metaphorical blood on them, opening and closing. Several characters in the film have their arms and hands severed off by sword. Winding Refn's idea for "Only God Forgives" began with this kernel of an idea: a fist opening and closing. When the fist is closed, "it's an extension of the erection, and when you open up it becomes very feminine. I wanted to make a movie where the hand has to be amputated, and Ryan has great hands," Winding Refn said.

According to Winding Refn, the crew had seven nights to shoot in Bangkok: "This is very tough because of the heat. A lot of locations were sex clubs. Once you turn off the air conditioning, the smell of human 'pleasure' is quite intoxicating. I like being a stranger in a strange land. I live a mundane life in Copenhagen."

The film is dedicated to "Holy Mountain" director Alejandro Jodorowsky. I don't recall such an unusual and oddly befitting homage since Lars von Trier gifted "Antichrist" to Andrei Tarkovsky in 2009 (in each case, the audience snickered at the dedication). "I find that 'El Topo' really created modern pop cinema," Winding Refn said. "His inspiration has become invisible. He's almost 90 and I wanted to say goodbye. Because he's going to die."

http://blogs.indiewire.com/thompsononhollywood/only-god-forgives-winding-refn-laff
 
Avance del Soundtrack: http://pitchfork.com/advance/160-only-god-forgives-soundtrack/

"Initially, Nicolas suggested that I avoid any instrumentation that would evoke the ghost of Drive. But in some instances, I just couldn't find any other instrument that had the unique sense of melancholy and foreboding that the Cristal Baschet does so well," described Martinez.

Said Refn, "I didn't know anything about Thai music, but it happened that Cliff did." Martinez turned the director onto Esan music. "I was able to realize that there was this whole tradition of this folk music that's about fables and so each of these songs has a fable side to it."

"I was getting bored with being cooped up in my home studio, so I wrote the score on my laptop from a hotel room in Thailand," said Martinez who was influenced by the setting of the film. "Like Drive, the first music to appear in the film were the songs. In this case, Thai pop songs. So in some small way, I tried to allow the music and setting of Thailand influence the score." For the score, Martinez used a Thai folk instrument called the Pin (or Phin), which is similar to an electrified, three-stringed lute.

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Pero nadie se ha currado una presentación tan chula del avance como los de Pitchfork... :p
 
es una especie de Drive 2, mas trance todavia y con mas musica deliciosa de los 80

Si se dedicase a los videoclips cortos Refn podria hacer maravillas para la cultura pop
 
Menudo truño, bien merecida la que le cayó en Cannes, se cree Kubrick y acaba pareciendo un Gaspar Noe (le da un tratamiento a semejante chorrada como si de 2001 se tratase) hasta Max Renn se ha quedado mudo :mparto
 
Max se ha quedado mudo... de gozo.

A mí me ha gustado a medias, porque está bien, pero se queda lejos de lo que parece pretender.
 
Vista ayer, a mi me ha dejado bastante frío. A nivel visual es un espectáculo para los sentidos, pero el "guión" es excesivamente esquemático, con lo que se acaba convirtiendo en una especie de videoclip de hora y media.

Aún así tengo que decir que en el futuro le daré otra oportunidad, a ver si me sube algo o se me termina de desinflar.
 
Superestilizada y manierista muestra del talento de Refn, es casi un film non sense, una set piece continua que conjuga por una parte un estado inconsciente con otro totalmente físico e hiperrealista.

Toda la carga emocional que soporta su protagonista se traduce en un hieratismo que afecta tanto a la puesta en escena como al ritmo y montaje hipnóticos, y es que todo se resume en un trauma resuelto por la via de la castración, como terapia y reconciliación vital, sin olvidar la ausencia paterna ( un clásico freudiano ) ni la regresión continua ( el excepcional regreso al útero ) . Winding vuelve aquí a jugar con el efecto de testigos mudos que confieren un efecto de altavoz a la violencia explícita, como ya hizo en Drive con la secuencia del martillo, para de paso apuntarnos directamente como cómplices del show.

La estética es portentosa, aunando una fotografía que se luce en los night clubs y fluorescentes de los exteriores y se muestra naturalista en los escasos diurnos, unido al una vez mas infalible Cliff Martinez y a un inigualable uso del sonido.

A destacar el actor malayo, que se come la pantalla a pedazos con tan solo estar, un Gosling en plan gregario de lujo y una Kristin sorprendentemente veraz como una especie de matriarca fatale meets Carmen Lomana.

Un verdadero gozo para los sentidos que no dejará indiferente a nadie, irritará a muchos por lo simple de su trama y subtexto y enloquecerá a sus defensores.
 
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