Atreyub
En busca y captura
Cortos Pixar (bloque 5)
Air Mate (2011)
Antes de que la nueva película de Disney (o Pixar para los que quieran pensarlo) “Aviones” viera la luz, podría decirse que el germen o la base de ello estaba en este corto. Mate es convertido en un avión de acrobacias aéreas junto con Rayo McQueen. Si por algo funciona y no se puede negar es en el apartado visual. Por lo demás es un corto muy blando y que no aporta nada.
Pequeño gran Buzz (2011)
Tengo que reconocer que le tengo cariño a este corto. La historia gira en torno a esos juguetes que regalan con los Happy Meal que acaban abandonados y que nadie juega con ellos. Pues hasta esos juguetes tienen una reunión de superación. Pero como a los de Pixar también les gusta darles un poco de misterio a sus historias un mini Buzz dará el cambiazo por el Buzz original para que todo el mundo juegue con él. Lo divertido es ver la pasarela de personajes, a cual más estrambótico, y que sirve a modo de crítica a los creadores de estos juguetes donde a veces uno no sabe donde acaba la originalidad y donde empieza el afán exclusivo de atraer la atención de los infantes.
Mate viaja en el tiempo (2012)
Cars conoce a Regreso al futuro. Nada más. Eso sí, la paleta de colores emulando distintas épocas y dándole las texturas necesarias para hacer creíble el paso del tiempo está bastante logrado. Poco más que añadir. No aburre, que ya es mucho.
La Luna (2011)
Tres generaciones en un mismo plano y cada una aplicando la vida al trabajo de una forma distinta. ¿Y ese trabajo es? Muy sencillo a la par que poético: barrer las estrellas de la luna, tal cual. El abuelo, el padre y el hijo/nieto a su manera pero todos a una con la familia como esencia, base y fondo, con un toque italiano exquisito en un dialecto que no se entiende pero que a base de gestos y acciones se deduce perfectamente como la sabiduría, el conocimiento y la cultura de un todo se transmite de padres a hijos formando un todo perfecto. Si a eso le añadimos una belleza poética en la animación, una partitura made in Giacchino que es un dulce para el oído y acabamos con un plano de la luna que es un portento estamos ante el corto más onírico de toda la factoría Pixar hasta la fecha. Añadiéndole además que las texturas de todo cuanto sucede son de una calidad arrebatadora.
La leyenda de Mor’du (2012)
Completamente innecesario. El corto amplía la leyenda de cómo el príncipe Mor'du se convierte en oso con historias palaciegas, traiciones, batallas, encantamientos y poco más. Muy similar en estilo al corto “Tu amiga la rata” donde se mezcla animación 3D con 2D aunque bien mirado parece esos cuentos animados con imágenes estáticas que se mueven según la página del cuento, con animación un tanto rudimentaria aunque algún plano que otro puede medio rescatarse pero poco más. Realmente poco aporta a la colección.
Partysaurus Rex (2012)
Mi guilty pleasure de toda la colección de cortos. Rex es convertido, a su pesar, en el master DJ absoluto de los juguetes de bañera en una party hard a ritmo de un dance endiablado, luces de colores y fiesta salvaje que hará las delicias de los amantes de la música electrónica (como un servidor) y que consigue ser una delicia visual más allá de un guión simple. Aunque el momento neblina en la bañera con esa mini historia con Rex como si fuese una bestia insaciable tiene su atractivo.
Air Mate (2011)
Antes de que la nueva película de Disney (o Pixar para los que quieran pensarlo) “Aviones” viera la luz, podría decirse que el germen o la base de ello estaba en este corto. Mate es convertido en un avión de acrobacias aéreas junto con Rayo McQueen. Si por algo funciona y no se puede negar es en el apartado visual. Por lo demás es un corto muy blando y que no aporta nada.
Pequeño gran Buzz (2011)
Tengo que reconocer que le tengo cariño a este corto. La historia gira en torno a esos juguetes que regalan con los Happy Meal que acaban abandonados y que nadie juega con ellos. Pues hasta esos juguetes tienen una reunión de superación. Pero como a los de Pixar también les gusta darles un poco de misterio a sus historias un mini Buzz dará el cambiazo por el Buzz original para que todo el mundo juegue con él. Lo divertido es ver la pasarela de personajes, a cual más estrambótico, y que sirve a modo de crítica a los creadores de estos juguetes donde a veces uno no sabe donde acaba la originalidad y donde empieza el afán exclusivo de atraer la atención de los infantes.
Mate viaja en el tiempo (2012)
Cars conoce a Regreso al futuro. Nada más. Eso sí, la paleta de colores emulando distintas épocas y dándole las texturas necesarias para hacer creíble el paso del tiempo está bastante logrado. Poco más que añadir. No aburre, que ya es mucho.
La Luna (2011)
Tres generaciones en un mismo plano y cada una aplicando la vida al trabajo de una forma distinta. ¿Y ese trabajo es? Muy sencillo a la par que poético: barrer las estrellas de la luna, tal cual. El abuelo, el padre y el hijo/nieto a su manera pero todos a una con la familia como esencia, base y fondo, con un toque italiano exquisito en un dialecto que no se entiende pero que a base de gestos y acciones se deduce perfectamente como la sabiduría, el conocimiento y la cultura de un todo se transmite de padres a hijos formando un todo perfecto. Si a eso le añadimos una belleza poética en la animación, una partitura made in Giacchino que es un dulce para el oído y acabamos con un plano de la luna que es un portento estamos ante el corto más onírico de toda la factoría Pixar hasta la fecha. Añadiéndole además que las texturas de todo cuanto sucede son de una calidad arrebatadora.
La leyenda de Mor’du (2012)
Completamente innecesario. El corto amplía la leyenda de cómo el príncipe Mor'du se convierte en oso con historias palaciegas, traiciones, batallas, encantamientos y poco más. Muy similar en estilo al corto “Tu amiga la rata” donde se mezcla animación 3D con 2D aunque bien mirado parece esos cuentos animados con imágenes estáticas que se mueven según la página del cuento, con animación un tanto rudimentaria aunque algún plano que otro puede medio rescatarse pero poco más. Realmente poco aporta a la colección.
Partysaurus Rex (2012)
Mi guilty pleasure de toda la colección de cortos. Rex es convertido, a su pesar, en el master DJ absoluto de los juguetes de bañera en una party hard a ritmo de un dance endiablado, luces de colores y fiesta salvaje que hará las delicias de los amantes de la música electrónica (como un servidor) y que consigue ser una delicia visual más allá de un guión simple. Aunque el momento neblina en la bañera con esa mini historia con Rex como si fuese una bestia insaciable tiene su atractivo.