EL ENIGMA SE LLAMA JUGGERNAUT (1974) de Richard Lester
Estupendo y sorprendente film británico de suspense que mezcla el cine de desastres de los 70 con la estética de "French Connection", con una soberbia fotografía de aspecto casi documental en muchos momentos (gracias al uso de la cámara al hombro y el zoom), aunque en otros el acabado está más estilizado (esas lámparas del salón principal), incluso diría yo que con cierta reminiscencia kubrickiana. Es decir, una puesta en escena completamente opuesta a la que podía verse en "La aventura del Poseidón" y resto de films del subgénero.
El film cuenta con un estupendo reparto encabezado por los efectivos Omar Sharif y Richard Harris (más el segundo que el primero), seguidos de unos cuantos secundarios británicos de entonces, algunos de los cuales, con el paso del tiempo, se harían muy conocidos. Comenzando por Anthony Hopkins (da gusto ver que fue joven alguna vez
) y siguiendo con Ian Holm (qué joven está aquí también), Julian Glover, Roshan Seth, y otros rostros cuyo nombre no recuerdo pero que me suenan bastante.
Los momentos de suspense están sumamente logrados, en un par de ocasiones se me ha puesto el corazón en un puño como pocas veces últimamente con una película. Pero es que además Lester no se corta en introducir humor (negro) inglés en la cinta (la fiesta en el salón principal del barco a sabiendas de que los artificieros están intentando desactivar las bombas al mismo tiempo), así como cierta crítica a la política antiterrorista del gobierno inglés y el funcionamiento de su brazo ejecutor en la policía.
Pero la película también tiene sus fallos, y el mayor de ellos para mí es que los personajes resulta ser bastante flojos (exceptuando quizá el de Richard Harris). En la mayoría de los casos, nos importa un pimiento su drama personal, y lo único que nos acaba preocupando de verdad es que las bombas no les estallen en las narices a los pobres artificieros que tienen que lidiar con el marrón. Por cierto, sorprendente también el vestuario de estos últimos, con ropas más propias de un marinero corriente que de un especialista en desactivar bombas.
En definitiva, un verdadero hallazgo que debería servir para convencer a muchos de que Richard Lester no es únicamente el "malo" de
Superman II (y III), sino también un director competente con algunas películas muy estimables.
Un saludete.