Hombre, Elliott, yo supongo que depende de como se vea el vaso. Y lo digo porque una amiga mía vivió una situación parecida al prota de esta película: hubo un momento de su vida en el que se vio obligada a elegir entre el chico de sus sueños y el que más le convenía, y debido a lo complicado de su situación personal al final escogió al segundo. Y se pasó mucho tiempo llorando y triste y sintiéndose desgraciada por haber renunciado a sus sueños. Y, sin embargo, a dá de hoy está viviendo los momentos más felices de su vida junto a aquella persona que en un primer momento no era más que un premio de consolación, y que sin embargo a día de hoy no es capaz de concebir la vida sin él a su lado.
Y es que los sueños y las fantasías son muy bonitas y tal, pero a veces salen fatal. ¿Quién sabe si de haberse ido con el otro, al final todo habría acabado como el rosario de la aurora y ahora estaría sumida en una profunda depresión? La cuestión es que decisiones que a día de hoy nos hacen felices, se pueden volver en contra nuestra a largo plazo y viceversa, eso nadie lo sabe. Y teniendo en cuenta que el prota de esta peli tiene marcadas tendencias suicidas, el hecho de que quiera dar una oportunidad a su historia con la Shaw en vez de tirarse directamente al mar, ya supone un rayo de esperanza. Igual al final todo le sale bien y acaba siendo más feliz de lo que hubiera sido con la otra, o no, y es incapaz de borrar a la Paltrow de su mente por el resto de sus días, pero eso no lo sabemos. Cada espectador se imaginará el futuro que más le satisfaga.