Entre las hostias que le están cayendo hay un dato fundamental: mucha gente les está señalando a ellos en vez de a Juana Rivas. Son las lenguas de serpiente, que han envenenado a una mujer con problemas. Y yo creo en esas hipótesis. Desde el primer momento a Juana le han estado comiendo la oreja desde políticos hasta asociaciones, incluso la abogada le empujaba a ello. Ahora es ella quien paga las consecuencias, pero que ha estado muy muy mal asesorada es un hecho palmario. Creo además que es el ejemplo perfecto que si la mujer, en términos globales, se deja llevar por este feminismo radical va a acabar mal y con mas problemas de los que tenía antes.