No lo decía solo por Mulet, pero aunque no se diga explícitamente, el hecho de que se cite habitualmente los bajos salarios como un motivo para dejar de consumir este producto lo lleva implícito.
Me acuerdo de la campaña que salió hace poco contra el boicot de marcas de ropa que emplean trabajadores en países en vías de desarrollo con salarios bajos, sobre todo comparados con los de los países desarrollados, en la que los propios trabajadores pedían que no los condenaran a la más absoluta miseria.
Porque a nuestros sensibles corazoncitos progres les duele mucho un niño trabajando muchas horas en un taller en vez de estar en la escuela. Pero cuando la escuela no existe como alternativa y solo queda la más absoluta miseria o, como mucho, la prostitución, las largas horas en un taller a cambio de techo y comida dejan de parecer tan terribles.
Y en una generación de desarrollo económico, las condiciones laborales acaban mejorando y los beneficios dan para construir escuelas a las que puedan acudir los futuros hijos de esos orgullosos niños trabajadores. Incluso con lo rápido que ocurre el desarrollo hoy en día gracias a las nuevas tecnologías, las escuelas surgen antes o son virtuales, y los niños trabajadores pueden acudir a ellas a tiempo parcial.