Una Pandilla Alucinante (The Monster Squad) de Fred Dekker es una de esas películas que los nacidos en los 80 recordamos, o al menos unos cuantos, con la famosa nostalgia pordiosera y falaz. Pero en el caso del que escribe, esta nostalgia es feliz y satisfactoria. Siempre ha sido uno de mis títulos favoritos de aventuras, quizá más que
Los Goonies en la que predominaba el buenrollismo marca Spielberg, pero en esta cinta escrita por Shane Black (Iron Man 3, Kiss Kiss Bang Bang) hay cosas que la hacen superior a la de Richard Donner.
Sexo, armas, monstruos y explosiones todo mezclado con ese aire apestosamente ochentero y que milagrósamente aguanta el paso del tiempo.
Se nota el prodigioso maquillaje de
Stan Winston en los monstruos, la estupenda música de
Bruce Broughton, los homenajes al cine de la Hammer (murcielagos con hilos) incluso la interpretación los crios de la pandilla del monstruo no son tan horribles como se podía pensar.
Un clásico que todo el mundo debería revisionar en navidad y que al menos para mi, nos hace pensar en la falta de este tipo de cine para niños en la actualidad.