Recomendaciones musicales para melómanos con orejeras. Spin-Off.

Para este fin de semana he seleccionado una de esas joyas que te obligan a cerrar los ojos y consiguen transportarte a otro tiempo y a otro lugar. En el verano de 1977, y tras salir una vez más de la cárcel, Art Pepper firma con el Village Vanguard de New York tres maravillosas sesiones el jueves 28, viernes 29 y sábado 30 de julio, que se graban perfectamente y están disponibles en vinilo o CD.

Art Pepper está hecho polvo por las drogas, y las pocas veces que habla se le nota perfectamente que la voz está muy tocada, pero su saxo alto está magnífico como siempre y lleno de un profundo sentimiento. Se acompaña en formato de cuarteto con el piano de George Cables, que está tremendo también, al igual que el resto de la sección rítmica, con el bajo de George Mraz y la batería de Elvin Jones. Un cuarteto de lujo para disfrutar de una música que sale desde lo más hondo del alma de Pepper.

De la sesión del jueves me quedo con el homenaje que hace a su amigo Hampton Hawes en el segundo tema "Goodbye", que es puro sentimiento, y también con el siguiente "Blues for Les", aunque cualquiera me parece genial, el mismo "Valse Triste" que abre la sesión es una pura delicia.

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Lamentablemente no están disponibles en Spotify, y en Youtube no encuentro más que la sesión del viernes, así que tendréis que buscarlos. En el siguiente enlace tenéis el tema Goodbye disponible para que os hagáis una idea de lo que podéis encontraros.

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Art Pepper: Thursday Night At Village Vanguard (1977, Contemporary)

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Seguimos con los clásicos de siempre y hoy revisito uno de los trabajos más vendidos de la historia del Jazz: el Kind of Blue de Miles Davis, en la que para mi y junto con la de Master Sound, es la edición que mejor se escucha: una edición limitada de Sony Music Japan en formato de mini LP (SICP 1206), dentro de la colección "The Original Jacket Collection".

A ver si un día de estos retomo el blog y le dedico una entrada a este magnífico proyecto de Miles Davis, acompañado de los saxos de John Coltrane y Julian Cannonball, del piano de Bill Evans y Wynton Kelly, del bajo de Paul Chambers y de la batería de Jimmy Cobb.

Miles Davis: Kind Of Blue (1959, Columbia)

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Termino el fin de semana disfrutando de este maravilloso directo en el Jazz Bakery de Los Ángeles, en donde un muy inspirado Lee-Konitz da rienda suelta a su imaginación para improvisar sin límites en compañía del piano de Alan Broadbent, que le acompaña delicadamente, dejándole espacio para que brille su interpretación y de vez en cuando tomando el timón de la melodía con sus propias variaciones.

Es increíble cómo sopla Lee Konitz con más de 80 años, sin aparente fatiga y con una creatividad en el diálogo digna de mención.

Lee Konitz & Alan Broadbent: Live-Lee (2000, Milestone)



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Termina el lunes y en casa suena Jazz. Jazz clásico, jazz de siempre, jazz ELEGANTE. Con mayúsculas, sí, porque el virtuosismo de todos los que participan en este Bluesy Burrell es tremendo.

Kenny Burrell a la guitarra y Coleman Hawkins en el saxo tenor, dos de los intérpretes más elegantes que conozco, unidos en perfecta armonía junto a la incansable conga de Ray Barretto, las baquetas de Eddie Locke y de Jimmie Smith, el piano de Tommy Flanagan y de Gildo Mahones, el saxo alto de Leo Wright y el bajo de George Tucker. La nómina de artistas está al nivel que uno supone e incluso lo supera.

Me encantan los temas en los que Kenny Burrell domina desde el inicio la escena con unos acordes de guitarra inconfundiblemente suyos, temas como Guilty, simplemente deliciosos, aunque por ponerle un pero le restaría un poco de volumen a las escobillas que ensucian un poco el conjunto.

Otros temas como I Thought About You parecen dominados por el saxo de Coleman Hawkins, pero Kenny Burrell se integra a la perfección y nos recuerda por qué él es el líder de la sesión. Ahora bien, ese soplido con cuerpo de Hawkins es también característico y difícil de confundir.

Y temas como Montono Blues dan todo el sentido del mundo al título del álbum y hacen que te olvides de quién es el líder y de quiénes son los acompañantes. Es un trabajo en equipo, de un equipo que funciona perfectamente compenetrado y que llevan el alma del blues hasta donde no imaginas. Cierras los ojos y escuchas todo... y más. ¡Qué maravilla!

Kenny Burrell & Coleman Hawkins: Bluesy Burrell (1962, Prestige/Moodsville)



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Sigo en mi línea, "sacando petróleo" de los sábados a la mañana, seleccionando con antelación lo que voy a escuchar y disfrutándolo con el silencio de la primera hora, antes de que todo se ponga en movimiento y desaparezca esa calma tan placentera.

El elegido de este fin de semana ha sido Art Farmer, y tal como sugiere el título del álbum, estamos ante una obra de arte titulada "Art", editada por la americana Argo en 1960 y reeditada en Japón con una excelente remasterización en 2002 dentro de la Argo Cadet Special Collection. Argo nació de Chess Records y cambió más tarde de nombre a Cadet, de ahí el nombre de la colección.

Art Farmer siempre me ha parecido sinónimo de elegancia, y en esta ocasión esa elegancia se vuelve superlativa, acompañado del también siempre elegante Tommy Flanagan al piano y completando el cuarteto con Tommy Williams al bajo y Albert Heathe a la batería.

