Respuesta: El hilo de MTB/BTT
El Domingo salí tras una buena temporada en dique seco. Y como buen cacho corcha que soy, me tiré a las bravas. En el día que más calor se anunciaba, me fui hasta Jerez en tren. De allí, a Medina, de forma relativamente cómoda (unos 35 kilómetros por vias de servicio). Pero luego una vez en el pueblo... a subirlo. Es un lugar criminal, no en vano fue llegada en varias ocasiones de la vuelta ciclista a España. No es que la subida sea muy larga (unos kilómetros), ni muy elevada (apenas 500 metros), pero se hace eterna... Es complicada, muy complicada. Y más aún cuando no estás en forma. Me costó un auténtico suplicio. Pero lo conseguí, a modo de reto personal (lo intenté en otra ocasión que conté por aquí, pero me tuve que dar la vuelta a medio camino, no pude con ella). Llegué arriba con el hígado en la boca... pero llegué. Aunque tuve que sentarme media hora para reponerme.
Luego, la bajada. Espectacular. Carretera ancha, con nula circulación, y a todo trapo. Llegué a ponerme a 60 Km/h Los vellos como escarpias. Pero lo cierto es que los frenos de disco (XTR) me dieron una seguridad que antes no tenía. Sabía que en esa curva de 180º que veía delante podría parar sin problemas. Fue el último tramo en que disfruté. A partir de ahí... el infierno.
La vuelta la hice por las cañadas. Es una sucesión de lomas y cerros sin fin. Casi sesenta kilómetros de ellos. Subida, bajada, para enfrentarte a otra subida... y así hasta el infinito. Un calor horrible. Insoportable. La una del mediodía. Polvo, mucho polvo. Los senderos, llenos de arena y grava sueltas, que te hacían patinar en las subidas y bajar tensionado al máximo. Me tuve que parar cada quince minutos. En una de estas, por cierto, y mientras trataba de respirar... me pasa por los pies una culebra de metro y medio. Se para, me mira... y sigue su camino. No tuve fuerzas ni para saltar cuando la vi.
Y aquí otro amigo que me encontré por esos caminos de Dios, bastante despistado...
Lo recogí, y lo llevé a su hábitat natural. Por cierto, no paró de mearse en todo el trayecto...
Seguía asfixiado. Lo que tenía en lo alto se llama PÁJARA. Pero de las gordas. Y lo peor... en medio del campo, sin ni un solo ciclista a la vista (fue muy extraño, siempre hay mucha gente por allí, ese día... ni uno). Sin ventas donde tomar algo. Casi sin agua en el Camelbak. Y echándole cojones y fuerzas de donde no las había. Así una loma... y otra... y otra... y otra más... Creí que me moría. Os juro que ODIÉ la bicicleta con toda mi alma. No me respondían los pulmones, no me respondían las piernas, no me respondía nada...
Y en estas... una manada de toros. O vacas. Yo que sé. El caso es que uno de ellos se separa, y empieza a mirarme fijamente. Muy fijamente. Se acerca. Despacio. Pero va acelerando imperceptiblemente. Me doy cuenta. Meto plato grande. Piñón chico. Y le arreo. El bicho me ve... y sale a correr hacia mi. Me acojono, e intento acelerar... y las piernas me dicen que no. Pero cuando lo tuve a cinco metros... Ostia que no... Subí esa loma con esa relación de cambios como si fuese con el molinillo. Echaba piedras para atrás que daba gusto (de hecho, creo que eso fue lo que hizo que se parase el monstruo).
Pero claro... me acabé de romper. Menos mal que ya me quedaba poco para llegar a San Fernando. Y a esperar el tren de vuelta. Me acosté en los bancos metálicos y me quedé dormido al instante. Perdí ese tren. Cogí el de una hora más tarde. Llegué a mi casa DESTROZADO. Noventa kilómetros de puro sufrimiento.
Consecuencias: el culo escocido por el rozamiento (ahora hablaremos de eso), brazos, piernas y cara quemados (lo que viene siendo el moreno Agromán, versión fresita de Huelva), y agotamiento muscular extremo. Y una botella de dos litros de Coca Cola terminada en dos tragos. Nunca mais.
Conclusiones: Varias.
Primero... Con todo el respeto y cariño, le dedico una enorme y sonora cuchufleta con sordina a Pelanes. ¡Y una polla, es mejor una rígida que una doble para estas rutas!
No niego que de algo más de rendimiento, si tienes 20 años, y compites. Pero para los que ya peinamos canas y quremos salir a disfrutar y hacer ejercicio (que ya es bastante), la doble está a AÑOS LUZ de la rígida. Vas mucho más cómodo, más seguro y más feliz. Ya no me duele la cabeza y la espalda cuando llevo treinta kilómetros. Ya afronto los pequeños obstáculos y raices sin miedo a salir despedido. Ya no siento el criminal traquetreo con que me obsequiaba la Merida. He aumentado en seguridad en mi mismo y en mis posibilidades, y eso me hace enfrentarme mejor a las situaciones, y disfrutar de cosas con las que antes prefería echar el pie a tierra. Por poner un ejemplo, hay una curva muy cerrada en medio de una pista entre pinos, que conozco bien por que la afrontaba con mucho, muchísimo respeto. La bici se me descontrolaba si me iba de velocidad, y me acojonaba la idea de irme contra un árbol. Ahora la ataco a muerte, derrapo en el ángulo apoyándome en el borde exterior, y saco una lluvia de tierra impresionante al cogerla, sin perder ni un ápice de la velocidad que llevaba.
Para mi, y una vez que he probado ambos mundos, no hay color. Entiendo que para alguien buscando el rendimiento puro y duro, la rígida sea la mejor opción. Hasta una 29'er. Pero para mi... que no me busquen más por ese camino. Seguiré teniendo rígida (de hecho, probablemente actualice el cuadro de la mia en breve), pero... cada vez que quiera salir a pasarlo bien, cogeré la doble.
En segundo lugar... el sillín. Ya he probado montones de ellos. Y no precisamente malos. pero... como el Tune SpeedNeedle... ninguno. Mira que parece una tabla. Mira que tiene pinta de incómodo. Pero una vez que te subes... es el nirvana hecho sillín. Tengo el culo escocido de las rozaduras. Pero eso es normal después de 90 km. y casi nueve horas subido en la bici. Mea culpa por no echarme la crema que compré para eso (la que usa Hermida, con Aloe Vera). Pero dolor de huesos o muscular, como era habitual (esa sensación de querer morirte cuando te bajabas diez minutos y tenías que sentarte de nuevo), ya no lo he vuelto a sentir. Una jodida maravilla.
Os lo recomiendo al 200%. Yo ya tengo dos.
Manu1oo1