Desde la aparición de W8.1 las principales actualizaciones de Windows han dejado de aplicarse como parche, a lo Service Pack, y en su lugar te hacen una nueva instalación conservando datos y migrando configuraciones, y eso está dando muchos más problemas que los parches.
Yo con la Anniversary tuve varios problemas con los drivers ya que algunos no funcionaban bien y tocaba reinstalarlos. También algunas configuraciones de Windows estaban cambiadas (me desactivó los puntos de restauración del sistema, por ejemplo). Así que al final decidí dejar de "apagar fuegos" y descargué la nueva iso para instalar de cero.
Reinstalar Windows de cero me llevó algo más de tiempo que reparar lo que fuí encontrando, pero así al menos me quedo tranquilo de que todo funciona como debe y está configurado como yo quiero, porque esa es otra, la versión Anniversary funciona bastante bien por si sola e incluso cambios como el nuevo menú de inicio me han acabado gustando, pero como actualización directa sobre otra instalación deja que desear.
Por cierto, en la instalación de cero los puntos de restauración del sistema estaban activados por defecto. Curioso, ¿eh?
También tengo que añadir que actualicé recientemente otro ordenador montado nuevo este año, aunque con menos componentes y software instalados que el mío, y aparentemente no dió problemas. Como es bastante nuevo (un i5 6500) aproveché para instalar los drivers más nuevos de todo y así de paso me quitaba el posible problema de un driver mal instalado tras la actualización.