El otro día os hablaba de la cadena de reproducción del audio, e insisto en un concepto que no sé si ha quedado del todo claro:
tenemos que distinguir entre recibir la información del audio en el equipo reproductor y enviar la información hasta nuestros auriculares.
Son dos partes de una cadena, y la calidad final la definirá el elemento más débil del eslabón.
- Para recibir un streaming lossless solo hace falta tener acceso a Internet y haber contratado un servicio que lo transmita: Tidal Hi-Fi es uno de ellos, pero tenemos también Amazon Music HD, Deezer HiFi, Qobuz, o las nuevas promesas de Apple Music Lossless y Spotify HiFi.
- Para hacer llegar el streaming lossless a nuestros auriculares o altavoces, necesitamos un medio de transmisión que no altere esa señal lossless, y Bluetooth no es una de ellas, pues transcodifica la señal. A día de hoy, no hay muchas opciones: puedes usar el cable entre tu reproductor y tus auriculares, o un sistema de transmisión inalámbrica como AirPlay, siempre que no transcodifique la señal.
El tema de la transcodificación es fundamental y si se realiza, percibimos claramente una reducción de calidad. Para mí es un tema mucho más importante que si la señal es lossless o lossy.
De hecho, cuando usas unos auriculares inalámbricos de Apple con dispositivos de Apple o dispositivos que soporten AAC como formato de audio lossy, tienes una sensación de mayor calidad precisamente porque no se está aplicando ninguna transcodifación como cuando usas unos que deben transcodificarse al codec SBC.
La reproducción de un álbum de los que tengo en iTunes Match, en donde están almacenados como archivos AAC 256kbps, sigue la siguiente secuencia:
- A través de la aplicación Música, el stream AAC 256 kbps llega a mi iPhone o iPad mediante Wi-Fi o 4G sin alterar
- El mismo stream AAC 256k bps se transmite mediante Bluetooth 5.0 a mis AirPods 2, que los reciben sin alterar gracias a su chip H1
- El DAC de los AirPods 2 se encarga de hacer la conversión del archivo digital AAC 256 kbps a analógico y suena la música
La clave aquí está en el chip H1 de Apple que montan los AirPods 2, los AirPods Pro y los AirPods Max. La primera generación de los AirPods no soportaban Bluetooth 5.0 y usaban el chip W1.
Todo esto es un lío de cojones para el usuario final, que no tiene control de nada y está vendido para conseguir la mejor calidad.
Por ejemplo, en macOS tienes que haberte asegurado de que se esté retransmitiendo AAC sobre Bluetooth, pues en caso contrario se enviará una señal transcodificada usando un codec como SBC.
Os lo contaba con los Sony WF-1000XM3, aquí sin AAC activado y transcodificando la señal a SBC
Y aquí tras forzar el uso del codec AAC mediante la app Bluetooth Explorer
Aquí tenéis una lista de codecs, en donde podéis ver además que si tienen que transcodificar la señal, añaden una cierta latencia y eso puede llegar a ser molesto si lo que estáis viendo es un vídeo, por ejemplo.