El silencio de un Hombre (1967, Jean Pierre Melville). Milimétrico noir francés con una cuidadísima puesta en escena, seguimos las vicisitudes de un mercenario, un asesino a sueldo interpretado por Alain Delon observando al detalle como planifica y desarrolla sus actos así como sus reacciones ante las circunstancias, paralelamente podemos ver la investigación policial a cargo de un magnífico François Perier. La manera de rodar y el desarrollo del film es tan diferente al cine negro clásico americano que, aun con las coincidencias argumentales, parecen 2 géneros distintos que se complementan a la perfección.
Cazador Blanco Corazón Negro (1990, Clint Eastwood). Probablemente uno de los mejores personajes que ha interpretado el bueno de Clint, lleno de contradicciones, con un carisma y una personalidad desbordantes (la escena con la inglesa en el restaurante del hotel no tiene precio). Se juntan una trama original, un buen guión, la dirección y la interpretación de Clint, un marco maravilloso como es la África profunda con su consecuente fotografía de exteriores y un gran elenco de secundarios, todo barnizado con un poso de humor que viene directamente de lo excéntrico del personaje, y hacen de esta película una de mis favoritas del Clint director (junto a Sin perdón, Medianoche y Mystic River).
Eclipse Total (1995, Taylor Hackford). Thriller dramático que lleva el sello inconfundible de Stephen King, partiendo de una idea interesante, con una buena presentación de los personajes y unos primeros flashbacks bien integrados, la trama empieza a caer en sobadísimos lugares comunes con reacciones efectistas para acabar con una reslución cuasi-vergonzosa. No obstante, buenas interpretaciones de todo el reparto (en especial Kathy Bates). Fallida.