Respuesta: Películas que vais viendo en casita
Pues como dije, compañeros. Ayer me calcé:
Última película de Mel Gibson donde nos trae una película llena de acción rabiosa, aventura desenfrenada, épica desbordante e historia universal. Habiéndole pillado el gustillo a las películas en VOS (tal y como nos mostró con aprovado en La pasión de Cristo) recurre al lenguaje extinto de los mayas para transportarnos a una magnífica aventura donde culturas ancestrales, el bien y el mal (con el mayor de los contrastes por bandera: los buenos son extremadamente buenos y los malos son de lo peorcito de la humanidad) y una reseña a la supervivencia más aguerrida y sin ambajes.
Mel Gibson disfruta con la violencia, eso no nos viene de nuevas. Comienza muy suave, presentándonos una tribu pacífica, en armonía con la naturaleza, fieles, amables, divertidos y narradores de leyendas. Serviciales y respetuosos con sus mayores. Pero a él (Mel) le va la marcha, más que a nadie y por eso decide plasmarnos en pocos minutos quienes son los protagonistas, porque lo que él quiere enseñarnos es como, supuestamente, del ser humano nace y vive lo peor de cada uno y ahí está plasmado con esa segunda tribu: los cazadores de hombres, los que recolectan sacrificios vivos para sus deidades.
A partir de la invasión y conquista del poblado, todo va sobre ruedas. El ritmo, la plasmación, el montaje, la acción, la violencia, los personajes... absolutamente todo me deja tocado. Pocas películas me siguen produciendo tantas sensaciones y pocos títulos me fascinan como este Apocalypto. Estoy hablando de transmisión de emocions, ojo.
Sólo hay una cosa que no me gusta en absoluto y lo he dicho en varias ocasiones: no me acaba de convencer o cuadrar la utilización de la cámara digital (y menos para las escenas de acción). En Collateral lo acepto (aún con cierta resignación) pero para una película como Apocalypto no hay cosa que cuadre menos porque lo único que consigue, según mi opinión, es restarle credibilidad. Aún y así sigo estremeciéndome con cada uno de los recursos y resolutivas que utiliza Mel para plasmarnos las estocadas, golpes, ataques y destrozos. No se anda con chiquitas.
Aparte de que es una acción muy física, demasiado visceral, con una coreografía creíble aquí lo que prima es que lo que vemos sea, más o menos real, que parezca que así fue y aunque dota a muchas escenas de una epicidad un tanto extraña sigue siendo una gran película, una obra maestra de grandes proporciones donde Mel se saca de la manga una historia conmovedora, sin darnos un ápice de respiro y que dota a las secuencias de una leyenda increíble.
Otro acierto (y tiene varios) es que recurra a actores anónimos, que no recurramos a la identificación conocida. Aquí vale el ver como desconocidos intentan trasmitir, en la medida de lo posible, unos roles y unos personajes, aún estereotipados, creíbles dentro de sus límites y Mel vuelve a levantar los pulgares. Desde el padre (mi personaje favorito de la película), dándole al hijo el valor necesario para que no tenga miedo del hombre, el hijo (un gran personaje, un personaje que crece a medida que pasa, quitándose el temor y el miedo de encima para convertirse en el "jaguar" que significa su nombre) pasando por los malos como es el jefe de los cazadores (mi segundo favorito) o el secuaz insensible y loco a partes iguales. Pero no sólo de hombres vive la película. La mujer, con esa fortaleza y digna del mejor aplauso, nos muestra que con cuatro pinceladas (y ese parto en el agua, chapó sr. Gibson) nos hace cómplices de los mejores sentimientos.
Bien rodada, recurriendo quizás a un exceso de cámara lenta cuando no procede pero desde luego haciendo un conjunto de momentos impactantes, con una ambientación que quita el hipo pues con cuatro escenarios dota a la película de una grandiosidad increíble y a la vez legendaria (toda la parte de la ciudad Maya es un alarde de ingenio y buen hacer) y una BSO que es quizás lo más extraño de toda la película, donde no hay una melodia reseñable sino simples notas tribales, bien acopladas pero no es una BSO destacable.
Yo sólo deseo que Gibson, si algún día tiene deseo e intención de hacer una secuela que siga con esta pues con ese final, donde se ve la llegada de los colonizadores da para un buenísimo material. Este Apocalypto demuestra que el director es un narrador de historias, básico en sus maneras y formas pero que desde luego sabe plantarte una película que bien vale un potosí.
Como ya dije, Braveheart me gusta pero no es mi favorita. Apocalypto la supera en cuanto a resultado final y sin desmerecer ninguna de ellas la última entrega de Mel me sigue pareciendo la más redonda. Gracias, sr. Gibson.