Reflexiones del bilbaino sobre el equipo fotográfico en una mañana de verano...
El verano ha sido la época del año con la que más he conectado con la fotografía. La fotografía de viajes ha sido siempre mi preferida y en esta época la costumbre era hacer un viaje de largo recorrido, aunque eso el COVID se lo llevó por delante, pero ahora que todo parece que ha vuelto a la normalidad retomamos la tradición y en un par de semanas estaré disfrutando de un viaje por oriente medio, y quiero disfrutarlo también fotográficamente.
Mi último equipo para los viajes fue una Canon EOS R con el 24-105F4L, pero viendo que no lo usaba decidí venderlo y hasta hace poco mi equipo fotográfico se había quedado reducido a una Fujifilm X100V y al iPhone 14 Pro.
La Fufifilm X100V porque estoy enamorado de la serie X100, seguramente por la conexión emocional que tiene con la que fue mi primera cámara, una Canon Canonet 28.
Y el iPhone 14 Pro, que es el que ha ganado la partida. A día de hoy es mi herramienta habitual y prácticamente lo único que uso para hacer fotos, a pesar de que el software de Apple no está a la altura de las posibilidades del sensor. Para poder sacarle todo el partido tienes que disparar en RAW, ya que si no lo haces el postproceso que realiza es tan agresivo que se carga la magia de las imágenes, pero eso es para otro tema de conversación. No confío en que lo hagan, pero viendo que Apple va a incluir el sensor de 48Mpx en sus iPhone 15 básicos, espero que mejoren el procesamiento de las imágenes con iOS 17.
No soy un profesional - esto es importante - soy solo un aficionado que se conoce bien y que utiliza dos tipos de equipos en función del escenario:
Así que después de reflexionarlo mucho y sintiendo perder la conexión emocional con aquella Canon Canonet 28 analógica - en buena parte culpable de mi afición - la he vendido, animado también por un valor de reventa altísimo por la falta de stock de la X100V.
Y me he puesto a la búsqueda de opciones que encajen mejor con lo que busco, en los dos escenarios planteados: para el día a día y para la fotografía de viajes.
Mi primera opción ha sido buscar una cámara realmente de bolsillo y de calidad, algo que cada día es más difícil ya que la fotografía con el móvil ha conseguido que desaparezcan del mercado y solo quedan unas pocas opciones para usuarios como yo, que no somos la norma y no le salen los números a los fabricantes.
Sony con su sistema Cyber-Shot DSC-RX100 incumple mi exigencia de un sensor APS-C, pero merece una mención especial, ya que lleva años siendo una de las mejores opciones para quien lo quiera todo en una única cámara, con un sensor decente (aunque de 1") y con una óptica luminosa y de calidad firmada por Carl Zeiss, con zoom integrado. Probé en su día la primera versión y no me convenció por muchas cosas, entre otras la ergonomía y su farragoso sistema de menús, que para mi es un tema muy importante. La serie va por la séptima versión con zooms 24-70mm f/1.8-2.8 en su modelo V e incluso 24-200mm f/2.8-4.5 en el VII. A pesar de su precio que supera los 1.000€ es un gran éxito de ventas, así que está claro que tiene su público.
Si miramos opciones de cámaras compactas de verdad, de las que quepan en el bolsillo, y con sensor APS-C, no queda mucho para elegir. Las propuestas de casi todas las marcas en ese tamaño de sensor es de cámaras más voluminosas, como Fujifilm con su serie X100 con óptica fija 35 f/2 o Canon con su PowerShot G1 X con zoom 24-72 f/2.8-5.6, y solo hay una marca que lleva años haciendo evolucionar un sistema que se ha convertido ya en un clásico de la fotografía callejera: Ricoh y su sistema GR, que actualmente va por su tercera generación.
Ricoh con su sistema GR ofrece dos modelos en su tercera generación, la GR III con un 28mm f/2.8 y la GR IIIx con un 40mm f/2.8, ambos con sensor APS-C de 24 Mpx y ofrecen una calidad de imagen muy alta. La cámara es tan popular que han sacado ediciones limitadas como la Diary Edition o la Street Edition, que es la que he comprado para probarla, concretamente en una edición aún más especial (limitada a 3.500 unidades) denominada Special Limited Kit, que viene con un visor óptico para compensar uno de los mayores inconvenientes que le he encontrado, la dependencia de la pantalla LCD.
