ALMAS DE METAL (1973) de Michael Crichton
Obra Maestra del fantástico, con un argumento ya mítico, objeto de secuela (la floja “
Mundo Futuro (1976)” de Richard T. Heffron) y reciente serie de televisión, de auto-remake antediluviano con
“Parque Jurásico” (esta con endeble adaptación), homenaje “Rascapiquilandia” en Los Simpson (aunque esa serie hasta cita varias veces también cosas como “
C.H.U.D.(1984)”) y con un Yul Brynner de obstinado vaquero-robot que recuerda y seguro que fue influencia para
“Terminator”. Incluso recuerda en cierta manera a
“The Cabin in the Woods”. Crichton se centra con lógica en el más jugoso (y americano) de los tres parques temáticos poblados por robots, el del Viejo Oeste (los de la Edad Media y el Imperio Romano, quedan como ocasionales toques de “color” de fondo). Bien realizada, con buen tono y ritmo e incisiva en su metalingüística-irónica mirada a los géneros (o los tópicos asociados a ellos), plena de detalles ingeniosos, ocasionales reveladores brillos robóticos en los ojos (¿
Blade Runner?) y un discurso sobre la “humanidad o conciencia” de las máquinas, no explícitamente explotado en su narrativa de pura acción-suspense, pero inquietantemente implícito tras sus imágenes y situaciones. Maravillosa.
EL TIEMPO EN SUS MANOS (1960) de George Pal.
Otro clásico cifi (aunque varios escalones por debajo del anterior IMO), basado en una novela de H.G.Wells, quien como buen progresista se debatía en una eterna lucha interior, entre el optimismo humanista y el pesimismo compungido. Tenemos una deliciosa primera mitad del film: primero una agradable atmósfera decimonónica (o casi: último día de 1899), bien resuelta, detallista y con encanto, contraponiendo al inventor y viajero del tiempo de visión romántica, con sus amigos, “pragmáticos” capitalistas. Simpático su viaje por el tiempo (quizá sobra algo su voz relatándonos los cambios), la escarcha desaparece de las ventanas en ¿Abril? (es Inglaterra …), su triste mirada cuando se entera de las dos Guerras Mundiales … Luego la parte del futuro (invención futurista), la fábula social con los Eloi y los Morlock, me parece menos interesante y conseguida (imagino que para algunos es lo contrario), demasiado kitsch y de elocuciones didáctico-bienintencionados para mi gusto (aunque la “juventud” que no se interesa por la cultura ni por nada, tiene su obvia mala baba), pero supongo que divertido de ver.
SCOOBY DOO (2002) de Raja Gosnell
Penosa (como era de prever) adaptación al cine de la famosa serie de dibujos animados. Solo se salvan algo Matthew Lizzard , el más aceptablemente bufonesco del reparto, como Shaggy; y Linda Cardellini como (una eso sí, sorprendentemente voluptuosa) Velma. James
(“Guardianes de la Galaxia”,” Slither”,” Super” ) Gunn, como guionista, intenta como puede incluir apuntes malévolos, con drogas o como la idea de los jovenzuelos pijos siendo idiotas robotizados; o dos escenas (cortadas para cine, pero recuperadas para formato doméstico), una sutilmente “lésbica” con Velma totalmente borracha, y otra (osada) más explícitamente “lésbica”, entre ella (en bikini) y Daphne. Según Gunn, por esto y más escenas, el primer montaje fue Rated R
. En todo caso, en un conjunto demasiado bobo y sin gracia, dichas escenas solo valen por sí mismas.
con esta historia de hermanos siameses, uno de ellos una especie de monstruo (de plastilina 
) y que su hermano normal esconde en un cesto, para atacar a los merecedores de venganza; pero ambos hermanos se enfrentarán a causa de una mujer. Grotesca e hilarante ocasionalmente (lo mejor, los “épicos” últimos cinco minutos 
) y entre el ambiente sórdido-amateur, el dichoso muñegote, con sus gemidos y lanzarse al cuello de sus víctimas, acaba dando hasta mal rollo (es broma). Seguida de dos secuelas (1990 y 91), ya abiertamente apologéticas del freak / los diferentes, con delirantes escenas de sexo entre criaturas (antes de “La novia de Chucky” o “Team America”… aunque la que abrió la veda debió ser “It’s Alive 3”)) y… resultante de pequeños monstruitos 
. Celuloide puro pariente de Troma.
