Con lo fan que soy del cine de Del Toro... aquí uno que no le ha gustado. Pero voy por partes y especificando el porqué. Vamos allá, mis dos céntimos. CON SPOILERS. Cuidado, cuidado. SPOILERS. Gracias.
(id, Guillermo del Toro, 2013)
Manga sobre un lecho de Bay con sabor a Emmerich
Es rematadamente imposible obviar o pasar de largo con las comparaciones se quiera o no. Del Toro siempre ha tenido la calidad suficiente como para convertir su cine en un particular universo propio y aunque siempre se le ha tildado de ser el Tim Burton mejicano también ha sabido construirse unos mundos fantásticos que ya fuese en forma o en fondo siempre salía vencedor y dejando(me) con un muy buen sabor de boca como para conseguir el rótulo de "Director a quien vale la pena seguir". Con Pacific Rim me ha dejado fuera de juego. Mucho. Demasiado diría yo. Por la sencilla razón de que su película se queda en terreno de nadie y huele más a querer conseguir las mieles del éxito de otros directores que se han metido en estas lides y el tiro no les ha salido por la culata.
"Pacific Rim" es una especie de crítica (muy escondida) hacia la contaminación, un reclamo (muy de soslayo) hacia lo que el hombre está haciendo con la tierra como planeta. En uno de los momentos se explica que los Kaiyu aparecieron cuando los dinosaurios pero el aire no estaba contaminado y esperaron hasta que la contaminación lo destrozó todo. Y volvieron para arrasarlo todo. Hasta aquí todo bien. Incluso los primeros 10 minutos son perfectos donde la cultura nipona y lo popular de allí es aclamado como iconos (robots, monstruos, fans, etc.) dan razón de ser mientras se puede intuir una magnificación y una puesta al día de las monster movies japonesas de Serie B. Robots que pelean contra monstruos de una forma descomunal, encarnizada, bien expuesta, con los efectos especiales dignos de aplauso tanto en credibilidad como en exposición. Del Toro reclama su puesto como creador de fantasía orgánica y mecánica que disfruta destrozándolo todo y más aún: bajo un primas de un futuro con tintes post apocalípticos (esa destrucción de las ciudades es perfecto). Y en algunos momentos lo consigue, incluso en episodios donde nada realmente ocurre pero su firma se nota (la trastienda del tráfico ilegal de todo lo relacionado con los Kaiju).
Pero Pacific Rim tiene un problema. Y muy gordo a su pesar. A poco que uno mire es imposible mirar a otro lado. Y es que Del Toro intenta emular / copiar / superar el cine de Emmerich y Bay juntos. Y no hay peor cosa que querer imitar algo y encima que te salga mal. La calcomanía es ineludible y serás señalado de por vida. Ni por un segundo quiero indicar que el cine de aquellos dos sea mejor que éste o que sean, per ser, mejores en general. Porque la película de Del Toro cuenta con un metraje excesivo, abultado. Pero además está mal empleado porque la película está rellenada con las peores elecciones posibles. Empezando por problemas existenciales que parecen imprescindibles para el devenir de los acontecimientos y más aún para contar con la empatía (obligatoria) del espectador cuando aquí lo que se está vendiendo es un espectáculo al 100%, sin trabas ni tropiezos. Y para desgracia de uno acaba por sentir que le están tomando el pelo o le quieren hacer creer que esto debía ser así sí o sí.
La película, tal y como está concebida, no necesita que se le unan las insulsas historias de un padre y un hijo que están enemistados pero que acaban llorando porque deben separarse, no necesita el drama psicológico de un hermano que sufre la desgracia de ver morir a su gemelo a manos de un Kaiju para que comprendamos su dolor y su rabia hacia estas bestias. Ni tampoco necesita la exposición de Idris Elba hacia su protegida ni esa sobreprotección excesiva. Al igual que tampoco necesita la aportación chirriante, aburrida, provocativa, estúpida y reiterante de dos científicos que quieren calzar comedia de sal gruesa y carácteres cargantes e irritantes en todo momento para granjearse la carcajada fácil y gratuita en medio de la sala como si de esta forma se lograse un tono liviano antes de lo que real importa de un producto como "Pacific Rim".
Sigo sin aceptar que la película tenga que durar dos horas largas debido a pequeñas historias y píldoras de aburridos personajes y sus aún más aburridas historias con diálogos abultados, superfluos, cargados de inutilidad para que así se asemeje al cine que suelen deparar Emmerich y Bay. Como se suele decir prefiero malo conocido. Para historias trágicas al servicio de la historia o como mínimo con una razón de ser prefiero que Del Toro las dedique a la Guerra Civil española que al menos hay un preámbulo o una ambientación dotada para que todo esto encaje. Y eso no quita que la película, cuando enciende la mecha todo es perfecto. Batallas descomunales entre monstruos y robots con aroma a manga y comic que son pura delicia visual, no hay tropiezo alguno.
Pero por desgracia lo bueno no sucede en el clímax, todo lo contrario. Un clímax absurdo, poco agradecido y poco trabajado, sin épica alguna por mucho que la banda sonora y la cámara haga creerlo. Una desidia descomunal para cuando siempre se espera, y más en este tipo de películas, algo que logre hacer de la traca final todo un espectáculo. Una película que no da todo lo que promete y mucho menos logra su mayor cometido. Un título que para los próximos visionados acabará siendo carne de rebobinado hasta los momentos más interesantes y se dejará atrás (sin tan siquiera girar el cuello) porque no ofrece nada digno de mención. Me quedo con un par de batallas y la escena de la niña corriendo sola por la ciudad a la espera de no acabar engullida por uno de los monstruos. Porque si esto no es un remake de Godzilla...