Esta edición viene en un gris "asfalto" y con un anillo "amarillo taxi New York" que afortunadamente puede ser reemplazado por un anillo negro, también incluido, que lo hace mucho más discreto. Al ser óptico, el visor no ofrece ninguna información sobre la toma y solo sirve para encuadrar, lo que para mi es muy limitante. Por lo demás, es una cámara cómoda de llevar en el bolsillo y tiene el tamaño ideal para que no de pereza sacarla.
El fin de semana pasado me acerqué al Jazzaldia de Donosti para ponerla a prueba en diferentes condiciones y pude comprobar que a pesar de su pequeño tamaño, la calidad de imagen estaba fuera de toda duda.
La plaza de la Trinidad es uno de los escenarios más especiales del Jazzaldia, por su tamaño reducido y encerrado entre iglesias, en donde Julian Lage dio un maravilloso concierto con su guitarra, en formato de trío junto a Jorge Roeder con el bajo y Joey Baron a la batería. Después Bill Frisell se vino arriba con su guitarra en formato de cuarteto con Greg Tardy que tocó el clarinete y el saxo tenor, Gerald Clayton al piano, y Johnathan Blake, inmenso en forma y fondo, a la batería. Estos cuatro últimos son los protagonistas de la fotografía que os muestro a continuación.
El 28mm f/2.8 te limita mucho para acercarte a los músicos, pero tenía una buena localidad y en cuarta fila sí que podía quedarme con el ambiente del escenario. Buen color, y sobre todo muy buen rango dinámico, que permite levantar sombras sin problemas si lo quieres hacer en postproceso. La Ricoh GR III tiende a subexponer para proteger las altas luces, y eso lo puedes compensar en la toma o bien dejarlo para más tarde.
El ambiente de la Plaza de la Trinidad, como siempre inmejorable, y poder estar de noche y llevarte un recuerdo como este es impagable. Lo intenté con el iPhone, pero el resultado está muy lejos de lo que consigue la Ricoh GR III.
Johnathan Blake, el gigante de Filadelfia, también acompañaba con su batería al gran maestro del piano Kenny Barron, en formato de trío junto con el contrabajo del japonés Kiyoshi Kitagawa. El formato de trío es de mis preferidos en el Jazz, aunque en esta ocasión actuaron muy poco solos y en el Kursal estuvieron acompañados por la Euskal Herriko Gazte Orkestra con una sección de cuerda con violines, violas, violonchelos y contrabajos, algo que no me suele gustar, pero ver la ilusión de los chavales actuando mereció mucho la pena.
De nuevo el 28mm f/2.8 limitaba mis opciones, y menos mal que tenía que una buena localidad para poder llevarme alguna toma general, complicadas por la iluminación artificial cambiante y razonablemente bien resuelta por la Ricoh GR III.
De vuelta al hotel y ya de madrugada, lo puse a prueba y el resultado es muy bueno. Muy sorprendido por la calidad de imagen que captura ese magnífico sensor de 24Mpx.
En Bilbao había hecho alguna toma más, para ver cómo se comportaba en situaciones de poca luz, y ya había visto de lo que era capaz, como en esta imagen de los bancos luminosos del edificio Azkuna, lo que toda la vida hemos llamado La Alhóndiga.
Allí tenemos los cines Golem, y de nuevo disparé buscando la oscuridad más que la luz
Ya camino del exterior, me dio por explorar las tomas en blanco y negro, con un procesado en cámara magnífico.
Aquí os dejo una más en blanco y negro, en la que queda patente el muy buen rango dinámico. Si no veis el detalle en la zona oscura de la izquierda es problema de vuestra pantalla, porque sí que lo hay.
Sin embargo y con todas estas buenas sensaciones, la Ricoh GR III me parece que tiene unas cuantas limitaciones que me condicionan demasiado y aunque sí que es una buena alternativa al iPhone, el no tener un visor electrónico es una gran faena ya que en situaciones luminosas, la pantalla LCD se vuelve difícil de ver incluso regulando el brillo de la misma. La pantalla no es articulada, así que tampoco ayuda a poder moverla para salvar esas situaciones donde se te hace difícil ver la imagen.
