Estoy de vacaciones y escribo desde el móvil así que seré muy breve: la carrera regular. Abandoné en el km 70 después de 15 km con calambres, casi bloqueado muscularmente.
Esperaba un día fresquito y volví a encontrarme con solazo, bochorno y mucha humedad.
Llegué corto de entrenamiento de montaña, con poco desnivel acumulado, cansado después de una semana con guardia día si y día no y, además, creo que empecé demasiado fuerte...
Mala combinación que me dejó avanzar en los tiempos previstos hasta el km 50-55 y a partir de ahí agotamiento muscular, calambres y los ritmos cayeron en picado.
Faltaba muy poco para acabar cuando me retiré y, posiblemente, podría haber llegado a meta renqueando, pero mi idea de ser finisher tampoco es esa. No quiero acabar "como sea" y entrar en meta como un walking death es justo lo contrario de mi objetivo cuando me inscribí a un Ultra.
Es la primera vez en mi vida que me retiro en una carrera y me costó mucho tomar la decisión, pero tengo la conciencia tranquila. Hice lo máximo que pude y ahora tengo que pensar y aprender de los errores cometidos en la preparación y en carrera.
Eso si, paisaje maravilloso, organización extraordinaria, voluntarios de sobresaliente y desniveles de perder la cabeza. Un auténtico carrerón...
Ahora me toca reflexión