Tengo ya programadas para los próximos quince días, la cuca
“Memorias de un hombre invisible” y las sensacionales
“Cristal Oscuro”, “La máscara de Fu-Manchú”, “El halcón y la flecha” y
“Scaramouche”

No tengo prevista la peli-foro por antonomasia para estas fechas (
“Los fantasmas atacan al jefe” 
) pero igual cae. Bueno, lo visto los últimos días:
HISTORIAS DE NAVIDAD (A Christmas Story, 1983) de Bob Clark
Comedia navideña de gran popularidad en USA (pero muy poca aquí, al menos yo no sabía de su existencia hasta hace unos dos años), obra de un autor de films de terror de culto en los 70 (que hasta le dediqué un hilo hace poco). Esta "Historias de Navidad" no es como
“Porky’s”, tampoco como las impresentables pelis de bebés y perros superhéroes que dirigió después; pero tiene un tono algo más "agresivo" y de apuntes bizarros, que los films familiares similares que uno puede ver ahora. La verdad es que al contrario que sus otras comedias, es más simpática de lo que uno espera: el tono algo sardónico del adulto que narra la peli tiene su gracia, también las expresiones alucinadas que tiene el niño protagonista a veces, crío cuya única obsesión es que le regalen una escopeta de aire comprimido. Así, es más o menos divertido las ensoñaciones del chaval (defendiendo a tiros a su familia de unos extraños, la profesora y la redacción...); el padre con la lámpara-pierna femenina desnuda ganada en un concurso, para disgusto de su mujer; el chico con la lengua pegada a la farola... aunque otros gags no lo sean tanto. Con todo, agradable visionado y la mejor comedia de Clark (excúsenme fans de
“Porky’s” 
).
CROMWELL REY DE LOS BÁRBAROS (The Sword and the Sorcerer, 1982) de Albert Pyum
Cinta de Sword & Sorcery, obviamente muy por debajo de las que son, en mi opinión, las medallas olímpicas del género (y afines) en su década
-“Excalibur”, “Conan el Bárbaro” y “El Dragón del Lago de Fuego” – pero para mi gusto más simpática y entretenida que medianías como
“Legend”, “Krull” o
“Willow”, y cosechadora de un meritorio éxito comercial en su año, pues recaudó en las pantallas USA exactamente lo mismo (39 millones $) que el “Conan” de Milius / Chuache, estrenado tres semanas después.
La cosa comienza muy bien, con un malvado Rey (Richard Lynch) llegando en barca, entre la niebla, a una playa, e introduciéndose en una especie de cueva donde mora un monstruoso brujo (Richard Moll, el calvo gigantón de
“Juzgado de Guardia”, asiduo al fantástico en los 80:
“House (1985)”, el infravalorado despiporre
“El legado del diablo (1981)”…), con el que desea un pacto para derrocar a un Rey rival. Algún toque bizarre y gore (un ataúd hecho de caras retorciéndose y aullando en pena, corazón arrancando a lo vivo), después la cosa no lives up las expectativas, que podían ser altas tras el siniestramente atmosférico prólogo: posiblemente hacía falta alguien con capacidad de dotar de más garra y entidad a la historia que Pyum, de profesión subproductos. Con todo, hay que reconocer a la peli y a Pyum, alguna habilidad para dotarla de cierto encanto (que la sitúa muy por encima de otras congéneres, americanas o italianas), derivado de un buen equilibrio entre una narración en plan clásico, estructurado y contenido -dentro de lo que son estas pelis, claro-, de elementos argumentales típicos pero agradables (voz en off, héroe hijo del Rey asesinado, amigos del idem, damisela en apuros …) y en la que se aprovechan bien los recursos (cuando la Serie B lo hacía: atmosfera, decorados, fx …); equilibrio con los elementos exploit (desnudos, sanguinolencia y / o personajes y situaciones absurdas y gratuitas); cogiendo lo mejor y no lo peor de ambos, hasta llegar a los duelos a espada y magia finales. Y graciosa idea: la espada de tres filos (la “Sword” del título original) que puede lanzarlos cual arma automática
LA CORTA NOCHE DE LAS MUÑECAS DE CRISTAL (La corta notte delle bambole di vetro,
1971) de Aldo Lado
Extraño, hipnótico y notable thriller conspiratorio y paranoico (más que giallo, pese al título), aprovechando bien los exteriores de Praga, con un punto de arranque muy
Alfred Hitchcock Presents (se descubre un “cadáver” en un parque, pero el tipo, que es el protagonista, no está muerto –le administraron una droga paralizante- y necesitará hablar o moverse antes de que le practiquen la autopsia, lo cual se prevé llegará al final del film, ¿se salvará?), para entonces desarrollar, mediante flashbacks, una intriga alrededor de desapariciones y muertes de jovencitas, con fondo de una organización poderosa en las sombras, de no muy benéficas intenciones. De ritmo pausado, progresivamente pesadillesca (y eso que ya empieza top-notch), de buena factura y atmósfera muy lóbrega (espléndida foto en negros y azules de Giuseppe Ruzzolini) y texto de “poderosos explotando de clases bajas o gente simplemente que se sale de lo establecido, subversivos”, que revela la ideología contestataria y progresista del director. Director conocido por una suerte de remake de
“La última casa a la izquierda”, pero de mayor contenido político (“
Violación en el último tren de la noche (1975)”) y un giallo con George James Bond Lanzeby, correcto y atmosférico, aunque iba de un poco de más a menos
(“Quien la ha visto morir (1972)”), pero es esta noche de frágiles muñecas la que obtiene la más alta cota cualitativa en su filmografía.
NO VAYAS AL BOSQUE… SOLA (Don’t Go in the woods, 1981) de James Bryan
Un burdo montañés loco, vestido cual salvaje harapiento, liquida a excursionistas en las boscosas montañas de Utah. Si preguntas a un americano por la quintaesencia del Slasher crudo y zetoso, te dirá que “Don’t go in the Woods”. Es de verla para creerla, aunque su –por una vez- humor consciente y voluntario (que no la hace menos ridícula), la ha hecho presa de sesiones golfas de risa y palomitas, otorgándole más (aunque reducido, claro) fandom que otras de equivalente calaña en USA. Aunque sin alcanzar esa insuperable sublimación “genial” de la hilaridad gore Z-malsana llamada
“Bigfoot sangriento (1981)”, yo mismo no puedo evitar a veces la risa ante los dislates de este NVABS, mucho más “graciosa” que otros desastres parecidos de la época (soporíferas
“El día de graduación”, “Honeymoon Horror”, “Mountaintop Motel Massacre”,
“Hogar dulce hogar”, “Fin de año maldito”, “Creando el terror”,largo etc…), pese a ser aún más casposa –o quizá en parte por eso mismo-, dado su nivel de amateurismo garrulo en realización, interpretaciones y gore chusco en crudo. La primera vez que la descubrí fue en las páginas del inefable libro “Goremania” de Jesús Palacios, donde el escritor hasta conseguía meter miedo alegando a una cantidad de “sangre y tripas” tremenda. No es ni mucho menos para tanto, además suavizado por su tono pseudoparódico (porque yo creía que iría “en serio”). El final es Cima... Basura solo recomendada para los que encuentran diversión con la cutrez
killer on the loose.