El domingo nos dimos una vuelta por Pasai Donibane y pudimos callejear por este pueblo que os invito a visitar si no lo conocéis porque es muy pintoresco.
Hacía un día típico del norte, en el que a rato teníamos nubes y las fotografías quedaban un poco "sosas"
Fotografías que puedes resolver añadiendo un poco de drama, pensando en blanco y negro. La Ricoh GR III incorpora un software de procesado en la cámara que es muy potente, otro punto positivo a considerar.
A ratos salía el sol, y ahí pude comprobar que la Ricoh GR III es super conservadora de las altas luces, y en cuanto le metes cielo, tiende a exponer para que no pierdas nada de él, resultando en una imagen más oscura de lo que te gustaría, lo que puedes arreglar en la toma con la compensación de exposición o bien en postproceso con tu revelador favorito.
Desde Pasai Donibane tomamos el paseo Bonanza, que transcurre junto a la desembocadura del río Oiartzun y por el que puedes llegar hasta el faro.
Pasai Donibane es un pueblo que apenas tiene espacio entre el río y la montaña, y está lleno de galerías que pasan por debajo de las casas, como esta que te deja ver el antiguo astillero convertido en museo.
El paseo llega hasta a una cala en la que la gente aprovecha para bañarse, aunque la playa no es de arena sino de roca. Ahí eché de menos algo más de focal, para poder acercarme a las escenas con gente.
La Ricoh GR III es una muy buena cámara y probablemente algún día acabe en mi equipo como alternativa para el día a día, pero de momento no me ha convencido al 100% y se ha ido de vuelta.
Así que me he centrado en la búsqueda de una cámara con la que pueda disfrutar de la fotografía de viajes, que es lo que tengo a corto plazo, y después de ver opciones ya he decidido cuál será la elegida, una Nikon Z fc que llegó ayer y que solo he podido probar con algunas tomas sueltas en casa.
Al igual que me pasa con el sistema X100 de Fujifilm por el recuerdo que me trae de mi primera Canon Canonet 28, los fabricantes se han apuntado al diseño de las cámaras que se inspiran o directamente copian a cámaras de antes. En el caso de Nikon y su Z fc, es una copia que rinde homenaje a la mítica FM2 de los años 80, una cámara que siempre me gustó y que nunca me pude permitir.
Me he informado a fondo sobre la Z fc, pero tengo que reconocer que esta galería fotográfica me ha ayudado mucho a la toma de la decisión, tanto porque muestra muy bien las capacidades de la cámara con la óptica zoom del kit básico, como porque la compara con la Fujifilm X100F.
La Nikon Z fc es básicamente una Nikon Z50 en un cuerpo diseñado para parecer una FM2. Lógicamente esto va en gustos, pero a mi me parece una cámara realmente preciosa, que he comprado en un kit con el Nikkor Z DX 16-50mm f/3.5-6.3 VR que con el factor de recorte 1.5 del sensor APS-C equivale a un 24-75mm en formato de 35mm, un rango focal que quizá sea un poco corto en el tele, pero que me hubiera permitido muchas mejores tomas en el Jazzaldia del otro día, aunque seguramente no la hubiera llevado por tamaño y tampoco hubiera pasado desapercibida y es que no se permiten las fotos durante los conciertos.
Es una cámara con montura Z, que en el pentaprisma que ocuparía el sistema de espejos en una réflex lleva un visor óptico de generosas dimensiones. En el frontal tenemos un dial secundario multipropósito, pero que fundamentalmente usaré para ajustar el diafragma ya que el objetivo no lleva anillo para ello.
La Z fc ofrece la posibilidad de ser utilizada en formato 100% manual, con sus diales analógicos para el ajuste de la sensibilidad ISO, de la velocidad de obturación, e incluye un pequeño dial digital para ver el diafragma seleccionado y un control analógico muy útil para la compensación de la exposición, que por las pruebas que voy realizando veo que tendré que utilizar ya que también tiende a subexponer para proteger las altas luces.
A diferencia de la Z50 que tiene una empuñadura integrada, la Z fc no la tiene y aunque se puede comprar un accesorio que lo resuelve, he preferido matar un par de pájaros de un tiro y añadir una semifunda en piel de SmallRig, para protegerla mientras la uso y mejorar el agarre. No es una funda completa para protegerla, para eso usaré una funda Manfrotto Holster S.
