La vi con Magnolia la primera vez que la vio en el cine hace un par de semanas. Y me encantó como obra cinematográfica, aunque mi sensación es que está mucho más arriba por las formas que por el fondo.
Sobre las formas no voy a decir nada, ya lo habéis dicho todo y me ha gustado tanto como a vosotros, pero sí que me parece interesante hacer una reflexión sobre la historia y la moralina, y lo voy a mezclar con un poco de política real.
Spoilers de aquí en adelante.
En general creo que la historia está edulcorada, falta de crudeza, cuando me imagino que aquello debió ser de lo más áspero.
Estoy de acuerdo en que da la sensación de que Hanks se mueve por el Berlín oriental con bastante tranquilidad, incluso casi ni sentí tensión cuando los jóvenes le rodean para quitarle el abrigo, me pareció un robo muy elegante y de buen rollo. O cuando se salta la fila del control de pasaportes, me cuesta pensar que fue así de fácil. Un poco muy light todo.
Y luego está el tema de si hay un patriotismo impostado. Y Magnolia tiene razón en decir que la película pone el sistema americano a parir, que es Hanks el que es un justo y honesto abogado (ciudadano de a pie) frente al gobierno sin escrúpulos que pasa del estudiante.
Estaría de acuerdo con Magnolia si me creyera el personaje de Hanks, el problema es que tras Captain Phillips, en el que un capullo es vestido de héroe en la gran pantalla, me cuesta creer que James B. Donovan fuera un bonachón como nos lo pinta la película, porque no me pega que un estado elija a un bonachón para hacer semejante tarea.
He buscado un poco y me he encontrado con que:
Tom Hanks, playing Donovan, is asked to defend an accused Soviet spy. “I’m an insurance lawyer,” he says, and it’s true. But it’s a vast understatement.
What the film doesn’t make clear is that Donovan was a Navy commander, schooled in spies and spycraft during World War II. He was intimately, selflessly, sometimes secretly involved with what Supreme Court Justice Oliver Wendell Holmes Jr. once called the “passion and action of his times.” A kind of “real-life combination of James Bond and Perry Mason” is how the Chicago Tribune onceput it.
[...]
In 1943, after receiving a commission as an ensign in the U.S. Naval Reserve, he was assigned to the newly created Office of Strategic Services (OSS)—America’s first intelligence agency. Within a year he rose to general counsel and, as the war neared an end in Europe, OSS head Maj. Gen. William “Wild Bill” Donovan (no relation) asked him to lead the spy agency’s war crimes division.
Fuente:
Metadiplomat: The Real-Life Story of Bridge of Spies Hero James B. Donovan
Y este es el auténtico James B. Donovan.
Para mí muy lejos del bonachón Hanks.
La película no trata de ensalzar al gobierno de los Estados Unidos, sino al héroe. Cuando, aunque estoy seguro de que este hombre hizo un gran trabajo liberando a los dos (de los tres, había tres según el artículo), incluso apretando las tuercas cuando le dijeran que con el piloto valía, dudo que hubiera mucha diferencia entre las intenciones del gobierno y las de alguien con el entrenamiento que él había recibido.
La película deja al gobierno como es, los gobiernos no hacen "buenas acciones", tienen unas guías muy claras de actuación diferenciando a las personas frente a intereses globales. Es la imagen de él la edulcorada.
De hecho la imagen del gobierno está un poco degradada para ensalzar la suya, ya que según la película el gobierno nunca tuvo intención de liberar al estudiante, y sin embargo Donovan dijo que:
“The government’s advice to me was that while I should try to release all three Americans,” Donovan wrote, “my basic mission would be to exchange Abel for Powers.”
Esto de ensalzar gratuitamente al héroe en películas que intentan ser históricas es otro tipo de patriotismo que reconozco me rebaja un poquito la película.
Pero aun así, me encantó.