Pero entonces (y sólo entonces) el productor, tomando tu frase para decir lo que quiero, con el guión en la mano, si hay algo que no le guste propondrá cambiarlo.
Es que me extraña el caso de un productor ponga la pasta en la mesa del director (que ya digo, estoy hablando de algo que me imagino) y deje hacer/deshacer sin decir ni mu. Vamos, ya digo, ese productor es el deseo de cualquier cineasta.
Collateral es una pieza ejemplar de como llevar todo, desde principio hasta el final sin sobresaltos y sin pataletas por parte del espectador. Ofrece lo que prometía y ofrece una galería de actores donde, por arte de magia, están todos estupendos. Es más, me ofrece un papelito de nuestro colega Bardem donde lo clava (una de mis escenas favoritas, con esa historia descacharrante de Pedrito el negro). Incluso Foxx, que es un tío que me parece sobrevalorado, me lo clava como ese hombre que debe apañárselas con esa bomba de relojería detrás de su taxi (volviendo a citar la escena de tener que recuperar el pen-drive ante Bardem). Es creíble, Mann rueda con mano ferrea, sin salirse de la línea en ningún momento (creo que para mi gusto es de los mejores directores actuales que ruela las historias urbanas aderezadas con cine de acción).
Incluso, siendo anti-películas con cámara digital creo que es donde mejor me cuadra esta estética. En cambio no puedo con Miami Vice. Me sentí engañado, defraudado y sólo lograba encontrar el cine de Mann en un par o tres de escenas sin mucho más.
La jungla 2 me parece un divertimento ocurrente que está muy por debajo de la original pero que dentro de lo que cabe, se deja ver. Ahí tenemos el primer papel del sr. Robert Patrick, cuando estaba chupao como la pipa un indio. Reconozco que junto esta, Máximo Riesgo es lo mejor que nos dio su director.
Este finde:
- El baile de los vampiros: Pues con lo que me dijistéis entre todos he concordado. Es una comedieta muy cuca y aceptable, con esa estética de cine de terror de (muy) serie B que transmite empatía donde la clave del producto está en que el humor que contiene y destila es un humor simpaticón, de cine cuchufleta y que a la vez te hace (son)reir con empatía. Polansky hace lo que puede (se le notaban maneras aunque iría mejorando con el tiempo) y crea una historia de vampiros llena de tópicos, de clichés costumbristas y de intenciones concretas llevando la película por el grado de terror y comedia que el producto puede ofrecer sin ínfulas, con ciertas parafernalias que algún momento que otro te hace dudar si esto va en serio o es que realmente es así y alguna tontería que otra que en estos tiempos resalta negativamente pero que tampoco hace daño.
Jack MacGowran es el mejor, para mi gusto, de toda la película. Con esa forma de ser, de actuar, con ese humor muy bonachón, muy campechano, muy de profesor de biblioteca, anclado en las buenas costumbres y en las comedias de alfombra y tablón, caracterizado con ese bigote frondoso y caricaturesco, con esos andares de "viejete alocado". Polansky, con esos modales finos, esas poses finas y a la vez, en muchos casos, ridículas, no deja de ser el clásico galán enamoradizo, asustable, miedica y a las últimas, heroe de aventuras.
Ferdy Mayne, cual estampa de Drácula milenario, con dotes de Opereta, poses de cine de Opereta, es creíble (aparte que así lo da a entender) como ese Señor de los Vampiros, el cual me hubiese gustado que saliese más en la película pues es la guinda del pastel. Sharon Tate es la damisela en apuros, la princesa encantada, la hermosa princesa que requiere rescate pero que aquí es más la chica florero (aún guardándose un as en la manga).
Decorados de cartón piedra bien puestos, movimientos de cámara extraños como momentos concretos solucionados con un desentonado Fast Forward, mucho atrezzo plausible y una banda sonora entre tenebrosa y cómica (había un momento que la música intentaba dar miedo pero la escena es tan cómica que sólo faltaban los "parabarás" de las películas de Paco Martínez Soria y esto se hubiese transformado en una kitch secuela de "Buenas noches señor monstruo"). La verdad es que me ha hecho reirme un rato bastante ocurrente y que deja un poso agradable. Teníais razón, es deliciosa.