En el frontal podéis ver dos botones, uno para liberar el objetivo y otro configurable y que de serie viene para ajustar el balance de blancos.
La semifunda de SmallRig va perfectamente anclada, atornillada a la rosca del trípode, y permite el acceso al compartimento de la batería y la tarjeta microSD, y también añade otra rosca de trípode por si lo quieres usar y no tener que quitar la funda. No le añade apenas tamaño a la cámara y el tacto de piel auténtica es excelente. Por cierto, la tapa de la batería es lo peor de la cámara y no entiendo cómo han podido meter un elemento de tan mala calidad, siendo algo que se usa mucho.
Como veis en la imagen anterior, la pantalla puede estar oculta y utilizar solamente el visor, que como veis está protegido por una goma circular, muy cómoda y que incluye un sensor para encender el visor si acercas el ojo.
Los controles me son muy familiares, con botones bien diseñados y de tamaño generoso. En la parte superior izquierda tenemos la reproducción y borrado de fotografías, un conmutador para alternar entre pantalla y visor, y a la derecha el menú "i" para el acceso rápido a funciones, una cruceta para moverte por los menús y sobre todo para mover el punto de enfoque en pantalla, un par de botones para aumentar y disminuir el zoom, un conmutador para alternar la información en la pantalla y el botón para llamar al sistema de menús.
Un punto muy interesante es que la pantalla es totalmente articulada, permitiendo la toma de fotografías en todo tipo de ángulos, algo que me resultará muy útil. Incluso la puedes poner mirándote para que puedas hacer un "selfie" con calidad.
Siendo ex usuario de Nikon (mi última fue la D700), lo tengo muy fácil para sentirme como en casa, pero tengo que dedicarle un buen tiempo a configurarla a mi gusto a través de la enorme cantidad de opciones que tienen los menús, que para mi gusto están muy bien organizados.
Estoy siguiendo este vídeo, que lo explica todo en detalle y aunque puedo no estar de acuerdo con algunas de sus decisiones, me parece muy bueno para hacer un repaso rápido de todas las opciones en lugar de pegarte con las 682 páginas de la guía de referencia.
La Nikon Z fc es compatible con el software SnapBridge, y es de lo mejor que he probado para conectar el iPhone y la cámara, tanto con Bluetooth como por Wi-Fi. La cámara usa el GPS del iPhone para geolocalizar las fotografías y hasta puedes hacer que de cada foto que tomas se envíe una versión de 2Mpx al iPhone por si la quieres compartir.
Lo tenéis disponible tanto para iOS como para Android.
Si queréis informaros sobre la cámara, os recomiendo el sitio web de Nikon USA, que es donde mejor la presentan.
Ya os contaré cuando la pruebe y compartiré algunas imágenes. De momento las primeras sensaciones son muy buenas, y las ganas que tengo de disfrutar con ella, mayores aún.
El verano ha sido la época del año con la que más he conectado con la fotografía. La fotografía de viajes ha sido siempre mi preferida y en esta época la costumbre era hacer un viaje de largo recorrido, aunque eso el COVID se lo llevó por delante, pero ahora que todo parece que ha vuelto a la normalidad retomamos la tradición y en un par de semanas estaré disfrutando de un viaje por oriente medio, y quiero disfrutarlo también fotográficamente.
Mi último equipo para los viajes fue una Canon EOS R con el 24-105F4L, pero viendo que no lo usaba decidí venderlo y hasta hace poco mi equipo fotográfico se había quedado reducido a una Fujifilm X100V y al iPhone 14 Pro.
La Fufifilm X100V porque estoy enamorado de la serie X100, seguramente por la conexión emocional que tiene con la que fue mi primera cámara, una Canon Canonet 28.
Y el iPhone 14 Pro, que es el que ha ganado la partida. A día de hoy es mi herramienta habitual y prácticamente lo único que uso para hacer fotos, a pesar de que el software de Apple no está a la altura de las posibilidades del sensor. Para poder sacarle todo el partido tienes que disparar en RAW, ya que si no lo haces el postproceso que realiza es tan agresivo que se carga la magia de las imágenes, pero eso es para otro tema de conversación. No confío en que lo hagan, pero viendo que Apple va a incluir el sensor de 48Mpx en sus iPhone 15 básicos, espero que mejoren el procesamiento de las imágenes con iOS 17.
