Respuesta: Películas que vais viendo en casita
Tiana y el sapo... quiero revisionarla. A ver cuando me pongo.
Déjame entrar... me pareció un pelín justilla (quizás porque creí iba a ser algo grande cuando no deja de ser casi más de lo mismo. Sólo que es cierto que tiene cosas interesantes y/o llamativas que la hacen diferente).
Pues bien, amigos, como os dije... cayó...
(
Highlander, Russell Mulcahy, 1986)
Revista en DVD (pues verla en La 6, con una retaila de anuncios no es plan) después de hace muchísimos años (más de los que yo creía)... siento decirlo con todo el dolor del mundo pero, al igual que me pasó con Remo (la cual tenía en alta estima):
- Se me ha caído por completo. Pero por completo, con todo lo que ello encierra.
Antes que nada, por si os interesa, mientras buscaba el póster para hacer el rotulo que siempre calzo para mis críticas, me he encontrado con
una crítica de un tío el cual desconozco pero leyendo su respectivo comentario al respecto... dice casi lo mismo que yo voy a escribir a continuación (es más, me he visto reflejado en esa crítica).
Pues a lo que iba. Siempre he defendido la película Los inmortales. Por ahí andará la eterna discusión que salió al respecto con la peli tiempo atrás y yo siempre estuve ahí, diciendo que la película estaba bien hecha, que mantenía el tipo aún, que las peleas eran esto, que la puesta en escena era aquello...
Hasta la revisión que le pegué el martes por la noche. Y lo cierto es que la película se ha quedado muy anticuada, no, mejor dicho, se ha quedado vieja. Digna hija de los ochenta, ni más ni menos. Si bien es cierto que la historia en sí, me fascina, me gusta mucho por lo que me propone, su traslación a la pantalla ahora, hoy día, deja mucho que desear a estas alturas. Se ha quedado caduco casi todo.
Sobre todo lo que más llama la atención. La puesta en escena del director. En su día era el no va más (al menos así siempre me lo pareció). Pero vista hoy las escenas de acción quedan muy mal, en conjunto, y lo que son las peleas cuerpo a cuerpo han quedado demasiado patosas, es decir, no hay una acción tan bruta, con movimientos rápidos sino que son muy entrecortados, demasiado planificados (pero en el mal sentido). Y si bien es cierto que la película, dentro de lo que cabe, se sigue con cierto interés (pues ya digo, cuenta con una historia interesante) las set pieces que lo forman son muy irregulares.
Eso sí, y aquí levanto los pulgares para que se vean. Todas las escenas que conciernen a las de Sean Connery son las mejores. Primero porque su personaje tiene la mayor química del mundo. Congenian con el espectador que da gusto y sus dotes interpretativas son lo mejor de toda la película. De ahí que los momentos en los que su personaje entrena y prepara a Lambert son las que, dentro de lo que cabe, siguen estando ahí. Ayudadas, claro está, por la fotografía (sobre todo por los paisajes) y por la BSO que es un lujo. Si a eso añadimos las canciones de Queen (lo mejor de toda la película) al menos ganamos el todo (inmortal el tema "Who Wants To Live Forever" o el tema de los títulos de crédito iniciales).
Pero claro, Lambert no tiene dotes interpretativas y se nota. Su personaje tiene más mítica que interpretación. Y eso es toda una ayuda para su némesis más que por méritos propios. Porque si una cosa queda en el recuerdo colectivo (y que sige siendo lo más llamativo de la película) es Clancy Brown como el Kurgan. Un villano en ciernes, que ejecuta su personaje con su mera presencia (perfecta su escena de entrenamiento en la habitación del hotel o su presentación en lo alto de la montaña). Un lider de heavy metal perfecto. Rocambolesco e icónico a partes iguales. Es, creo yo, el que se toma más en serio su personaje y así lo demuestra (de ahí que su presencia en cada uno de las escenas sea un lujo: la escena de la iglesia por ejemplo).
Mirando el currículum de Mulcahy veo que no tiene mucho a destacar más allá de videoclips del pop-rock de los 80. Y se nota pues la película cuenta con todos y cada uno de los elementos del medio de la época: mucho humo, luces de neon, cámara agresiva con primerísimos planos y entrecortados, calles sucias y puesta en escena un tanto ecléptica (por ejemplo la pelea de Kurgan con Connery en el castillo).
El resultado final es que este clásico de los 80 se ha convertido en una película que aún manteniendo una historia fantástica y llamativa (todo lo que engloba a los inmortales y las razones de su existencia) su estética y su puesta en escena ha caducado.