Las pipas de girasol contienen más de un 70 % de la cantidad diaria recomendada de vitamina E, también aportan cantidades considerables de magnesio y ácido fólico y diversos estudios han demostrado que disminuyen el riesgo de padecer cáncer.
Son una buena fuente de antioxidantes, con más cantidad de vitamina E que cualquier otro fruto seco, además de ofrecer una eficiente protección al aparato cardiovascular, gracias al magnesio y al ácido fólico.
Es uno de los alimentos con más propiedades antioxidantes y que contiene una importantísima cantidad de minerales, en especial del grupo B, que dan vitalidad y ejercen una acción antienvejecimiento, que ayuda a retrasar los efectos causados por el paso del tiempo y a luchar contra los radicales libres en nuestro organismo.
Las grasas contenidas en las pipas de girasol, son grasas poliinsaturadas, que ayudad a reducir el colesterol y los triglicéridos.
Entre los minerales que encontramos en las pipas de girasol podemos destacar potasio, magnesio, fósforo y magnesio, estos dos últimos mejoran el funcionamiento cerebral y cantidades considerables de calcio.