No soy un profesional - esto es importante - soy solo un aficionado que se conoce bien y que utiliza dos tipos de equipos en función del escenario:
- Para el día a día busco una cámara lo más ligera posible que pueda llevar siempre encima, sin tener que pensar en si la cojo o no. El iPhone es el ganador por comodidad y conveniencia, pero sé que estoy sacrificando calidad porque los resultados los veo aún lejos de lo que quiero, y por eso siempre me ronda por la cabeza la idea de una compacta de calidad y que quepa en el bolsillo. La serie X100 de Fujifilm es muy compacta, pero en absoluto de bolsillo y por ello es difícil que salga de casa en el día a día.
- Para la fotografía de viajes, un equipo ligero y versátil, con una óptica con zoom que me permita capturar todo tipo de situaciones de forma cómoda. Tener una cámara con ópticas intercambiables es interesante, pero no imprescindible. He viajado muchos años cargado con objetivos y es algo que no pienso volver a hacer. En mi caso, sino es ligero, se queda en el hotel.
- Un buen sensor, idealmente de formato completo, pero a día de hoy es incompatible con tener un equipo ligero, así que rebajando mi nivel de exigencia me quedo con el tamaño APS-C, del que hay una buena oferta. Tiene que tener un buen rango dinámico para poder trabajar a gusto en el procesado posterior de las imágenes. Disparo siempre en RAW + JPEG, con el precio que tienen las tarjeta microSD el espacio no es un problema, y nunca sabes cuál será esa imagen de la que querrás tener el negativo digital para estirarlo al máximo en postproceso.
- Una buena óptica, idealmente luminosa, pero si la quiero ligera y con zoom, debo renunciar a grandes aberturas de diafragma, mientras que para el día a día sí que encuentro cámaras con óptica fija y muy compactas. Con ópticas intercambiables cabe la posibilidad de tener una buena óptica fija ligera además del zoom, pero en principio evito tener más de un objetivo porque ya sé cómo acaba la historia.
- Un sistema sin espejo, que me permita ver el resultado final antes de disparar. La tecnología sin espejo ha evolucionado muy bien y hoy por hoy todos los fabricantes tienen una oferta en equipos tanto en formatos APS-C como en formato completo, y hay donde elegir. aunque si quieres mantenerte en un precio razonable, el formato completo está fuera de mi alcance.
- Un buen visor electrónico. Los visores electrónicos también han evolucionado muy bien y la calidad es fantástica, con el añadido de tener todos los datos de la exposición y los controles de la cámara.
Así que después de reflexionarlo mucho y sintiendo perder la conexión emocional con aquella Canon Canonet 28 analógica - en buena parte culpable de mi afición - la he vendido, animado también por un valor de reventa altísimo por la falta de stock de la X100V.
Y me he puesto a la búsqueda de opciones que encajen mejor con lo que busco, en los dos escenarios planteados: para el día a día y para la fotografía de viajes.
Mi primera opción ha sido buscar una cámara realmente de bolsillo y de calidad, algo que cada día es más difícil ya que la fotografía con el móvil ha conseguido que desaparezcan del mercado y solo quedan unas pocas opciones para usuarios como yo, que no somos la norma y no le salen los números a los fabricantes.
Sony con su sistema Cyber-Shot DSC-RX100 incumple mi exigencia de un sensor APS-C, pero merece una mención especial, ya que lleva años siendo una de las mejores opciones para quien lo quiera todo en una única cámara, con un sensor decente (aunque de 1") y con una óptica luminosa y de calidad firmada por Carl Zeiss, con zoom integrado. Probé en su día la primera versión y no me convenció por muchas cosas, entre otras la ergonomía y su farragoso sistema de menús, que para mi es un tema muy importante. La serie va por la séptima versión con zooms 24-70mm f/1.8-2.8 en su modelo V e incluso 24-200mm f/2.8-4.5 en el VII. A pesar de su precio que supera los 1.000€ es un gran éxito de ventas, así que está claro que tiene su público.
