El reino de los cielos (director's cut)
Ridley vuelve a la temática histórica que tan buen resultado le dio con Gladiator y el resultado es una película absolutamente enclavada en una época, en pleno desastre de Iraq y con el 11-S aún reciente. No me molesta demasiado la ingenuidad del alegato, a favor del entendimiento y contra el choque de civilizaciones, ni el anacronismo que éste supone (pues al fin y al cabo, la historia en el cine puede hablar del presente). Lo malo es que uno lo ve venir desde el principio y que el guión es un puro folletín en el mal sentido, que parece querer ser algo serio y complejo, pero cae con facilidad en lo acartonado, en lo tontorrón (la presentación de Eva Green, la pelea de artes marciales contra el malo final)... película, pues, demasiado preocupada por gustar, por la fórmula, que termina revelándose como puro envoltorio con poca cosa dentro; por no hablar del nulo carisma del protagonista (Orlando Bloom en plena cresta de la ola) y de unos plagios anilleros indisimulados.
Me disgusta además estéticamente, todo muy de postal con pelazo al viento y noches azuladas extremadamente artificiales. El principio, contado como a trompicones (y eso que vi la versión larga). Y algunos personajes, de un nivel de caricatura por completo sonrojante (los templarios, más que nada). Básicamente, unos quieren paz, pero otros quieren liarla con la religión como excusa, y Saladino es malo, pero es un malo noble al que le tocan demasiado los huevos. El final, con el arbusto en la tumba, viene a unir la historia personal con la Historia; Jerusalén como símbolo de una humanidad renacida, que vive dentro de cada uno, más que ser posible en la realidad. Tras estas buenas intenciones noto, sin embargo, un tufillo a superioridad occidental, en ese héroe nuestro que va a oriente a enseñar ciencia, progreso y adelantos técnicos a la pobre gente subdesarrollada; que por cierto, con esos conocimientos de cuñado-todólogo deja a Da Vinci a la altura del betún.
Un Andrei Rublev de segunda. Miedito la versión de cines.