Comparto con vosotros una serie de reflexiones a modo de resumen en este apasionante proyecto que comencé después de verano y con el que estoy consiguiendo cada día disfrutar un poco más de la música.
Reflexiones del bilbaíno sobre auriculares, amplificadores, DACs y perfiles de sonido
Mi experiencia y mi preferencia hacia el perfil cálido del sonido, me dice que para obtener ese sonido que me gusta debo concentrarme en los auriculares y en la amplificación, siendo el DAC y la fuente un aspecto bastante secundario si hablamos de información digital y no tocamos el mundo del vinilo.
De todas las pruebas que he realizado con fuentes (MacBook Air, PC con Windows 8.1, reproductores NAD T562 y Denon DVD-2910) he llegado a la conclusión de que si las utilizamos únicamente como transporte para entregar a un DAC la información digital, no hay diferencias salvo en todo caso una ligera diferencia del nivel de salida de la señal que puede afectar al volumen. En este caso los ordenadores los he conectado al DAC por USB y los reproductores mediante cable digital coaxial y óptico.
Si conectos los reproductores NAD T562 o Denon DVD-2910 en analógico al amplificador, las diferencias son notables, puesto que estamos haciendo que la señal digital sea procesada por su electrónica. También concluyo que esa electrónica no es solo un DAC sino que hay otros elementos que "cocinan" la receta sonora de la marca y entregan un perfil determinado. Ambos reproductores tienen una firma que tiende hacia el lado cálido que es el que me gusta. Un DAC u otro pueden marcar una diferencia, pero estoy convencido de que hay mucho más ahí dentro que un DAC que hace que el sonido sea distinto.
El papel del DAC en mi opinión debe ser lo más neutral posible, entregándole la señal analógica de la grabación digital de la forma más fiel posible al amplificador, que será el que le de forma antes de entregársela a los auriculares. En ese sentido, lo que le pido al DAC es que no se deje nada de información por el camino, pues si el amplificador no la recibe, no podrá hacer nada con ella.
La amplificación es determinante para conseguir un sonido u otro y no se trata sólo de chicha, ni de su capacidad para transformar la señal hacia el lado más frío o más cálido, si no también de su capacidad para extraer como si fuera un exprimidor hasta la última gota de información de la señal original, pues la misión del amplificador es entregar la máxima información a los auriculares con un perfil sonoro de nuestro gusto.
Los auriculares tienen un perfil, pero a día de hoy se me hace difícil pensar en ellos de forma aislada. Ese perfil no tienen nada que ver si lo conecto a un amplificador o a otro, y otra de mis conclusiones fundamentales es que hay que buscar combinaciones que ofrezcan una buena sinergia, que "mariden bien" que se diría en el mundo del vino y la gastronomía.
Conseguir la combinación perfecta no es una tarea fácil, pues requiere de tiempo, paciencia, disponibilidad de equipos y también de saber lo que se busca. Lo bueno de todo es que cuando lo encuentras, el premio es muy grande.
En mi caso la combinación del Burson Audio HA-160D con los Sennheiser HD 650 ha sido totalmente reveladora. Doy por hecho que hay mucho más recorrido hacia arriba, pero de momento no me apetece explorarlo, estoy tan a gusto con este combinado que se me hace difícil pensar en cambios.
Resumiendo: en mi opinión lo mejor es buscar una señal lo más neutra posible hasta llegar al amplificador y jugar con el combinado de amplificador + auriculares para encontrar tu sonido.