Si miramos opciones de cámaras compactas de verdad, de las que quepan en el bolsillo, y con sensor APS-C, no queda mucho para elegir. Las propuestas de casi todas las marcas en ese tamaño de sensor es de cámaras más voluminosas, como Fujifilm con su serie X100 con óptica fija 35 f/2 o Canon con su PowerShot G1 X con zoom 24-72 f/2.8-5.6, y solo hay una marca que lleva años haciendo evolucionar un sistema que se ha convertido ya en un clásico de la fotografía callejera: Ricoh y su sistema GR, que actualmente va por su tercera generación.
Ricoh con su sistema GR ofrece dos modelos en su tercera generación, la GR III con un 28mm f/2.8 y la GR IIIx con un 40mm f/2.8, ambos con sensor APS-C de 24 Mpx y ofrecen una calidad de imagen muy alta. La cámara es tan popular que han sacado ediciones limitadas como la Diary Edition o la Street Edition, que es la que he comprado para probarla, concretamente en una edición aún más especial (limitada a 3.500 unidades) denominada Special Limited Kit, que viene con un visor óptico para compensar uno de los mayores inconvenientes que le he encontrado, la dependencia de la pantalla LCD.
Esta edición viene en un gris "asfalto" y con un anillo "amarillo taxi New York" que afortunadamente puede ser reemplazado por un anillo negro, también incluido, que lo hace mucho más discreto. Al ser óptico, el visor no ofrece ninguna información sobre la toma y solo sirve para encuadrar, lo que para mi es muy limitante. Por lo demás, es una cámara cómoda de llevar en el bolsillo y tiene el tamaño ideal para que no de pereza sacarla.
El fin de semana pasado me acerqué al Jazzaldia de Donosti para ponerla a prueba en diferentes condiciones y pude comprobar que a pesar de su pequeño tamaño, la calidad de imagen estaba fuera de toda duda.
La plaza de la Trinidad es uno de los escenarios más especiales del Jazzaldia, por su tamaño reducido y encerrado entre iglesias, en donde Julian Lage dio un maravilloso concierto con su guitarra, en formato de trío junto a Jorge Roeder con el bajo y Joey Baron a la batería. Después Bill Frisell se vino arriba con su guitarra en formato de cuarteto con Greg Tardy que tocó el clarinete y el saxo tenor, Gerald Clayton al piano, y Johnathan Blake, inmenso en forma y fondo, a la batería. Estos cuatro últimos son los protagonistas de la fotografía que os muestro a continuación.
El 28mm f/2.8 te limita mucho para acercarte a los músicos, pero tenía una buena localidad y en cuarta fila sí que podía quedarme con el ambiente del escenario. Buen color, y sobre todo muy buen rango dinámico, que permite levantar sombras sin problemas si lo quieres hacer en postproceso. La Ricoh GR III tiende a subexponer para proteger las altas luces, y eso lo puedes compensar en la toma o bien dejarlo para más tarde.
El ambiente de la Plaza de la Trinidad, como siempre inmejorable, y poder estar de noche y llevarte un recuerdo como este es impagable. Lo intenté con el iPhone, pero el resultado está muy lejos de lo que consigue la Ricoh GR III.
Johnathan Blake, el gigante de Filadelfia, también acompañaba con su batería al gran maestro del piano Kenny Barron, en formato de trío junto con el contrabajo del japonés Kiyoshi Kitagawa. El formato de trío es de mis preferidos en el Jazz, aunque en esta ocasión actuaron muy poco solos y en el Kursal estuvieron acompañados por la Euskal Herriko Gazte Orkestra con una sección de cuerda con violines, violas, violonchelos y contrabajos, algo que no me suele gustar, pero ver la ilusión de los chavales actuando mereció mucho la pena.
De nuevo el 28mm f/2.8 limitaba mis opciones, y menos mal que tenía que una buena localidad para poder llevarme alguna toma general, complicadas por la iluminación artificial cambiante y razonablemente bien resuelta por la Ricoh GR III.
De vuelta al hotel y ya de madrugada, lo puse a prueba y el resultado es muy bueno. Muy sorprendido por la calidad de imagen que captura ese magnífico sensor de 24Mpx.
En Bilbao había hecho alguna toma más, para ver cómo se comportaba en situaciones de poca luz, y ya había visto de lo que era capaz, como en esta imagen de los bancos luminosos del edificio Azkuna, lo que toda la vida hemos llamado La Alhóndiga.
