Hubo una vez un rey que llamó a los sabios de la corte para darles un encargo:
- Me estoy fabricando un precioso anillo de oro con un gran diamante. Abajo del diamante, quiero guardar algún mensaje que me ayudará a mi y a todo hombre en los momentos difíciles de la vida. Obviamente, tiene que ser un mensaje pequeño para que quepa en el anillo.
Todos esos sabios eran grandes eruditos. Podrían haber escrito grandes tratados sobre cualquier tema. Así que pusieron sus mentes a trabajar.
Durante un año, pensaban y debatían. Buscaban en todos sus libros. Consultaron a otros sabios en países lejanos. Pero no podían encontrar nada. Y tuvieron que reportar su falla al rey.
Cuando reportaban esto, estaba presente un anciano sirviente de la familia real, conocido por su devoción al misticismo. Éste intervino diciendo:
- Oh, Majestad, No tengo estudios, no soy un erudito, ni un académico. Pero creo tener lo que le servirá. Y el anciano místico escribió algo en un diminuto papel, lo dobló y se lo dio al rey, diciendo:
- Pero no lo leas ahora. Mantenlo escondido en el anillo. Ábrelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres salida a la situación.
Ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino. Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos lo perseguían. Eran pocos sus seguidores y los perseguidores eran numerosos. Se sentía desesperado y al punto de rendirse.
De repente, se acordó del anillo. Sacó el papel y allí encontró su pequeño mensaje, lo que decía simplemente:
"Esto también pasará"
Aquellas palabras le resultaron milagrosas. Le inspiraron nueva fe y coraje. Redobló sus esfuerzos y escapó. Al fin de un año, logró reunir a sus ejércitos y reconquistó el reino.
Y el día que entraba de nuevo victorioso en la capital, hubo una gran celebración en el palacio con música, bailes, comida, etc. El Rey presidía las festividades desde su trono, sintiéndose muy orgulloso de sí mismo.
El anciano místico se acercó y le dijo:
- Este momento también es adecuado: vuelve a mirar el mensaje.
- ¿Qué quieres decir? -preguntó el rey-. Ahora estoy victorioso; la gente celebra mi regreso; no estoy desesperado; no me encuentro en una situación sin salida.
El anciano respondió:
- Ese mensaje no es sólo para situaciones desesperadas; también es para situaciones placenteras. No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes victorioso.
El rey abrió el anillo y leyó el mensaje:
"Esto también pasará"
El anciano le dijo: - TODO PASA. Ninguna cosa y ninguna emoción son permanentes. Todo viene y va como el día y la noche. Habrá momentos de alegría y momentos de tristeza. Acéptalos como parte de la dualidad de la vida; es la naturaleza misma de la existencia.
Devachan dijo:Cuando estas teniendo uno de los dolores emocionales más grandes de tu vida ¿como se combate para no caer en la tentación?. Sigo sin verlo.
Devachan dijo:Creo que es una de las salidas posibles cuando tienes ciertas circunstancias en la vida que te superan.
No se si es la mejor salida (es una de ellas), no soy quien para juzgarlo, pero la verdad es que hay que echarle valor para poder realizarlo (a lo mejor más valor que continuar).
¿Vosotros lo harias?.
LLegado al punto de hacerlo ¿que método escogeríais?.
Devachan dijo:Cuando estas teniendo uno de los dolores emocionales más grandes de tu vida ¿como se combate para no caer en la tentación?. Sigo sin verlo.
No se trata de eso... creía que no hacía falta poner ejemplos.Dussander dijo:Hace falta tener cojones para clavarse un tenedor en un huevo.
Hala, al día siguiente, veinte foreros en urgencias con media cubertería en los pendientes reales.
Pues como que no.
Werewolf dijo:No se trata de eso... creía que no hacía falta poner ejemplos.Dussander dijo:Hace falta tener cojones para clavarse un tenedor en un huevo.
Hala, al día siguiente, veinte foreros en urgencias con media cubertería en los pendientes reales.
Pues como que no.
Forero A: No se, es que no follo... estoy pensando en clavarme un tenedor en los huevos.
Forero B: Anda tio, no seas gilipollas. Hay que estar loco para hacer eso. Aunque sea vete de putas.
Forero C: Nuestras raics Judeo-Cristianas nos hacen pensar así. No esde loscos clavarseun tenedor en los huevos. Es slo un efoque masónico.
Forero A: ¿Cómo resistr la tentación de clavarme un tenedor en los huevos cuando ha tantas tias y ninguna quiere follar conmigo?
Forero B: Ten paciecia.
Forero C: Está en su derecho de querer clavarse un tenedor en los huevos. Hay que dejarde pensar de forma tan egoista. ¿Por qué no se va a clavar ese tenedor? ¿Para que tu le veas los huevos enteros?
Resulta que al final el forero A se clavó el tenedor en los huevos.
Conclusión: El forero C, aunque lo niegue, por unos instantes desearía haberse callado y no haberle dado una excusa (o una justificación) para hacerlo. En serio, considerque no se debe jugar con fuego, aunque uno acabe quemándose... pero bueno, allá cada uno con su conciecia.