Es un álbum relajado, sin estridencias, que te permite escucharlo una y otra vez de muchas maneras, disfrutando del conjunto o centrándote en las actuaciones individuales, pues todos están brillantes. Art Farmer firma la sesión y tiene un papel protagonista, pero todos los demás tienen sus momentos gloriosos, con unos solos extraordinarios como en "Out of the past" - original de Benny Golson - que me encandila y que podría repetir hasta el infinito.

El álbum está repleto de obras de arte maravillosas como ese "Younger than springtime" en el que la trompeta de Farmer te obliga a cerrar los ojos y te transporta a donde quieras, cediéndole el testigo a Flanagan para que improvise con su piano con esa elegancia suya característica. Perdonadme que insista en lo de la elegancia, pero es que está presente en todas las notas. El bajo de Williams, preciso y precioso y la batería sutil de Heathe completan un cuarteto para caer rendido a sus pies.

El enlace a Spotify que os dejo no corresponde a esta edición, sino a otra de Gambit Records en la que además de este "Art" se incluye otro trabajo titulado "Perception". A este Art corresponden los primeros 8 temas.

Art Farmer: Art (1960, Argo)



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En clave actual, estoy escuchando el último trabajo de Gregory Porter para Blue Note y me está gustando mucho. En Spotify de momento sólo tenéis el single que da título al álbum "Take me to the alley", y es una balada exquisitamente interpretada.

Muy en la línea de su trabajo anterior Liquid Spirit, sin arriesgar demasiado, pero muy agradable de escuchar y con la firma inconfundible de su voz. Será un superventas, seguro. La grabación es muy buena y vuestros equipos brillarán también con ella.

Gregory Porter: Take Me To The Alley (2016, Blue Note)



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bueno, yo compenso que tú vas por el lado "clasicorro" del jazz :juas con muchos matices, poniendo otro tipo de sonidos;

probablemente este sea uno de los mejores discos de "descartes" :hala de la historia de la música, porque casi todas las piezas son soberbias, grabaciones setenteras de Roy Ayers que no entraron en las sesiones de su disco principal, jazz-funk-groove-soul impecable y sensual.

atentos a la 3ª canción:

 
menudo catalogo de Ayers hay en Spotify!, pongo otro muy bueno, y del estilo, aunque es un lustro anterior y se nota en el sonido, jazz-soul con unos arreglos alucinantes, pura orfebrería de estudio; muchas cuerdas y vientos, más funk que el anterior, la canción que da título al album es inabarcable en sonidos :palmas

 
Última edición:
es una lástima que algunos grupazos estén sepultados para el gran público por una sóla canción, en este caso los Steppenwolf y su Born to be Wild, cuando tiene una carrera espectacular en sus primeros años;

Monster (1968) no es su disco más aclamado pero a mí me parece una joyaza, rock más primario que en sus años posteriores (lógico, por el año en que estamos) pero con una fuerza y una melodía muy especial

 
llevo varios días reenganchadísimo a Astrud Gilberto, los discos en portugués tienen mejor fama, pero éste en inglés es una autentica delicia, especialmente la canción que da título al álbum, bossa-nova-pop naif para oír con una sonrisa de oreja a oreja, con la calidad sonora habitual del sello Verve.

Astrud Gilberto / Windy (1968)

 
up!

llevo semanas enganchado al "Holy Minimalism" o minimalismo sacro, una especie de música espiritual contemporánea, conocía a los grandes y más mencionados representantes (Arvo Pärt, Tavener, Gorecki) pero ahora esto profundizando en otros autores, por ejemplo el georgiano Giya Kancheli, que tiene unas sinfonías fabulosas:

eso sí, esta música es para escuchar sin hacer nada mientras, cosa difícil estos días, pero tiene su recompensa.

 
impagable y enorme concierto de los T-Rex con Bolan en sus mejores momentos; recomiendo ver la peli también como acompañamiento visual; mucho glam, acercándose al blues-rock y al hard, vibrante:


 
me ha gustado mucho este disco de Taj Mahal de 1976, no es de sus más valorado pero poco importa, es muy ecléctico, desborda muy mucho los márgenes del blues hacia el soul y otros lugares, desprende buen rollo y tiene alguna canción que casi podría convertirse en un himno, de esas que oída en el momento adecuado te obsesiona.

 
Última edición:
los Azteca, un grupo de recorrido breve en la estela de la primera banda de Santana (y Neal Schon anda en ambas), una banda muy buena de latin-rock antes de que este término se hubiese prostituido de mala manera, sonido muy cálido y exhuberante, éste es su segundo y último álbum, del 73:

 
es una lástima que apenas haya un par de canciones sueltas de los TSU Toronadoes en spoty, si alguien quiere escuchar a este grupazo cuya obra completa cabe en un cd puede acudir a youtube y escuchar buena parte, soul y funk primitivo con una excelente sección vocal:

 
Última edición:
los Malo en su primer disco homónimo, de 1972, la banda de Jorge Santana con sonidos muy en la línea de los de su hermano Carlos por la misma época, un disco absolutamente vibrante, casi que es mejor empezarlo a la mitad, la primera canción no me acaba de gustar.




luego en otros discos tienen barbaridades como ésta:

 
Hooteroll? (1971) impresionante álbum de Jerry Garcia, aquí en colaboración y sin los Grateful Dead, jazz-rock y fusión con toques de psicodelia y mucho virtuosismo, al final el sonido se expande por mil sitios....

 
Wire, y su disco de culto Pink Flag (1977), post-punk -dicen- con muy poca producción pero muy solida, muy buen sonido, por encima de la media del género, canciones muy cortas y enérgicas, una gozada.

 
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