En el capítulo de esta semana de Jane the Virgin salía un personaje vegano que decía que no comía tubérculos porque el ser humano, al arrancar la planta del suelo, la mataba a ella y a millones de microorganismos que mantenían una relación simbiótica con la misma. Puede sonar un poco ridículo, pero es lo que obtendrías si los veganos fuesen plenamente coherentes con su principio de no producir sufrimiento a ningún otro ser vivo.