Mensch Maschine
Santur
Respuesta: Los SALIRes
A mí sí me gustan los baretos de barrio con sus cañitas, vermúes, licores y tapas (cuando las ponen, claro). Si no están demasiado petados y vas con un grupo de coleguillas, se pasa bastante bien.
Lo que no soporto, y mira que he intentado adaptarme durante toda mi vida, son los jodidos bares de copas, discotecas y similares. Durante un rato tienen su gracia, especialmente si estás en pleno subidón de alcohol (esa es otra, la excesiva dependencia del alcohol para no morime de asco en estos lugares), pero a la hora y media o dos horas, a lo sumo, estoy tan asqueado que me entra una alegría inmensa cuando se encienden las luces y nos largan del local. Claro que después siempre tengo que aguantar el numerito de tener que soportar a mi colega (con el que normalmente suelo salir por estos ambientes) dándome la tabarra para que vayamos a algún after (a dejarte una pasta gansa), mientras yo trato de largarme a mi casa.
Así me pasa, que siempre he sido un inadaptado en el mundo de la noche (y al final me pasan cosas como lo de la borracha), y lo triste es que casi todo el mundo que conozco (especialmente de mi edad) y con el que tengo una relación más o menos constante, tiende a llevarme por esos lugares.
Dónde quedaron aquellos tiempos en los que me hacía una enorme ilusión ir con mi antigua banda a tocar a alguna fiesta o boda en algún pueblo, o simplemente ir a una casa rural con todos los instrumentos y zampar y tocar durante un fin de semana entero. Toda eso ya se pasó, y no hay nada que lo sustituya . Y estando en paro y sin perras, es difícil intentar sacar adelante nuevas ilusiones.
Un saludete.
A mí sí me gustan los baretos de barrio con sus cañitas, vermúes, licores y tapas (cuando las ponen, claro). Si no están demasiado petados y vas con un grupo de coleguillas, se pasa bastante bien.
Lo que no soporto, y mira que he intentado adaptarme durante toda mi vida, son los jodidos bares de copas, discotecas y similares. Durante un rato tienen su gracia, especialmente si estás en pleno subidón de alcohol (esa es otra, la excesiva dependencia del alcohol para no morime de asco en estos lugares), pero a la hora y media o dos horas, a lo sumo, estoy tan asqueado que me entra una alegría inmensa cuando se encienden las luces y nos largan del local. Claro que después siempre tengo que aguantar el numerito de tener que soportar a mi colega (con el que normalmente suelo salir por estos ambientes) dándome la tabarra para que vayamos a algún after (a dejarte una pasta gansa), mientras yo trato de largarme a mi casa.
Así me pasa, que siempre he sido un inadaptado en el mundo de la noche (y al final me pasan cosas como lo de la borracha), y lo triste es que casi todo el mundo que conozco (especialmente de mi edad) y con el que tengo una relación más o menos constante, tiende a llevarme por esos lugares.
Dónde quedaron aquellos tiempos en los que me hacía una enorme ilusión ir con mi antigua banda a tocar a alguna fiesta o boda en algún pueblo, o simplemente ir a una casa rural con todos los instrumentos y zampar y tocar durante un fin de semana entero. Toda eso ya se pasó, y no hay nada que lo sustituya . Y estando en paro y sin perras, es difícil intentar sacar adelante nuevas ilusiones.
Un saludete.