El TOC no es una enfermedad en plan "tengo el TOC". Los trastornos obsesivo-compulsivos que se pueden manifestar en las más diversas vías. Yo tenía un compañero en un curro hace unos años que cada media hora se lavaba las manos, y no en plan me las mojo con jabón y las seco, sino tres minutos de frote de manos bajo el agua y otros dos secándose con el papel.
Aquí os pongo los tipos de trastornos más comunes
Tipos de T.O.C.
Lavadores y limpiadores: son personas a las que carcomen obsesiones relacionadas con la contaminación a través de determinados objetos o situaciones.
Verificadores: son personas que inspeccionan de manera excesiva con el propósito de evitar que ocurra una determinada catástrofe.
Repetidores: son aquellos individuos que se empeñan en la ejecución de acciones repetitivas.
Ordenadores: son personas que exigen que las cosas que les rodean estén dispuestas de acuerdo con determinadas pautas rígidas, incluyendo distribuciones simétricas.
Acumuladores: coleccionan objetos insignificantes, de los que no pueden desprenderse.
Ritualizadores mentales: acostumbran a apelar a pensamientos o imágenes repetitivos, llamados compulsiones mentales, con el objeto de contrarrestar su ansiedad provocadora de ideas o imágenes, que constituyen las obsesiones.
Atormentados y obsesivos puros: experimentan pensamientos negativos reiterados, que resultan incontrolables y bastante perturbadores. No obstante, a diferencia de quienes sufren los demás tipos de T.O.C., no se entregan a comportamientos reiterativos de tipo físico, sino rumiaciones mentales.
Sexuales: consiste en pensamientos sexuales recurrentes, que incluyen sobre todo un temor exagerado a ser homosexual.
“Sexuales” son de contenido más amplios y abarcan todas las particularidades y conductas sexuales, por ejemplo ideas infundadas sobre tener disfunciones sexuales o no ser apetecible.
Orientación Sexual: es el Trastorno Obsesivo Compulsivo que se refiere específicamente a dudas, ideas fijas y compulsiones acerca de la homosexualidad.
Yo tengo cierta manía por no pisar las rayas de las aceras, o si lo hago andar de forma simétrica y que la raya de la baldosa caiga justo en la misma zona del pie izquierdo que del pie derecho. Pero es casi una costumbre, normalmente no pienso en ello. Eso sí, si me fijo tengo que acompasar el ritmo de modo que las rayas caigan en la misma zona del pie.
No obstante, de ahí a decir que tengo un trastorno va un trecho, hasta que no manifieste algún síntoma grave que me bloquee o me estrese, lo considero una costumbre, ni siquiera manía.
Y por cierto, menudas cosas catalogáis como manías...tirar el chicle cuando se le va el sabor debería ser lo normal y lógico!
Lo de cagar para mí también es un placer, nunca lo llamaría manía porque suele ser uno de mis momentos preferidos del día. Excepto cuando duele, que yo tengo una buena capacidad para generar chorongos kilométricos. De pequeño siempre engañaba a mi hermana para que viniera al WC y echara un ojo antes de tirar de la cadena, para dejar testigos de mis proezas.
Sobre cagar en la oficina, el primer día que lo haces se abre un mundo de posibilidades Y AHÍ LO DEJO, QUIEN QUIERA ENTENDER QUE ENTIENDA.