Tengo una duda existencial... Yo vengo de tener Citroën toda la vida (C2 y C3) y en mi casa, mi padre lo mismo (GS, BX GTI, Xsara y C4 VTS).
Al nacer en peque (2015), cambiamos el C3 1.6 gasolina por un Seat Altea Freetrack 1.6 diesel de segunda mano, matriculado en 2010 con 60000 km, por tema de maletero y porque mi cuñado, autónomo, tiene un Altea con el mismo motor desde 2007 más o menos y ahí sigue, con más de medio millón de kilómetros.
El caso es que a los dos ajos de tener el Altea, salió el tema del diéselgate y tuve que tocar el motor (cosa que no me hacía ni puta gracia... Después de dos cartas amenazando nada veladamente que al tener los números de bastidores, podrían tirarme en la ITV y tal). Bueno, el caso es que desde el verano de 2019, tengo una avería muy hijoputa, puesto que ni salta chivato ni registra averías al meterle el ordenador: al rato de conducir, a partir de las 2500 revoluciones, como si cortará inyección y no da potencia, va con la inercia y cuando baja de revoluciones, puedo bajar a cuarta y recupera, pero no eternamente...