Te he leído.
Si la peli, formalmente, es perfecta, pero no puedo con esa vieja explicando toda su maldad malosa, pistola en mano. Ese padre de familia con un astuto plan para encararse él solo a la asesina (para luego dejarse atar como un corderito), ese chaval que no habla por más hostias que le den, pero luego habla, aunque poco (y sí sabía y ocultaba datos); ¡eso no es ni retraso mental ni nada!, que el tío (sabiendo lo que le preguntan) tiene más aguante ante la tortura que el marine más entrenado. También es "ligero" el momento foto, en el que el poli descubre el laberinto colgado al cuello en el cadáver y en el marido de la vieja. Qué casualidad, el colgante de conveniencia.
En fin, que todo eso devuelven una película que, por lo demás era excelsa, a codearse con el thriller más regulero.