Pues vista y... bueno... es una peli extraña. Me ha gustado más de lo que pensaba que me iba a gustar, pero eso probablemente sea porque no parece una película de Nolan. Dicho de otra manera, quizas sea la pelicula de Nolan que acabe por gustar a los que no son fans de Nolan. La pelicula se sostiene, funadmentalmente, por dos interpretaciones muy solidas y muy ajustadas a las necesiaddes del guión. Alrededor de ellas pivota todo el film, que no deja de ser un drama aderezado tal vez con demasiados discursos. Aunque no le falta el humor, sobre todo en la descripción de los científicos de Los Alamos como una panda de algo pueriles borrachines que intentan así aliviar algo la alta tesnión resultante de las ingentes expectativas que llevan sobre los hombros y una situación bastante estresante. Pero repito, la película se la llevan Oppie y el General Leslie Groves, pero de calle. Ellos son el corazón del conflicto.
Nolan consigue aquí un eficaz (aunque algo superficial) drama sobre las cuestiones eticas que conciernen a la investigación científica, haciendo mucho más hincapie en el drama humano y mucho menos en los aspectos puramente cientificos de la historia. O de sus consecuencias...
No entiendo su negativa a abordar los bombardeos o a no tratar las consecuencias posteriores del invento de la bomba, sinceramente. Tampoco entiendo demasiado bien el IMAX. Ha habido momentos en los que casi me pareció que era televisiva, pero bueno, seré raro.
Lo que si entiendo menos y no por ser raro es algunas de las criticas. El montaje me ha parecido bastante clásico. Es mas, toda la película tiene un talante bastante moderado, desde el punto de vista formal. Nolan rueda sobriamente, sin cambiar de plano en demasía y sin esa famosa música atronadora y machacona que es tan típica de su filmografía. Yo hasta diría que el montaje de Françoise Bonnot es bastante elegante. La música de Ennio Morricone no es la mejor de su dilatada carrera, cierto, pero es excelente y de machacona no tiene nada. Ademas, no ser lo mejor de Morricone no es casi decir nada. Melodicamente es preciosa. El gran Vilmos Zsigmond hace un trabajo extraordinario, como siempre, logrando capturar el desierto con esa fisicidad terrosa sucia que siempre lo caracterizó.
Hubiese sido interesante ver a Pugh en lugar de Natasha Richardson y a Blunt en lugar de Bonnie Bedelia, tal como se rumoreaba, pero ambas actrices cumplen de sobra. Aunque, como ya dije antes, aqui la tarta se la reparten Paul Newman como el General Leslie Groves y Dwight Schulz como Oppenheimer. Todo el film se sustenta en la quimica de ambos actores. En sus manos, Oppie es un intelectual perspicaz pero divertido y Newman es... La verdad es que yo pensaba que estaba muerto. Y no solo no lo está, es que ¡hasta está más joven que en películas anteriores, como Ni Un Pelo de Tonto o Road to Perfection! Y el tio está increible (¿Cuando no lo está?). Su general Groves es firme, patriotico, proactivo y lleno de confianza en si mismo hasta la arrogancia, pero lo suficientemente inteligente como para que sus dialogos con Oppenheimer sean casi entre iguales... auqnue como ya mencuione anteriormente haya algun que otro discurso de más, por muy bien expresado que esté.
Le sobra algo de melodrama acerca de los lios amorosos entre Oppie y su esposa y su amante. La fui a ver con un amigo, y el tio bromeba a que hubies sido la leche haber visto a Schulz follando en pelotas con la Richardson en la imaginación de Bedelia durante una entrevista oficial... ¡jajaja, mi amigo debería ser guionista! Como cómico no tiene precio. ¿Os lo imaginais? ¿A Oppie dando testimonio en bolas delante de su esposa y follando con su amante comunista delante de todos? ¡Jajaja, en serio, ya me gustaría a mi ver semejante tonteria en un cine! Si nos dejaran a los demás escribir guiones, no se si serían buenos, pero serían más divertidos... En Hollywood son demasiado serios para estas chiquilladas (aunque habria quein me lo defenderia como metáfora de la desnudez emocional del momento o algo así...)
Hablando de cosas serias... Al menos no es una película que se de a si misma demasiada importancia. Serena y reflexiva, pondera sus serios temas con moderada y respetuosa ecuanimidad. Tiemblo ante un Oppenheimer de Nolan solemne, convencido de que está haciendo uan película IMPORTANTE ¡quita, quita! Toco madera. El resultado es un melodrama con ciertas virtudes (música, fotografía, montaje...), logrado pero no demasiado destacable, con un par de grandes interpretaciones y que nos muestra un nuevo camino para el británico. Y lo único que le agradecerré de por vida a Nolan: haber devuelto al gran Paul Newman a la pantalla. ¡Bravo!
PD: ¿Morricone no estaba muerto también? NU sé. Habrá tirao de archivo. LO de Zsigmond ya me extraña mas...