En unas CCAA mejor que otras Reeler. Aquí un reportaje extenso. Madrid, Cataluña son un desastre en cuanto a esto porque no lo tienen ni claro, otras como Murcia y Asturias, un ejemplo.
Las CC. AA. en Fase 1 han comenzado esta semana a rastrear a los contactos de los positivos. Son clave para la desescalada, pero temen no ser suficientes si los casos vuelven a repuntar
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Los ejemplos de Murcia y Asturias
Mientras Cataluña, Madrid o Aragón deciden qué hacer, otras comunidades marcan el camino y
llevan semanas colgadas del teléfono rastreando casos. "Esta misma mañana nos entró uno nuevo a las 8:00 y a las 8:30 ya estábamos investigando con quién había estado en contacto. Mientras no nos dé un infarto, seguiremos", asegura a El Confidencial Mª Dolores Chirlaque, jefa de epidemiología de Salud Pública en la Región de Murcia. Chirlaque dirige un equipo de 42 personas que están en coordinación constante con los centros de Salud de Atención Primaria.
Cada mañana su departamento recibe el listado de nuevos casos, ubicaciones y centros de salud que los han detectado. Llaman al infectado y le preguntan la relación de personas con las que ha interactuado.
Es el servicio de epidemiología quien descifra la cadena de contactos y llama a todos y cada uno de los afectados. "Una vez se ha aclarado la cadena, pasamos toda la información a Atención Primaria que son quienes hacen el seguimiento diario, llamando a todo el mundo. Nosotros llamamos al inicio, a los 7 días y a los 14", explica Isabel Barranco, médica preventivista convertida a 'rastreadora' a tiempo completo.
Murcia es la región con el menor número de positivos totales y fallecidos por coronavirus de toda España y de las que menos casos nuevos están registrando. Y una de las claves está en su sistema de rastreo. "Nosotros no solo llamamos por teléfono,
también tenemos que analizar las condiciones socioeconómicas de cada caso. Si detectamos que un contacto de riesgo no va a poder guardar cuarentena de forma segura, lo enviamos a las famosas
Arcas de Noé", en referencia a los 15 hoteles de la región que sirven de refugio a este tipo de positivos asintomáticos "para que estén aislados y controlados. Es una tarea ingente, pero
o se hace bien o estamos perdidos", dice Chirlaque.
En el Principado de Asturias, otra de las comunidades que mejor ha implementado hasta el momento su sistema de rastreo de contactos, ha puesto en marcha con motivo de su entrada en la Fase 1 un
Sistema de Vigilancia de Contactos Estrechos, formado por unas 30 personas y que se coordinarán con los centros de salud del Principado en el caso de que se les solicite realizar el seguimiento y la monitorización del contacto de un caso con positivo con PCR. "Están teletrabajando en estos momentos", explican desde la Consejería de Salud. Más adelante "también se integrarán enfermeras en el último año de su residencia en familia y comunitaria".
Beatriz Braña es una de las coordinadoras de estos equipos. "Actualmente tenemos a
37 personas trabajando y otras ocho —enfermeros residentes— formadas y en espera, que se irían uniendo en función de las necesidades", explica. El sistema se estructura de la siguiente manera: hay cuatro coordinadores 'nucleares' que gestionan el sistema de vigilancia, cuatro coordinadores de vigilantes que supervisan en miniequipos a los 29 vigilantes en activo distribuidos por las zonas sanitarias básicas de Asturias. El tamaño de cada equipo depende de criterios poblacionales y varía en función de los casos ocurridos en los últimos 15 días.
Cuando un médico de atención primaria introduce en el sistema un nuevo positivo por PCR, el
coordinador de ese área de salud concreta estudia al paciente y examina con cuántas personas ha podido mantener un contacto estrecho en las 48 horas anteriores al inicio de los síntomas. Una vez identificadas, el coordinador asigna el caso al rastreador que se encarga de realizar el seguimiento telefónico: "Les informan de que tienen que estar en cuarentena, de las medidas relacionadas o de los síntomas sospechosos de infección por SARS-CoV-2", explica Braña, "también se les pide que hagan autovigilancia, que se tomen la temperatura dos veces al día e indiquen a su centro de salud si notan síntomas, de manera que se pueda detectar muy rápidamente".
La sorpresa más agradable que se han encontrado es que los
nuevos casos tienen un número bajo de contactos. Muchos de los números de los que hablábamos anteriormente están calculados sobre la base de un número alto de interacciones. En condiciones normales uno puede tener hasta 25 contactos estrechos en esas últimas 48 horas, pero el confinamiento ha ayudado a que estos sean, de media, muchos menos. "Llevamos poco recorrido porque hemos arrancado este lunes, pero estimábamos unos cuatro contactos por persona y quizá sean menos", dice la coordinadora, "Hemos visto mucha variabilidad, desde el que no ha tenido contacto con nadie o con una persona hasta el que ha tenido contacto con cuatro personas, todas de su casa".
De momento en Asturias la
carga de trabajo es aceptable para los 37 y esto es una buena noticia porque indicaría que quizá en España no necesitemos tantísimos rastreadores como esos indicadores internacionales aseguraban. A menos, por supuesto, que haya un repunte.