Allí tenemos los cines Golem, y de nuevo disparé buscando la oscuridad más que la luz
Ya camino del exterior, me dio por explorar las tomas en blanco y negro, con un procesado en cámara magnífico.
Aquí os dejo una más en blanco y negro, en la que queda patente el muy buen rango dinámico. Si no veis el detalle en la zona oscura de la izquierda es problema de vuestra pantalla, porque sí que lo hay.
Sin embargo y con todas estas buenas sensaciones, la Ricoh GR III me parece que tiene unas cuantas limitaciones que me condicionan demasiado y aunque sí que es una buena alternativa al iPhone, el no tener un visor electrónico es una gran faena ya que en situaciones luminosas, la pantalla LCD se vuelve difícil de ver incluso regulando el brillo de la misma. La pantalla no es articulada, así que tampoco ayuda a poder moverla para salvar esas situaciones donde se te hace difícil ver la imagen.
El domingo nos dimos una vuelta por Pasai Donibane y pudimos callejear por este pueblo que os invito a visitar si no lo conocéis porque es muy pintoresco.
Hacía un día típico del norte, en el que a rato teníamos nubes y las fotografías quedaban un poco "sosas"
Fotografías que puedes resolver añadiendo un poco de drama, pensando en blanco y negro. La Ricoh GR III incorpora un software de procesado en la cámara que es muy potente, otro punto positivo a considerar.
A ratos salía el sol, y ahí pude comprobar que la Ricoh GR III es super conservadora de las altas luces, y en cuanto le metes cielo, tiende a exponer para que no pierdas nada de él, resultando en una imagen más oscura de lo que te gustaría, lo que puedes arreglar en la toma con la compensación de exposición o bien en postproceso con tu revelador favorito.
Desde Pasai Donibane tomamos el paseo Bonanza, que transcurre junto a la desembocadura del río Oiartzun y por el que puedes llegar hasta el faro.
Pasai Donibane es un pueblo que apenas tiene espacio entre el río y la montaña, y está lleno de galerías que pasan por debajo de las casas, como esta que te deja ver el antiguo astillero convertido en museo.
El paseo llega hasta a una cala en la que la gente aprovecha para bañarse, aunque la playa no es de arena sino de roca. Ahí eché de menos algo más de focal, para poder acercarme a las escenas con gente.
La Ricoh GR III es una muy buena cámara y probablemente algún día acabe en mi equipo como alternativa para el día a día, pero de momento no me ha convencido al 100% y se ha ido de vuelta.
Así que me he centrado en la búsqueda de una cámara con la que pueda disfrutar de la fotografía de viajes, que es lo que tengo a corto plazo, y después de ver opciones ya he decidido cuál será la elegida, una Nikon Z fc que llegó ayer y que solo he podido probar con algunas tomas sueltas en casa.
Al igual que me pasa con el sistema X100 de Fujifilm por el recuerdo que me trae de mi primera Canon Canonet 28, los fabricantes se han apuntado al diseño de las cámaras que se inspiran o directamente copian a cámaras de antes. En el caso de Nikon y su Z fc, es una copia que rinde homenaje a la mítica FM2 de los años 80, una cámara que siempre me gustó y que nunca me pude permitir.
Me he informado a fondo sobre la Z fc, pero tengo que reconocer que esta galería fotográfica me ha ayudado mucho a la toma de la decisión, tanto porque muestra muy bien las capacidades de la cámara con la óptica zoom del kit básico, como porque la compara con la Fujifilm X100F.
Nikon Z fc Gallery - The Photography Hobbyist
All Things Photography - Camera Gear Sample Photos, Nature, Landscapes, Travel, National Parks, Historic Site Photos and more.
www.thephotographyhobbyist.com
La Nikon Z fc es básicamente una Nikon Z50 en un cuerpo diseñado para parecer una FM2. Lógicamente esto va en gustos, pero a mi me parece una cámara realmente preciosa, que he comprado en un kit con el Nikkor Z DX 16-50mm f/3.5-6.3 VR que con el factor de recorte 1.5 del sensor APS-C equivale a un 24-75mm en formato de 35mm, un rango focal que quizá sea un poco corto en el tele, pero que me hubiera permitido muchas mejores tomas en el Jazzaldia del otro día, aunque seguramente no la hubiera llevado por tamaño y tampoco hubiera pasado desapercibida y es que no se permiten las fotos durante los conciertos.
