Para mí, la mejor parte es hacia al final cuando Vigalondo se pone a analizar Death Proof, Basterds y Django a lo Watchmen, con el cruce entre dimensiones alternativas que hay en este último cine de Tarantino, incluso el cruce entre realidad y ficción, entre drama realista y cine de género.
Por una parte, en Death Proof habla de Mike viajando en el tiempo (es una frase que el personaje de Eli Roth hace explícita) en la primera parte de la película, viene del cine de los 70, una especie de Marty Mcfly degenerado y psicópata y, en cambio, en la segunda mitad, son ellas las que vienen del futuro y se integran en una película de los 70 para cargarse a Mike.
En Bastardos habla de 2 películas, una de género bélico (en las que jamás se trataba el holocausto) y otra un drama realista (que trata el holocausto), y cuando Landa al final quiere escapar de la película y trasladarse al mundo real lo hace negociando con los bastardos, craso error, porque ellos forman parte del cine de género y lo acaban humillando.
En Django (misma jugada con holocausto negro y género western) habla de un drama realista al que llega Schultz desde la ficción (todo el pasado que conocemos de Schultz es mitología germana) para convertir a Django en un personaje (y superhéroe) de ficción. Menciona también el momento en que Django mata a Tarantino, no profundiza en ello, pero está claro que es el mismo momento en que los mandingos ven nacer al black heroe, por lo tanto revienta Tarantino, revienta el director, revienta la película, en ese momento ya va por libre y empieza la película de Django que ya no es de Tarantino.
Interesantísimo.