Pues he visto
LANCE ( Marina Zenovich, 2020 ) que vendría a completar una suerte de trilogía no oficial sobre la controvertida figura del ex-ídolo texano , junto con
The Armstrong lie ( Alex Gibney , 2013 ) y la mítica entrevista de Oprah .
Este último documental es sin duda el mejor de los 3, el mas completo y revelador, en el que el ciclista caído en desgracia se muestra mas auténtico y natural que nunca, se nota que aún continúa en pleno proceso de asimilación y asunción de sus culpas, pero - y esto es lo mas interesante - sin que en determinados momentos pueda renunciar a su carácter competitivo, vanidoso y sin el que, paradojicamente, no podría haberle convertido ni en campeón ni en modelo de superación frente al cáncer , algo tan arragaido en su ser como ese lado hortera del típico paleto de Austin.
Hijo de una teen mom , historia típica del medio oeste , reina de la belleza embarazada a los 17 años por un niñato del equipo de fútbol que luego no quiere saber nada de ellos dos, le toca criar y crecer conjuntamente con Lance, lo que cómo el mismo relata, les unió mucho (
cuando yo tenía 20 años ella tenía treinta y tantos... ) y viendo pasar a diversos sucedáneos de padres que no dejan huella alguna en él (
lo único bueno que me dejó mi padre adoptivo fue su apellido ) , lo que demuestra su personalidad forjada a base del tópico "hombre hecho a sí mismo".
Con testimonios de ex-compañeros , amigos, rivales, periodistas, familiares... Todo nos conforma un retrato para nada idealizado pero tampoco demonizador, sigue habiendo un lado oscuro muy manifiesto en su personalidad vigente a día de hoy ( estremece oírle que en ningún momento sintió remordimientos mientras se dopaba o dejando en el aire la posibilidad de que las prácticas con sustancias prohibidas podrían haber sido las desencadenantes de su cáncer testicular ) pero tambien la honestidad del que reconoce sus errores en primer plano y muestra la herida no cerrada de dejarle sin su fundación, ahí donde parecía ser más él que nunca, visitando a niños enfermos en hospitales sin mirar el reloj de su agenda.
Durante el documental se nos deja al descubierto las miserias del mundo del deporte y del conglomerado montado en torno a un escaparate inmaculado en su día, porque...
¿ Cómo resistirse a vender un cuento de hadas perfecto, el del hombre que vence a la enfermedad y vuelve convertido en héroe? ¿ Cómo renunciar a las ganancias en dólares que eso supuso para marcas, vueltas ciclistas, marketing y hasta su fundación Livestrong?
Y sobre todo, ver cómo todo eso se da la vuelta y se convierte en un ciclón opuesto que le deja acorralado, renunciando a su rancho, denostado y casi exiliado , en una reacción en cadena que revela lo miserable de la condición humana cuando le rompes el encanto del sueño. Tan asquerosa era la actitud déspota de Lance en el pelotón ejerciendo de tirano como el deseo de ensañamiento y linchamiento de toda una sociedad hacia el ídolo caído.
Por último , el retrato que hace de los ciclistas de élite es desolador, en general los vemos como a una serie de monigotes , muñecos rotos y adultos heridos y marcados para siempre por un negocio que jugó con ellos como quiso. Estremecedor el momento en el que se revela la visita privada que Lance le hizo a su gran rival Ullrich ( al único al que parece tenerle respeto ) en el que se rompe , tal vez porque vio en él reflejado la degradación a la que se han visto abocados todos ellos.
Personalmente creo que alguien cómo él es necesario para iniciar la regeneración de un deporte como el ciclismo aunque solo sea de forma testimonial, como ejemplo viviente del error.
Lo tenéis disponible en Movistar +