Es una cámara con montura Z, que en el pentaprisma que ocuparía el sistema de espejos en una réflex lleva un visor óptico de generosas dimensiones. En el frontal tenemos un dial secundario multipropósito, pero que fundamentalmente usaré para ajustar el diafragma ya que el objetivo no lleva anillo para ello.
La Z fc ofrece la posibilidad de ser utilizada en formato 100% manual, con sus diales analógicos para el ajuste de la sensibilidad ISO, de la velocidad de obturación, e incluye un pequeño dial digital para ver el diafragma seleccionado y un control analógico muy útil para la compensación de la exposición, que por las pruebas que voy realizando veo que tendré que utilizar ya que también tiende a subexponer para proteger las altas luces.
A diferencia de la Z50 que tiene una empuñadura integrada, la Z fc no la tiene y aunque se puede comprar un accesorio que lo resuelve, he preferido matar un par de pájaros de un tiro y añadir una semifunda en piel de SmallRig, para protegerla mientras la uso y mejorar el agarre. No es una funda completa para protegerla, para eso usaré una funda Manfrotto Holster S.
En el frontal podéis ver dos botones, uno para liberar el objetivo y otro configurable y que de serie viene para ajustar el balance de blancos.
La semifunda de SmallRig va perfectamente anclada, atornillada a la rosca del trípode, y permite el acceso al compartimento de la batería y la tarjeta microSD, y también añade otra rosca de trípode por si lo quieres usar y no tener que quitar la funda. No le añade apenas tamaño a la cámara y el tacto de piel auténtica es excelente. Por cierto, la tapa de la batería es lo peor de la cámara y no entiendo cómo han podido meter un elemento de tan mala calidad, siendo algo que se usa mucho.
Como veis en la imagen anterior, la pantalla puede estar oculta y utilizar solamente el visor, que como veis está protegido por una goma circular, muy cómoda y que incluye un sensor para encender el visor si acercas el ojo.
Los controles me son muy familiares, con botones bien diseñados y de tamaño generoso. En la parte superior izquierda tenemos la reproducción y borrado de fotografías, un conmutador para alternar entre pantalla y visor, y a la derecha el menú "i" para el acceso rápido a funciones, una cruceta para moverte por los menús y sobre todo para mover el punto de enfoque en pantalla, un par de botones para aumentar y disminuir el zoom, un conmutador para alternar la información en la pantalla y el botón para llamar al sistema de menús.
Un punto muy interesante es que la pantalla es totalmente articulada, permitiendo la toma de fotografías en todo tipo de ángulos, algo que me resultará muy útil. Incluso la puedes poner mirándote para que puedas hacer un "selfie" con calidad.
Siendo ex usuario de Nikon (mi última fue la D700), lo tengo muy fácil para sentirme como en casa, pero tengo que dedicarle un buen tiempo a configurarla a mi gusto a través de la enorme cantidad de opciones que tienen los menús, que para mi gusto están muy bien organizados.
Estoy siguiendo este vídeo, que lo explica todo en detalle y aunque puedo no estar de acuerdo con algunas de sus decisiones, me parece muy bueno para hacer un repaso rápido de todas las opciones en lugar de pegarte con las 682 páginas de la guía de referencia.
La Nikon Z fc es compatible con el software SnapBridge, y es de lo mejor que he probado para conectar el iPhone y la cámara, tanto con Bluetooth como por Wi-Fi. La cámara usa el GPS del iPhone para geolocalizar las fotografías y hasta puedes hacer que de cada foto que tomas se envíe una versión de 2Mpx al iPhone por si la quieres compartir.
Lo tenéis disponible tanto para iOS como para Android.
Si queréis informaros sobre la cámara, os recomiendo el sitio web de Nikon USA, que es donde mejor la presentan.
Nikon Z fc | Interchangeable Lens Mirrorless Camera
The Z fc fuses classic design with advanced Z series technology. Features include 4K video capture with full-time Eye-Detection AF and a flip out vlogger screen with live streaming capabilities.
www.nikonusa.com
Ya os contaré cuando la pruebe y compartiré algunas imágenes. De momento las primeras sensaciones son muy buenas, y las ganas que tengo de disfrutar con ella, mayores aún.